Valeria Ros: "Todavía no está acostumbrado el público a escuchar hablar a una mujer con total libertad"
Entrevista con la humorista y colaboradora de 'La Revuelta', que participa en la primera temporada de La Sala Comedia By Domino’s.
En Madrid igual no te encuentras con tu ex, pero sí es posible hacer humor sobre él. Valeria Ros lo demostrará próximamente, el 11 de noviembre, junto a Miguel Campos en el marco de la primera temporada de La Sala Comedia By Domino’s, un ciclo de comedia en Madrid que también cuenta con nombres como Ignatius Farray, Vanesa Valero, Álvaro Carmona, o Asaari Bibang, entre otros.
La humorista vasca, de 38 años, celebra los formatos stand up de este tipo, que supongan un soplo de aire fresco, igual que lo es La Revuelta para RTVE. "Creo que la televisión gana cuanto más variado sea todo", afirma la colaboradora del programa de David Broncano.
La cómica, que en realidad quería ser actriz, desde luego no deja indiferentes a los espectadores y basta echar un vistazo a sus redes sociales para ver mensajes que llegan a tener un tono feroz. Frente a esto, procura no leer críticas a su trabajo si no son constructivas y ha llegado a un punto en el que su mantra es "no leas nada, trabaja, hazlo lo mejor posible y p'alante".
¿Qué puedes contar de tu show en La Sala Comedia By Domino's? ¿Qué le espera al que vaya a verte?
Esto es algo nuevo, es una actuación que voy a hacer con Miguel Campos. Le conozco desde hace muchísimos años, empezamos juntos en comedia y cuando hemos hecho algo juntos hemos funcionado muy bien contando anécdotas amorosas. Se llama Batería de exnovios: básicamente es como un formato de stand up con cosas relacionadas con ello, cómo nos llevamos con nuestros ex, y luego vamos a hacer una batalla. Miguel propondrá como cinco tipos de ex que tiene él reales y yo mis cinco y vamos a contando anécdotas de cada uno. Habrá impro y habrá interacción con el público, veremos con aplauso con quién deberías volver o no. Eso es un poco lo que vamos a hacer en el WiZink.
¿Crees que hacen falta más iniciativas como ésta?
Por supuesto que sí, todo lo que sea crear un formato nuevo con algún compañero o compañera me divierte todo. Creo que toda la originalidad y creatividad que metamos en el stand up, ahora que se ha puesto un poco de moda, hay que aprovechar el tirón.
¿Hay algún cómico con quien sueñes compartir una experiencia parecida?
La verdad es que te diría que este tipo de formato estoy tan acostumbrada a hacerlo que me divertiría hacerlo con cualquiera. Es bastante interesante, al final hay un punto en el que trabajas por tu lado, pero luego lo unes con esa persona y crece. En el stand up, que estamos tan acostumbrados al monólogo solitario, a la soledad de la comedia, cuando de repente te juntas con un compañero o compañera es una delicia trabajar.
¿Sientes más nervios en sala o en la tele? ¿O nada de nervios?
Bueno, mucho más en la tele. Al final en sala es un producto que he creado yo, lo dirijo yo, lo he escrito yo y lo llevo por donde yo quiero, entonces es algo muy, muy personal. La libertad que, por lo menos hablando de mí, tengo en el escenario es adrenalina; algo de nervios siempre hay, pero siempre tienes esa situación de que es tu producto, que es tuyo y puedes irte a cualquier lado, cosa que al final en la tele o en la radio estás en equipo y te tienes que limitar a unos minutos... Eso es menos divertido.
¿Tienes alguna superstición o tradición antes de salir al escenario?
Uf, tenía, tenía. Me llevaba la cinta de la virgen del Pilar, que me la compré cuando fui a Zaragoza, a todos los casting y luego a los escenarios, pero ya hace mucho. He pasado por demasiados bolos y pierdo todo, entonces creo no hay rituales pero porque no tengo orden. Me los he ido dejando por el camino.
¿Estamos en un buen momento de la mujer en el humor o todavía queda por recorrer?
Yo creo que todavía queda. Sí creo que por supuesto es el momento en el que más cómicas he visto hacer material con libertad. Sobre todo he visto el cambio en las mujeres que tengo alrededor, incluso en mí, pero luego en el público hay veces que todavía flaquea. Todavía no está acostumbrado el público a escuchar hablar a una mujer con total libertad, ahí hay mucho prejuicio inconsciente a veces. Hay una gota de rechazo en un primer momento para muchas personas; otras han evolucionado y no. Pero creo que estamos abriendo camino.
¿Qué tal llevas las críticas y qué tal te llevas con las redes sociales? ¿Cómo lo gestionas?
