"En Sevilla están deseando que llegue la Feria, en Cádiz los Carnavales... y en Madrid no ves a la gente deseando que llegue San Isidro"

"En Sevilla están deseando que llegue la Feria, en Cádiz los Carnavales... y en Madrid no ves a la gente deseando que llegue San Isidro"

Entrevista con Álvaro Martínez, de Pasea Madrid, gran conocedor de la capital y de las tradiciones de San Isidro.

Álvaro Martínez, de Pasea Madrid, en una recreación del 2 de mayo.Cortesía de Álvaro Martínez Y Josan García Gómez

"Ojalá ver la pradera y las vistillas repletas de chulapos y chulapas, de trajes de goyesca, de organillos, sonando a chotis y zarzuela como se llena la Feria de Sevilla de música y color". Este es el deseo que Álvaro Martínez, conocido en redes sociales como Pasea Madrid, expresó hace unos días en una publicación de Instagram, en la que alentaba a poner en valor San Isidro.

Más de 400 personas se lanzaron a debatir acerca de si las fiestas patronales de Madrid son tan divertidas como otras, si se conocen lo suficiente o si se fomentan como deberían. "Madrid al final recibe a gente de toda España y del extranjero y la identidad propia a veces se diluye", opina Martínez en conversación telefónica con El HuffPost.

Desde la parpusa al chotis, pasando por las rosquillas tontas o las listas, este madrileño de pura cepa —sus abuelos se conocieron en la Cibeles— se las sabe todas sobre San Isidro y, además, lo transmite con la pasión que descubrió por su tierra al volver a ella después de haber vivido fuera de España.

¿Por qué defiendes que habría que poner más en valor San Isidro?

Creo que hay que mantener ciertas tradiciones, sobre todo tradiciones que no hacen daño a nadie. Madrid, siendo la capital, al final recibe a gente de toda España y del extranjero y la identidad propia a veces se diluye. Es interesante mantener viva esa imagen del Madrid de hace dos siglos.

Otros sitios que, quizás porque no reciben tanta gente, no han perdido su identidad, precisamente son los que más la mantienen viva. Y hay mucha gente que al no ser de Madrid, en cuanto llegan las fiestas se va —la gente que se va al pueblo o que se va de vacaciones— y no hay esa sensación de pertenencia. En Sevilla están deseando que llegue la Feria, en Albacete también, en Cádiz los Carnavales... y aquí no ves a la gente deseando que llegue San Isidro más que para algún concierto o para salir. Esto en otros sitios no pasa. La cara y la cruz de ser un receptor tan enorme de población es que corres peligro de perder tu identidad.

"La cara y la cruz de ser un receptor tan enorme de población es que corres peligro de perder tu identidad"

¿Qué reacciones tuvo tu publicación?

Fueron mayoritariamente buenas. Esos días en redes sociales lo único que se veía era gente saliendo en el AVE desde Atocha a la Feria de Abril yo pensaba '¿cuántos de estos que se van a hacer la foto vestidos de faralaes van a hacer lo propio viviendo en la ciudad y muchos siendo de aquí?'.

¿Qué es lo básico sobre San Isidro que todo madrileño o visitante debería conocer?

Depende de los niveles (risas). Empezaríamos con pasar un día en la pradera, apretarte un bocata de gallinejas y entresijos con un buen vino de Madrid y, para terminar, una rosquilla lista o tonta.

¿Cuál es la diferencia entre ellas, la cobertura?

Sí, las tontas no tienen nada y las listas, una cobertura de huevo y azúcar.

El año pasado te vestiste de chulapo y contabas que, oficialmente, chulapos serían los de Malasaña. ¿Podrías dar más detalles de la vestimenta?

Era el traje de bonito. Era lo que se ponía la gente en el Madrid más antiguo para salir. No deja de ser un chaleco y ponerse un poco pintón, que decían en la época. Madrid tiene muchas identidades, porque no deja de ser, por un lado, Castilla hasta el 81, cuando se crea el Estado de las autonomías, pero poco tiene que ver alguien que viva en Bustarviejo con alguien que viva en Aranjuez. Se ha unificado todo esto con una seña de identidad que es el traje de chulapo, que era el del centro de Madrid. También tenemos las goyescas, que era un traje más elaborado, más caro, pero el de los chulapos y chulapas podríamos decir que es el traje del pueblo cuando salía de bonito.

¿Qué es la parpusa y qué otras palabras hay asociadas a esta fiesta?

La parpusa es la gorra; el safo es el pañuelo; la babosa es la camisa y los pantalones son los alares. Esto es lo típico para bailar el chotis y, como comentaba antes, al final por aquí pasa mucha gente y hemos adoptado de fuera hasta nuestro baile.

¿De dónde viene el chotis, entonces?

Chotis significa escocés: schottisch. Y es originario de una polca alemana.

"Chotis significa escocés: schottisch"

Y hemos acabado bailándolo en la Puerta del Sol.

