Cinco cosas en la crianza de los hijos que antes eran normales y hoy resultarían impensables

Cinco cosas en la crianza de los hijos que antes eran normales y hoy resultarían impensables

Muchas situaciones son para llevarse las manos a la cabeza.

Imagen de archivo de un niño en los 80.A.J. Rich / Getty Images

Si uno echa la vista atrás hacia su infancia, es posible que caigamos en la cuenta de ciertos comportamientos o costumbres que hoy serían impensables, y más pensando en la protección de los niños.

La educación, la tecnología, pero también incluso la ley ha cambiado y la sociedad con todo ello. Desde el portal Gofeminin han hecho el ejercicio de viajar en el tiempo y recopilar algunas de esas situaciones que hoy en día serían para llevarse las manos a la cabeza.

Comprar cigarrillos a los mayores

Hace unas décadas no era extraño que algún familiar pidiera al niño de la casa que se acercara al kiosco o al estanco a comprarle tabaco. Una estampa que hoy llamaría mucho la atención.

Espacios ahumados

En el mismo sentido, antaño se fumaba en todos lados, sin tener en cuenta si había niños delante: en las casas, en el médico, en el coche, bares... Hoy en día las leyes antitabaco son mucho más rigurosas, y además se procura concienciar a los niños sobre los efectos dañinos que tiene este hábito.

Azúcar por todos lados

"En el pasado, nadie prestaba realmente atención a la cantidad de azúcar que los niños comíamos o bebíamos a lo largo del día. Probablemente para nadie era un secreto que el azúcar no era exactamente saludable, pero aun así se consideraba inofensivo", indican desde la mencionada web.

Sol sin protección

Hace décadas, la protección solar brillaba por su ausencia, o se usaba de un factor menor al necesario o ni se reaplicaba. Ahora hay mucha más conciencia sobre los efectos del sol sobre la piel.

En el coche, sin cinturón

La legislación vigente es muy rigurosa sobre los dispositivos de retención infantil y mayoritariamente todo el mundo está concienciado acerca de que el cinturón de seguridad salva vidas. Sin embargo, hace años, los coches ni siquiera los traían instalados en los asientos traseros y los niños viajaban sueltos.

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