Hallan el secreto de los tiburones de ‘agua dulce’
El objeto de estudio se dio tras el estudio de varios ejemplares que vivían en el lago de un campo de golf en Australia.
En 1996 los ríos Logan y Albert, cercanos a la localidad de Brisbane (Australia) se desbordaron y provocaron unas grandes inundaciones en la zona. La crecida afectó a un campo de golf cercano que contaba con un lago, y cuando las aguas se retiraron, la crecida dejó en sus aguas nada menos que a seis tiburones sarda (Carcharhinus leucas).
Estuvieron allí casi dos décadas, y aunque tuvo una gran repercusión en los medios de comunicación, biológicamente no se había llegado a estudiar cómo pudieron sobrevivir tanto. Hasta la actualidad. Un nuevo estudio realizado a partir de la recolección de datos científicos de esos tiburones arroja luz sobre cómo pudieron adaptarse a un hábitat de tan baja salinidad.
En buena medida, buena parte de las conclusiones radican en que el sarda, también conocido como cazón o tiburón toro, tiene una gran habilidad para viajar largas distancias y periodos de tiempo en masas de agua dulce, algo que se ha observado en regiones tanto tropicales como subtropicales y templadas.
Su organismo es realmente eficiente a la hora de adaptarse a entornos de poca salinidad, un proceso que realiza con unos costes muy bajos para su metabolismo, como se ha deducido a partir de las grandes migraciones que realiza en extensas masas de agua dulce por ríos tan emblemáticos como el Amazonas, el Mississippi o el Zambeze, que cruza varios países del sur de África como la República Democrática del Congo, Angola, Zambia, Namibia, Zimbabue, Botsuana y Mozambique.
El secreto de tal capacidad reside en un procedimiento interno llamado osmorregulación con el que logran equilibrar su organismo con el exterior controlando los materiales disueltos en su organismo, algo que logran gracias a la acción de los riñones y las glándulas rectales, órganos que están especialmente adaptados para reciclar y retener la sal en su cuerpo.