Sí. Dependiendo de la pericia del bailarín, los buenos lo bailan en una baldosa y el otro día me contaron que hay un señor que lo bailaba en un vaso de chupito. Es el único baile en el que es la mujer la que lleva la iniciativa y la que va girando al hombre. Y parece que no cuesta, pero cuesta. Al final, ella tiene que empujar, como si fuera una peonza, y él tiene que mantenerse quieto, quieto, quieto y dejándose llevar, intentando minimizar la superficie de adherencia con el suelo, por eso se pone un poquito de puntillas.

Y sobre el propio San Isidro, ¿qué es lo que celebramos este día? ¿Quién fue San Isidro?

San Isidro fue un hortelano que trabajaba en la casa de una familia muy rica, de las más ricas de Madrid, que eran los Vargas. De hecho, uno de sus palacios se puede visitar y es una biblioteca que está en el centro de Madrid. A San Isidro se le atribuyen más de 400 milagros, pero posiblemente los más conocidos son dos relacionados con el agua. De hecho, hay un refrán que dice 'San Isidro labrador, quita el agua y pone el sol'.

La ermita de San Isidro, que es donde está la pradera, se construyó allí porque San Isidro con un palo golpeó el suelo y comenzó a brotar agua de un manantial. De repente, esta finca de los Vargas tuvo agua. Y luego hay otro, que es que la mujer de San Isidro era Santa María de la Cabeza y le llamó: 'Cariño, cariño, se nos ha caído el niño al pozo'. Y San Isidro cuando llegó, rezó, el pozo poco a poco se empezó a llenar de agua y el niño salió flotando... eso dicen. Hay algunos pozos milagrosos; conforme se va avanzando en las investigaciones te lo van cambiando de sitio, pero a mí el que más me gusta ese el que está en el Museo de San Isidro, en La Latina, que se puede visitar de forma gratuita.

De la programación de las fiestas de este año, ¿hay algo que no te vayas a perder?

Suelo ir siempre al festival que organizan de chotis y de zarzuelas en la verbena. Al final es la parte de la pradera que pintó Goya, que es como un auténtico escenario. Hay una loma en la que te puedes sentar con amigos, unos bocatas, cervezas y estar viendo el pampaneo.

¿Eres de Madrid o no y por qué te interesa tanto su historia y sus tradiciones?

Mis abuelos se conocieron en la Cibeles. Soy de Madrid, mi abuelo trabajaba en Correos descargando camiones y mi abuela era la criada de unos señoritos ricos de Santander. Yendo a por el correo y a los paquetes que le mandaban de estraperlo a la familia se conocieron. Yo durante la crisis en 2008 me tuve que ir a vivir a Inglaterra, porque aquí no había trabajo, y al volver en 2012, precisamente por San Isidro, me di cuenta de que sabía más de Londres que de mi ciudad y empecé a ponerme las pilas. Exactamente lo que había hecho en Londres, visitar la iglesia de los Templarios o recorrer el Támesis con los ojos abiertos, lo hice en la ciudad. Con el tiempo, mis amigos me dijeron que dejara de calentarles la oreja cada vez que salíamos por ahí contándoles historias, que se las contara a quien me aguantara, y comencé a hacerlo en Instagram.

¿Ahora vives de ello?

Sí, llevo unos meses que únicamente me dedico a esto.

O sea, que sí que hay un interés por Madrid, ya sea de visitantes como de habitantes.

Sí. Hay muchísimo madrileño que desconoce por completo su ciudad que, por otro lado, es normal. Cuando vives con el ajetreo de tener que ir al trabajo, no te paras a pensar 'qué bonita la calle Alcalá, ¿de dónde vendrá su nombre?'. Si le preguntas a cualquier madrileño, probablemente haga más de tres años que no va al Prado, cuando hay gente que viaja miles de kilómetros únicamente para verlo.

"Si le preguntas a cualquier madrileño, probablemente haga más de tres años que no va al Prado, cuando hay gente que viaja miles de kilómetros únicamente para verlo"

En tus redes sociales, ¿cuál ha sido tu publicación de más éxito? ¿Tienes alguna que te haya arrasado?

Tendría que mirar, pero creo que lleva más de seis millones de visualizaciones la historia de la reja del Jardín Botánico, que tiene unos impactos de metralla de los bombardeos de la Guerra Civil por el bando franquista. Y también hace poco subí un vídeo sobre una puerta acorazada del antiguo banco que hoy en día es Galería Canalejas que creo que va ya por el millón y medio.

¿Darías una recomendación de algún lugar de Madrid que vaya a sorprender a los propios madrileños?

El parque de El Capricho creo que es un gran desconocido y es un sitio espectacular. Se llama así porque la dueña tenía sus caprichos, entre comillas, y creó dentro desde un templo romano hasta una pequeña zona de batallas navales, panales de abejas, un pequeño lago con inspiración japonesa... Es un sitio en el que cada dos pasos tienes un secreto fascinante.

También el Templo de Debod, que mucha gente no ha entrado. Me hace mucha gracia, porque pasó de la noche a la mañana a convertirse, obviamente, en el edificio más antiguo de Madrid, porque tiene 4.000 años, aunque no sea de aquí.

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