El síndrome que sufren muchos padres primerizos al llegar el bebé a casa
Se puede trabajar en él para erradicarlo.
Los padres primerizos se enfrentan a multitud de retos, tanto a la hora de prepararse para la llegada del bebé como cuando este ya se encuentra en casa. En el momento en el que empiezan a pasar el día a día con el recién nacido es habitual que la atención de cada uno de los progenitores se focalice especialmente en el pequeño.
En este sentido, desde El Confidencial, recogen que cuando sucede, sobre todo por primera vez, es probable que ambos progenitores desarrollen el denominado síndrome del compañero de piso.
Este se podría llegar a desarrollar cuando la energía y la atención de los padres, recoge El Confidencial, se desvía totalmente (o mayoritariamente, al menos) al bebé. Es por eso que se podría dar un desajuste en las dinámicas de pareja que tenían ya asumidas los progenitores y pasen a verse más que como compañeros amorosos, como compañeros de piso.
Cuando se establece esta nueva forma de funcionar, según el medio digital, lo que ocurre entre ambos es que el contacto íntimo disminuye y dejan de tener conversaciones más emocionales o personales. En cualquier caso, se puede volver a activar esa conexión del principio, afirma la publicación.
La forma de hacerlo que indican desde El Confidencial pasa por empezar a programar algunas citas nocturnas, pero de forma más o menos regular, también proponiéndose volver a tener buena comunicación. Es decir, que esta sea sincera y abierta.
Abordar el síndrome del compañero de piso, asegura el medio, no sólo va a beneficiar a la pareja. También sería bueno para el desarrollo tanto psicológico como emocional del pequeño de la casa.