'Sálvese quien pueda', un antídoto contra el aburrimiento cargado de surrealismo
Netflix estrena este viernes el 'reality' con ocho colaboradores de ‘Sálvame’.
“Sobre todo es sonreír, quitarse de problemas, evadirse”. Así define Belén Esteban Sálvese quien pueda, el nuevo docureality de Netflix con ocho colaboradores históricos de Sálvame. Lydia Lozano, Terelu Campos, Kiko Matamoros, María Patiño, Víctor Sandoval, Kiko Hernández, Chelo Garcia-Cortés y la propia Esteban se embarcan en un rocambolesco y surrealista viaje para buscar trabajo que primero los llevará a Miami y a México.
Para disfrutar de la segunda parte del viaje todavía habrá que esperar a enero, pero los tres capítulos grabados en Miami se estrenan este viernes a las nueve de la noche, un horario de prime time poco habitual en la plataforma, que suele estrenar todos sus contenidos a primera hora de la mañana. La ocasión lo merece ya que Sálvese quien pueda poco tiene que ver con otro productos de Netflix, aunque sea inevitable acordarse de Paquita Salas en muchos momentos del reality.
En los tres primeros episodios no faltan los ingredientes que convirtieron a Sálvame en uno de los programas más vistos de la televisión española. Broncas, llantos, carcajadas y un buen puñado de surrealistas escenas con los ocho colaboradores que trasladan su esencia al otro lado del charco con un único objetivo: entretener y hacer pasar a los espectadores un buen rato.
“Si simplemente conseguimos que durante esos tres capítulos os descojonéis, yo os juro que ya no quiero pedir nada más porque es lo único que queremos conseguir”, aseguró María Patiño durante la merienda de presentación del formato. La colaboradora define el reality como “una gran escena cómica de personas que han decidido dar parte de su vida para entretener a la gente”, mientras que Chelo García-Cortés cree que “es el cóctel perfecto para seguir riendo y para seguir divirtiéndose”.
A pesar de que los colaboradores solo tienen buenas palabras para el programa, Kiko Matamoros no se corta a la hora de decir que “es un desatino televisivo, un dislate, pero divertido y cojonudo”. “Yo le pregunté a un cámara, ‘¿si nos viera un australiano qué pensaría?’, y el cámara me dijo ‘es que sois como Mr. Bean multiplicado por once’ y es que es así y además es que yo no he visto a nadie disimular”, bromeó Patiño.
Lo cierto es que Patiño se abre en canal durante los tres capítulos, mientras que Lydia Lozano vuelve a ser la gran vapuleada por sus compañeros, aunque Terelu Campos amenaza con adelantarla por la derecha. “A ver, yo no voy a engañar y ha habido broncas, pero lo que tengo que decir es que he venido queriendo mucho a mis compañeros, muchísimo más que cuando me fui”, confesó Esteban en la presentación.
"Parece mentira pero no conoces a los compañeros hasta que no sales fuera y convives con ellos, y duermes con ellos, y ves cómo roncan y cómo se despiertan", aseguró Kiko Hernández. Lo cierto es que los ocho colaboradores se entregan a la causa y muestran sus vergüenzas, sus miedos y se dejan grabar sin filtros ya sea en la playa o en albornoz en el hotel.
El humor y la esencia de Sálvame
¿Está hecho Sálvese quien pueda para los fans de Sálvame otros tipos de público? La intención tanto de creadores como de los protagonistas es que cualquiera encienda la tele para evadirse durante un rato y reírse a carcajadas. La vocación de divertir, además de salir de manera natural, también es una decisión consciente evidente en los tres primeros capítulos, donde los colaboradores no dudan en sacarse de quicio entre ellos para disfrute del público.
