La OCU alerta sobre las estafas y abusos más comunes de los festivales de verano
Cada año se reciben multitud de denuncias a estos eventos por su organización, la reventa de entradas o el pago con pulseras.
Llega el verano y con él la ansiada temporada de festivales. Estos eventos, cada vez más comunes en cada provincia española, reúnen a miles de personas amantes de la música, de la fiesta o de ambas, que buscan vivir durante varios días una experiencia inmersiva.
En España hay más de 120 festivales a lo largo del año, pero con la proliferación de los mismos, especialmente en la época estival, lo hace también un aumento de denuncias a organizaciones de consumidores sobre su organización, el precio de las entradas, el aforo o el pago en los mismos.
Por este motivo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recopilado en una guía los abusos estafas más comunes en los festivales para que los que asistan a ellos estén informados y puedan reclamar sus derechos.
En primer lugar señalan que cualquier modificación en el cartel, como cancelaciones y cambios de horario deben ser avisados con "suficiente antelación". Además, apuntan que en caso de cancelación "no basta con que devuelvan en precio de la entrada, sino también deben reintegrar los gastos de gestión y compensar a los usuarios por los daños y perjuicios que se les pueda causar".
También piden acabar con la reventa online, tan frecuente tanto en festivales como en macroconciertos, especialmente aquellas con precios abusivos, ya que dicen que el recargo no puede superar" el 20% del precio". "Queremos que se regule, se obligue a verificar la validez de las entradas y se impida que se desvíen miles de entradas de las webs oficiales al mercado de la reventa", enfatizan.
Otro punto conflictivo cada año son las pulseras y el método cashless extendido en la mayoría de festivales, algo que dicen que es contrario a la normativa de consumo ya que esta "obliga a aceptar siempre el efectivo como medio de pago". También critican el cobro abusivo de comisiones para la carga y el reembolso de las cantidades de la pulsera, algo que se ha demandado años anteriores.
Además de reclamar agua potable, algo que se cumple ya en la mayoría de eventos pero que hay que seguir vigilando, reclaman flexibilidad con las normativas de acceso con comida y bebida. "Habría que ser más flexible, y permitir a los asistentes la salida y entrada temporal del espectáculo para poder consumirlas", señalan. Del mismo modo, critican el "falso greenwashing", que se lleva a cabo con los vasos reutilizables de plástico, "que cobran muy caros y no se reutilizan".
Otro punto conflictivo es el aforo y la distribución de los espacios, algo que se ha denunciado especialmente en grandes festivales en los últimos años, en los que, por ejemplo, hay una única zona de baño en el centro del recinto, dificultando el tránsito.
También en lo últimos años se han cancelado numerosos eventos bajo la premisa de que "no se garantizan las condiciones de seguridad ni de evacuación adecuadas para un evento de estas características", ante lo que exigen el control del aforo máximo permitido desde la venta de las entradas.