'Oppenheimer' triunfa en los Oscar con siete premios y Emma Stone gana su segunda estatuilla
'La sociedad de la nieve' y 'Robot dreams' se van de vacío de una gala marcada por el fenómeno 'barbenheimer'.
Partía como favorita y Oppenheimer se ha consagrado ganando el Oscar a la Mejor película. La cinta sobre el creador de la bomba atómica se ha llevado siete premios, entre ellos también el de Mejor dirección para Christopher Nolan, que consigue por fin la estatuilla dorada.
Oppenheimer ha sido la cinta más premiada de esta edición seguida de Pobres criaturas, con cuatro premios, y también ha coronado a Cillian Murphy como Mejor actor, a pesar de que la categoría ha estado abierta hasta el último momento entre él y Paul Giamatti. Finalmente, la balanza se ha inclinado del lado del irlandés por dar vida a Robert Oppenheimer. El intérprete, que ha reconocido que ha subido a recoger el premio bastante "abrumado", ha querido dedicar su galardón a "todos los que luchan por la paz".
Tampoco estaba clara la victoria de Emma Stone ya que Lily Gladstone era la favorita en los inicios de la carrera por el Oscar, pero la protagonista de Pobres criaturas se ha impuesto y ha conseguido su segunda estatuilla por dar vida a Bella Baxter, un personaje que va camino de convertirse en un icono. Stone ha subido emocionada y sorprendida al escenario, y con el vestido roto.
En las categorías de reparto no ha habido sorpresas: Robert Downey Jr. y Da'Vine Joy Randolph han conseguido su primera estatuilla por Oppenheimer y Los que se quedan respectivamente.
A pesar de que en esta edición había presencia española, las películas nacionales no han conseguido llevarse ningún Oscar. La sociedad de la nieve no ha logrado imponerse en Mejor maquillaje y peluquería ni en Mejor película internacional, que ha ganado La zona de interés de Jonathan Glazer. No ha habido suerte tampoco para Pablo Berger, que ha visto cómo El chico y la garza se llevaba el Oscar a la Mejor película de animación y se lo arrebataba a Robot dreams.
La gala ha arrancado con referencias a las huelga de actores y guionistas que pusieron patas arriba Hollywood en un año difícil para la industria que Jimmy Kimmel no ha querido pasar por alto. Tampoco se ha olvidado del fenómeno cinematográfico del año, Barbie, y de la no nominación de Greta Gerwig y Margot Robbie.
La ceremonia, bastante más ágil que en anteriores ediciones, dejó espacio para alguna anécdota como la aparición de John Cena prácticamente desnudo para presentar el Oscar a Mejor vestuario o la orquesta tocando Barbie Girl, de Aqua.
El gran número musical de Ryan Gosling
Apuntaba maneras para ser el gran número musical de la noche y así ha sido. Ryan Gosling ha interpretado I'm just Ken en un despliegue de fantasía rodeado de decenas de Kens y del célebre guitarrista Slash. Un despliegue que puso en pie al Teatro Dolby ya que Gosling no dudó en sacar a cantar a su compañeras Margot Robbie y America Ferrera, pero también a otras actrices como Emma Stone, ganándose la ovación del patio de butacas.
Antes de Ken, la primera nota musical de la gala llegó de la mano de Scott George and the Osage Singers al interpretar Wahzhazhe (A Song For My People), de Los asesinos de la luna, mientras que de las primeras lágrimas se encargó Billie Eilish. La artista interpretó What Was I Made For, que terminó llevándose el Oscar a la Mejor canción original, emocionando a todo el auditorio.
También se encargaron de amenizar la velada Jon Batiste, que interpretó al piano It Never Went Away, y Becky G, que puso la nota latina con The Fire Inside, que forma parte de la banda sonora Flamin Hot: La historia de los Cheetos picantes.
Las alusiones a Ucrania y Palestina
A pesar de que no ha sido una gala demasiado reivindicativa, sí ha habido menciones a la guerra de Ucrania y a los ataques de Israel a Palestina. La primera ha llegado de la mano de Mstyslav Chernov, que se ha llevado el premio al Mejor documental por 20 días en Mariúpol, que narra el asedio a la ciudad por parte de las tropas rusas.
"Probablemente soy el primer director en este escenario que haya dicho que ojalá nunca hubiera hecho esta película", ha declaro el director, que ha denunciado la invasión rusa y la situación que está viviendo el pueblo ucraniano.
También ha aprovechado su discurso para hacer una reivindicación Jonathan Glazer, que ha conseguido el Oscar a la Mejor película internacional con La zona de interés, que narra el Holocausto desde el punto de vista impasible de una familia nazi.
"Nuestra película muestra la peor versión a la que conduce la deshumanización. Estamos aquí como hombres que refutan que el judaísmo y el Holocausto están siendo secuestrados por una ocupación que ha desembocado en un conflicto que ha afectado a tanta gente inocente", declaró Glazer al recoger su premio haciendo alusión a los ataques de Israel en la franja de Gaza durante los últimos meses.
Una alfombra cargada de lentejuelas y pantalones campana
Este año la mayoría de actrices han evitado los colores vibrantes que triunfaron otros años y han triunfado las lentejuelas y los tonos plateados y dorados. Ha habido algunas excepciones como el verde agua de Emma Stone, el terciopelo negro de Carey Mulligan, el escultórico Schiaparelli de Sandra Hüller o la delicadeza del Loewe blanco y negro de Greta Lee.
En el apartado masculino, los años setenta han estado muy presentes en la alfombra con los pantalones acampanados como tendencia clara. Es el caso de Bradley Cooper o Colman Domingo.
También ha habido espacio para la reivindicación de manera obvia como a través de las chapas que pedían un alto en fuego en Palestina, pero también de manera más orgánica. Es lo que ha hecho Lily Gladstone, que ha lucido un diseño de Gucci elaborado en colaboración con el artista nativo americano Joe Big Mountain.
Y como en buena alfombra roja que se precie, también ha habido espacio para las anécdotas como la caída de la actriz Liza Koshy que reaccionó de la mejor manera posible, o el carpetazo a Barbie de Margot Robbie, que abandonó el rosa por un sobrio Versace negro manifestando un cambio de era.