La verdad es que no me llevo muy bien, intento no leer nada. En algún momento te pierde la curiosidad, pero vamos, cuando hay audiencias grandes o un tema que es prohibitivo, que es Twitter, ahí yo a no ser que sea crítica constructiva, ¿para qué? Al final no dejamos de ser artistas, vivimos del público y no queremos que nos trasladen inseguridad gente que no te está hablando desde el corazón o que no tienes ni idea de quién es.
Para mi gusto, creo que sólo se lee cuando es constructivo y como es muy difícil que en redes se filtre algo constructivo, es mejor verte tú con tu propio juicio y experiencia, hablar con amigos. Las críticas, cuando hay éxito del programa o en lo que estés haciendo, pues van a ser mucho más abundantes... para que en algún momento tengas que leer cosas que te hacen daño, no estoy muy a favor.
¿Y contestas, borras mensajes o lo dejas estar y ya está?
En mi recorrido profesional he hecho absolutamente de todo. De meterme y obsesionarme con una cuenta concreta, de repente hay una y es como 'venga, pues vamos a hacer un directo en Instagram, ¿te apetece que quedemos y me lo dices?', como batalla virtual, pero supermediocre (se ríe). En el punto en el que estoy, por lo menos ahora mismo, es 'no leas nada, trabaja, hazlo lo mejor posible y p'alante'.
¿A la tele en abierto le hacía falta un programa como es La Revuelta?
Claro que hacía falta, creo que hace falta cualquier formato nuevo. En la tele en abierto ahora para muchísimos espectadores, seguramente mayores, es aire nuevo. Luego habrá mucha gente que se sienta representada por este nuevo formato y creo que la televisión gana cuanto más variado sea todo. Así que sí, por supuesto que le hacía falta, no era una obligación, pero que ha ayudado yo creo que sí.
Estos días se ha abierto debate con la reflexión que hizo Paz Vega sobre la pregunta de '¿más racista o más machista?'. ¿Qué piensas tú, es necesario plantearla?
Cuando escuché a Paz Vega dije 'es que tiene un punto de razón'. Es verdad, como que mucha de las personas que pasaban inconscientemente se justificaban diciendo 'no soy racista porque trabajo con gente de otros países", pero de machistas al final todos tenemos algo, es como 'ya, pero también tienes madre'. Sí que podemos estar cayendo en el punto de 'ya no queda mal decir que un poco lo soy y con eso ya me libro y no trabajo en ello'. Ha habido un paso grande que es el de por lo menos reflexionar sobre el tema y decidir que sí lo eres y decirlo en alto y luego hay otro punto de 'vale, de la teoría a la práctica, ¿cómo hacemos esto?'. Me pareció un buen argumento el de Paz. Todo lo que dé para reflexión, para una vuelta más, es positivo. Sólo el hecho de que Paz lo haya puesto sobre la mesa y que la gente piense sobre ello ya es bueno.
¿Hay alguna pregunta que harías tú a los invitados? ¿De alquiler o propietario?
(Se ríe) Eso ya se lo dejo a Broncano, porque es tan suyo eso. Yo cuando he hecho entrevistas también pregunto cosas totalmente loquísimas, que me gusta hacer también preguntas que no tengan nada que ver con lo que vienen. En La Revuelta me centro en hacer mi sección y a disfrutar de la entrevista.
Tu vocación inicial era la de actriz, ¿lo sigue siendo? Y en ese caso, ¿tienes algún proyecto soñado?
Esa era mi idea y la comedia me ha quitado el mono de por lo menos trabajar en algo artístico, porque lo que quería era ser actriz porque para mi mente era lo único que concebía como algo artístico en ese momento. Cuando empecé a hacer monólogos se me quitó bastante el gusanillo porque ya estaba como vinculada a ello y viviendo de ello. Pero sí, de hecho si me salen castings o hago algún cameo soy superfeliz. Es ficción, es otra experiencia y vamos, si en algún momento se puede hacer una película... Mi sueño es hacer un papel prota en un peliculón, por supuesto.
¿Un dramote o comedia?
Yo creo que se pueden hacer las dos cosas, la comedia no deja de ser un poco de drama. Para empezar, una opera prima con un mix y luego ya como si quieres terror, ya hago lo que sea (se ríe).
Para cerrar la entrevista; ¿cuál es tu pizza favorita y a quién le mandarías una?
La mía es la de champiñones, creo que es la capricciosa, la de jamón, queso y champiñones. Y se la enviaría a mi abuela, que le encanta la pizza, siempre que estamos juntas en algún momento de noche siempre tira de 'vamos a llamar'. Hace mil años tomábamos siempre una pizza de merienda como un día a la semana.