La escena de Lady Di en 'The Crown' que hace pensar inevitablemente en Meghan y Harry
Los primeros episodios de la última temporada ya están disponibles en Netflix.
La princesa Diana de Gales es la protagonista absoluta de la primera parte de la última y sexta temporada de The Crown, que se ha estrenado este jueves en Netflix. Los cuatro primeros episodios de la serie abordan la vida de Lady Di tras el divorcio, el acoso de los paparazzi y, finalmente, su muerte el 31 de agosto de 1997 en París.
En los capítulos previos al accidente se relata ampliamente la persecución que sufrió Diana de Gales en los últimos meses de su vida, donde fue imposible que hiciera una vida relativamente normal ya que se encontraba una masa de fotógrafos que llegaban incluso a impedirle el paso allí donde iba.
Su noviazgo con Dodi Al Fayed no hizo más que aumentar el interés que despertaba y los tabloides, especialmente los británicos, se peleaban por conseguir nuevas fotos de la pareja durante sus vacaciones en las rivieras francesa e italiana. En este contexto, la serie aborda la angustia y el deseo de libertad de la princesa en una escena en la que Lady Di y el millonario egipcio pasean por Montecarlo tomando un helado.
En un brevísimo momento de calma, Diana de Gales y Al Fayed charlan sobre sus deseos, sobre llevar una vida normal y es ahí cuando la princesa manifiesta un deseo que le ronda la cabeza: dejar Inglaterra por otro lugar donde llevar una vida tranquila sin que nadie la reconociera.
Entre los posibles destinos, la princesa menciona California, donde Al Fayed pasaba largas temporadas como productor de cine. La escena hace pensar inevitablemente en el príncipe Harry y Meghan Markle, que cambiaron Londres precisamente por California al dejar la familia real.
Las razones de los duques de Sussex para mudarse a Montecito fueron precisamente el acoso de los paparazzi, el racismo de los tabloides y el miedo a que Meghan Markle terminara como Diana de Gales.
En los últimos meses, el príncipe Harry ha hablado largo y tendido de su nueva vida en California, asegurando que vivir allí le permite hacer cosas con sus hijos que sería impensables en Inglaterra como pasear con ellos por la playa o en bici.