Estos son los condecorados con la "absurda" distinción de la orden de Carlos III
Una condecoración que creó el monarca para premiar el afecto de los nobles al rey y que, a día de hoy, se entrega a ministros y altos cargos del Estado.
Fue un 19 de septiembre, en 1771. Ese día nacía el primer nieto del sucesor de Carlos III. El monarca se aseguraba de esta manera que su heredero podría mantener la dinastía. Y, a modo de celebración, creó la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III. Una "absurda" recompensa que se continúa dando a día de hoy.
Así lo ha explicado Nieves Concostrina en su sección Acontece que no es poco, en el programa de Cadena SER La ventana. "Piensen en cualquier ministro, en cualquier alto cargo del Estado de cualquier Gobierno, el 80% la tienen", ha detallado.
En la actualidad, aquellos que cuentan con una condecoración de estas características son presidentes y presidentas del Senado y del Congreso, ministros y ministras, secretarios de Estado, etc. Es el caso de José Manuel García-Margallo, Alberto Ruiz-Gallardón, María Isabel Celaá Diéguez, Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Iglesias. Todos ellos han sido distinguidos con esta distinción.
Un origen diferente
En origen, premiaba a aquellos que eran "beneméritos y afectos al monarca" y únicamente podían acceder a la misma los hombres nobles —las mujeres no pudieron optar a ella hasta la democracia—. "Los plebeyos, ni en broma", ha apuntado. Pero tampoco podía ser miembro cualquier persona que perteneciera a las altas esferas sociales.
Sólo aquellos que pudieran avalar sus buenas costumbres, la nobleza de sangre en su línea páter y la "limpieza de sangres", detalla Concostrina. Es decir, "no podía haber ningún judío por en medio", añade.
La periodista, además, ha detallado que durante la II República "esta chorrada de entregar medallitas y cruces de la Orden de Carlos III, lógicamente, se suspendió". Sin embargo, durante la dictadura, Franco la recuperó. Y, de hecho, se nombró a sí mismo jefe de la misma.