Qué desafíos le esperan a Ernest Urtasun como ministro de Cultura
El catalán ocupará una de las cinco carteras que Sánchez ha otorgado a Sumar y tomará el relevo del socialista Miquel Iceta.
Con un perfil de economista y diplomático, Ernest Urtasun se pondrá al frente del ministerio de Cultura del nuevo gobierno de Pedro Sánchez. El catalán ocupará así una de las cinco carteras que Sánchez ha otorgado a Sumar y tomará el relevo del socialista Miquel Iceta. No tomará, eso sí, las riendas de Deporte, que pasará a formar parte del Ministerio de Educación, de Pilar Alegría.
Urtasun fue uno de los eurodiputados que luchó en Europa contra la ley del Copyright que podría haber limitado la expresión internet, se ha mostrado abiertamente antitaurino y, como muestra de su relación con la cultura, ha escrito en más de una ocasión como colaborador invitado en la revista Rockdelux.
Ante esta nueva legislatura, Urtasun tendrá que hacer frente a los retos que dejó a medio camino Miquel Iceta como culminar Estatuto del Artista, con medidas como el reconocimiento de la intermitencia laboral o el estado de los autónomos, la Ley del Cine y la Cultura Audiovisual, que se vio afectada por el adelanto electoral, o la reforma del INAEM, entre otros.
El Estatuto del Artista
Aprobado hace ya cinco años, en 2018, estas medidas que buscan modificar la normativa labora, tributaria y de la Seguridad Social relativa a la situación profesional de creadores, artistas y profesionales de la cultura ha estado sometida a constantes retrasos. En 2021, Iceta puso en marcha la comisión interministerial para desarrollar las distintas medidas.
Entre las ya aprobadas se encuentran la compatibilidad del cobro de la pensión de jubilación con la percepción de ingresos por continuar desarrollando actividad artística y la prestación especial por desempleo para los trabajadores culturales por cuenta ajena, que tenía en cuenta por primera vez la intermitencia de contratos en el sector.
Sobre la mesa está por ejemplo la prestación por cese de actividad que reciban los trabajadores autónomos del sector y las acotaciones del mismo, especialmente para los dedicados a las artes escénicas, así como la modificación de las cuotas del autónomos a los profesionales del sector.
La Ley del Cine
El adelanto electoral del 23-J truncó las posibilidades de Iceta de llevar a cabo esta iniciativa, cuyo proyecto de ley fue aprobado en diciembre de 2022. El Proyecto de Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual, busca sustituir el de 2007, teniendo en cuenta el nuevo escenario en el que predominan las plataformas de streaming.
Asimismo, según se recoge en el texto del proyecto de ley, "considera que el Fondo de Protección a la Cinematografía y al Audiovisual reservará siempre un porcentaje significativo de su dotación exclusivo para la actividad cinematográfica, aunque incluya otras formas audiovisuales, como series".
Este proyecto de ley recoge un especial énfasis a la producción independiente a la que dice que "se destinarán mayoritariamente las ayudas", algo que generó cierto rechazo por parte de buena parte del sector. Del mismo modo, a nivel global busca "fortalecer toda la cadena de valor del tejido creativo e industrial" a nivel nacional e internacional teniendo en cuenta el contexto de transformación digital.
También recoge la entrega de un 35% de la dotación de ayudas a los productos audiovisuales creados por mujeres.
La ley recoge también la creación del Consejo Estatal de la Cinematografía y la Cultura audiovisual, una entidad público-privada en colaboración con el ICAA en el que, entre otras medidas para igualar a las plataformas de streaming "se incluye la declaración por parte de las prestadoras del servicio de comunicación audiovisual (plataformas) de los datos de visionado de obras audiovisuales, al igual que hacen las salas de exhibición".
Del mismo modo, se pretende regular la implicación de televisiones públicas, privadas y plataformas las producciones audiovisuales.
La reforma del INAEM
La institución estatal dedicada a las artes escénicas y la música lleva años enfrentándose a críticas por su burocratización, retrasos en los pagos, las condiciones laborales de los técnicos contratados por la misma y centralismo de la producción escénica (con las polémicas de las giras del Centro Dramático Nacional), entre otras, y su reforma es una propuesta que se ha ido postergando durante varios años pese a la aprobación de una ley propia en 2018, cuando la cartera la ocupaba el fallecido José Guirao.
Desde el sector de Urtasun, concretamente desde IU, ya mostraron a finales de 2022, "preocupación por los problemas internos" dentro de la fundación pública que integra las distintas disciplinas y avisaron de que el proyecto de reforma podría llevar a la privatización.
De hecho, Getsemaní de San Marcos, bailarina y responsable del programa de Cultura de Sumar, avisó que el INAEM "es un modelo agotado", y que requiere una legislación propia ya que "es el único modo de darle una mayor seguridad jurídica al unificar todas las necesidades de funcionamiento de las artes escénicas".
También quedó fuera de plazo por el adelanto electoral el anteproyecto de ley que regula y "equipara" a la Fundación del Teatro Real con otras "grandes instituciones" españolas como el Museo del Prado o la Biblioteca Nacional de España.
Ley de Mecenazgo
La Ley de Mecenazgo también se trata de una tarea pendiente que se ha ido pasando de ministro a ministro al frente de la cartera de cultura, sin que se haya producido ningún avance, pese a ser aprobada su modificación el pasado mes de abril. El adelanto electoral también la dejó pendiente de ser revalidada en el Senado.
Este proyecto incorpora la prestación de servicios como nuevo mecanismo de colaboración con las ONG y permite una contraprestación de un máximo de 25.000 euros, e incrementa los porcentajes de deducción de la normativa vigente desde hace 21 años.
Del mismo modo, también queda en las tareas pendientes del Documento de Buenas Prácticas en los museos, por el cual los directores de centros de arte y museos no sean designados a dedo y se cuente con un jurado público que valore los currículums probados.
El bono cultural joven
La prórroga del Bono Cultural Joven también queda en las tareas para Urtasun, que si sigue el programa de Sumar, proponía la ampliación hasta los 30 años, que podría sustentarse en una propuesta de aumento de los presupuestos en cultura durante los próximos cuatro años en un 1%.