La emblemática costumbre de cada Navidad en España que fue traída por los soldados de los Tercios
La Navidad en España está repleta de tradiciones que se han ido construyendo a lo largo de los siglos, muchas de ellas con raíces históricas fascinantes. Una de estas costumbres es la exquisita variedad de dulces típicos que llenan de sabor y tradición las mesas festivas.
Desde los turrones, con su origen en la región de Alicante, hasta los mazapanes de Toledo y los mantecados de origen andaluz, cada bocado cuenta una historia que conecta el pasado con el presente. Otro famoso dulce es el popular roscón de reyes, cuya historia se vincula directamente con los soldados de los Tercios españoles, que llevaron esta práctica desde Flandes hasta el corazón del Imperio español.
Aunque el origen del roscón puede llegar hasta las Saturnales romanas, una festividad pagana en honor a Saturno, fue en el contexto cristiano y gracias a los Tercios que esta tradición adquirió un nuevo significado. Los Tercios, desplegados en los Países Bajos durante los siglos XVI y XVII, adoptaron la costumbre de esconder un haba dentro de un pastel o rosca. Quien encontraba el haba era simbólicamente coronado “rey".
Su llegada a España
Esta práctica se trasladó y arraigó en España al regreso de estos soldados. La tradición comenzó a formar parte del festejo navideño en los hogares españoles. Con el tiempo, el haba se mantuvo como elemento simbólico dentro del roscón, al que se le añadió también una figura que representa al Niño Jesús, convirtiéndose en un elemento esencial del día de Reyes.
La tradición del roscón ha perdurado hasta nuestros días, convirtiéndose en un símbolo de unión familiar y alegría en las fiestas navideñas. Su presencia en las mesas españolas cada 6 de enero es una tradición que se ha adaptado y sobrevivido a lo largo de los siglos.