"Creo que hemos mirado hacia atrás con perspectiva y desde una posición que podía ser incómoda y todos hemos entendido este reto profesional que se nos ha dado como un regalo y como una oportunidad de volver a estar al lado de la gente que nos ha querido, que nos ha odiado, que nos ha entendido o que no lo ha hecho, pero en definitiva de nuestro público, de la gente, de millones de personas que nos echan de menos. Creo que ha habido un entendimiento por parte de todos de lo que éramos de lo que queríamos ser y de proyectar", explicó Matamoros.
Unos fans que han dicho por activa y por pasiva que echan de menos Sálvame y para muestra la infinidad de comentarios que se han publicado estos días sobre cómo estarían comentado la actualidad los colaboradores si el programa siguiera existiendo. Pueden respirar tranquilos, porque la esencia del formato se mantiene en todo momento.
"La gente que nos ha seguido va a encontrar la esencia de Sálvame y a los detractores les va a encantar también porque van a encontrar muchísimos motivos para sacarnos la piel a tiras", bromeó Terelu Campos en la presentación. Parte de ese legado del programa de Telecinco reside en la espontaneidad y la improvisación y, aunque es evidente que parte del formato está guionizado, también parece claro que los protagonistas han tenido que enfrentarse al "factor sorpresa".
De hecho, el propio Kiko Matamoros asegura que no tenían "ni puñetera idea" de lo que iban a hacer antes de salir del hotel. Ya fuera darse un paseo en yate con un invitado sorpresa, un brunch, una cabezada en el autobús o una excursión para ver cocodrilos. Todos coinciden, además, en que los ocho colaboradores son los que tenían que estar, aunque coinciden en que falta una persona en el grupo: Mila Ximénez.
'Chicos Netflix' que miran al futuro
El final de Sálvame, aunque rumoreado desde hacía meses, tuvo un punto traumático tanto para los espectadores que se enganchaban a la tele cada tarde como para los propios colaboradores. Los ocho protagonistas emprendieron la grabación de Sálvese quien pueda “desgastados” tal y como ha confesado María Patiño, que ha querido poner en valor la entrega de sus compañeros. “Cuando yo he visto a esta gente hacer lo que saben hacer que es entretener digo ‘hostia, qué suerte tengo en la vida’. Si los admiraba a todos, ahora me pongo de rodillas”, aseguró emocionada.
Primero Miami, luego México y... ¿después? Tanto Netflix como los ocho colaboradores han promocionado a lo grande Sálvese quien pueda, por lo que desde hace días sobrevuelan los rumores de una segunda temporada. A pesar de que en la presentación Esteban insistió en no decir “nada, nothing”, todos manifestaron que les gustaría que el proyecto no se quedara en esta primera temporada. “Sálvame es carpetazo y gracias a La fábrica de la tele y a Netflix estamos ahí, y lo que queda por ver, porque esto no se acaba con la primera temporada”, vaticinaba Esteban, que no ha dudado en calificarse como ‘chica Netflix’.
Algunos como Patiño confesaban que les gustaría que “evolucionara a otra cosa”, mientras que Matamoros asegura que quiere “trabajar poco” porque es mayor y “si esto se puede hacer cada seis meses sería cojonudo”. Lydia Lozano va un poco más allá: “Me encantaría que fuera una plataforma que arriesgase, como se va a hacer OT en directo. Me encantaría que se arriesgase porque hay mucha gente que ha visto Sálvame a través de Mitele a las 2 de la mañana, que yo he recibido los mensajes. Me encantaría hacerlo en esta plataforma y que la gente lo viese a la hora que le dé la gana y que lo comentase por Twitter o por Instagram. Me daría la vida”.
Por ahora, toca disfrutar del viaje surrealista que han vivido los ocho colaboradores y del que Mediaset se lleva parte de los beneficios ya que La fábrica de la tele está participada por la corporación. Preguntada al respecto en la presentación, La Patrona —como quiere que la llamen a partir de ahora— no se ha podido reprimirse: “Todo el dinero que va a ganar Mediaset este año es por Netflix no por lo que hacen. Así de claro”. Como canta Rigoberta Bandini en la cabecera del reality: “Me voy a Miami Beach”.