Iván Ferreiro: "Me molesta que se diga que Tanxugueiras es música folclórica y que Blanca Paloma no"

Iván Ferreiro: "Me molesta que se diga que Tanxugueiras es música folclórica y que Blanca Paloma no"

El cantante gallego presenta 'Trinchera pop', su primer trabajo con temas inéditos en siete años.

Iván Ferreiro durante la entrevista.Patricia Donohoe

Iván Ferreiro es uno de los veteranos de la industria musical que rehúye de los carteles de sold out, de una carrera a base de singles y de tener como objetivo final llenar un WiZink Center en el que hacer un homenaje a sus más de 30 años de carrera. 

Precisamente por eso, como un artesano de la música, ha tardado siete años en publicar un disco con temas nuevos —entre tanto han nacido el disco de versiones de Golpes Bajos, Cena recalentada (2018), y 15 años entre canciones para el tiempo y la distancia (2019)—. Esta Trinchera pop que llegó a tiendas y plataformas este viernes 10 de marzo no es una guerra contra nadie, según el propio artista, sino con él mismo y su autoexigencia por sacar "lo mejor de él". 

Para este disco, Ferreiro ha contado con una única colaboración —sin tener en cuenta la labor de su inseparable hermano Amaro en todo el proceso en el estudio— la de Tanxugueiras. Defensor del conjunto galego en el Benidorm Fest 2022, no acaba de ver el flamenco de artistas como Blanca Paloma como representación nacional. "Me molesta que se diga que Tanxugueiras es música folclórica y que Blanca Paloma no, y es mucho más folclórico", se queja y asegura que, aunque le gusta el flamenco, "Blanca Paloma está mucho más trillado".

Ferreiro no se corta ni al hablar de la industria ni de las perversiones que hay en ella ni de las prácticas que no comparte con sus compañeros, como anunciar a bombo y platillo los sold outs. "Igual de desagradable que sacar una polla es decir 'no, lo he vendido todo", se queja.

Su abultada experiencia y su lista de éxitos asegura que le permite vivir más "tranquilo" e incluso salir a girar sin necesidad de crear continuamente. También hacer ciertas cosas como lo que ha hecho para Trinchera pop como reutilizar vinilos.

Has utilizado fundas de discos reciclados para hacer este nuevo trabajo, el primer nuevo trabajo en siete años, porque te diste cuenta de que se estaba gastando demasiado en formato físico. ¿Qué te llevó a hacer clic?

Era más que nada llevar una idea que teníamos ya en el propio disco, que era el reciclar la música. Max Ritcher cuando hizo lo de Vivaldi [recomposición y reinterpretación de Las cuatro estaciones], que luego acabamos utilizando nosotros, estaba haciendo como una especie de metáfora sobre reutilizar música, como diciendo "oye, si podemos reutilizar a Vivaldi, podemos reutilizar los plásticos, podemos reutilizar el cartón". 

Realmente Paula Marín, que es la que se encarga de nuestras portadas y nuestros diseños, ya nos lo propuso antes y nos dijo que sería muy guay que ya que el disco tiene esa cosa de reciclar música, pues reciclar cartón. Nos hubiera gustado poder fundir los vinilos y hacer vinilo nuevo con eso, pero se ve que técnicamente no es posible.

Creo que es más un gesto que una cosa real, ¿no? Porque no creo que por coger 4.000 discos vayamos a solucionar nada. Pero sí creo que los gestos al final sirven para que pensemos sobre ello. Y por lo menos Max Richter, cuando hizo ese disco, me hizo pensar sobre el reciclaje y sobre cómo consumo y cómo gasto, qué tiro y qué no tiro.

¿Y con qué joyas te has encontrado buscando entre los vinilos?

Pues de todo. Había música alucinante, había mucha música muy buena, pues desde discos como Eres tú de Mocedades, que es un disco que yo le di muy duro cuando salió. Había discos de Tequila, de la Década Prodigiosa, había recopilatorios, discos de flamenco, había discos luego de artistas que no conocía y que no había visto nunca en mi vida, discos de Disney de repente. 

Era la época dorada del vinilo y lo que es alucinante es que ves las diferentes calidades de cartones según las las décadas, que es una cosa en la que no pensamos mucho. Era una época donde muchos discos acababan sin venderse. Amor de hombre de Mocedades debió ser el disco más vendido de ese año en España, me refiero que eran discos de mucho éxito. Es curioso que en esa segunda mano no te encuentras mucha broza, sino que reconoces casi todos los artistas que hay.

Ahora que hablas de flamenco y que para el tema La humanidad y la tierra has trabajado en Tanxugueiras, ¿crees que hay una nueva corriente que recupera el folclore, hacia la música más auténtica como hacen grupos como Baiuca o como Rodrigo Cuevas?

Sí, pero me refiero, creo que estamos volviendo a las raíces desde un punto de vista positivo. A mí me preocupa cuando volvemos a las raíces y hacemos la música exactamente igual que antes, ¿no? Me parece que eso tiene que ver poco con la creatividad. Y, de hecho, creo que muchas veces, cuando cuando el artista decide ir muy a las raíces es porque no tiene una puta idea propia.

Sin embargo, lo que hace Baiuca o Tanxugueiras es simplemente coger una música que está dentro de ellos y evolucionar la de forma moderna. Es decir, me hace gracia que la gente crea que es música tradicional es porque es en gallego o porque utiliza una serie de ritmos. Nadie ve los discos de flamenco como música tradicional y sin embargo, el flamenco ha estado presente en el pop desde hace décadas y, en el fondo, me molesta un poco.

Me molesta que se diga que Tanxugueiras es música folclórica y que Blanca Paloma no y es mucho más folclórico. Blanca Paloma está mucho más trillado. Al flamenco se le ha metido mucha caña, que me refiero, que se ha desarrollado mucho el flamenco y se ha usado mucho.

Me molesta que los ritmos gallegos y los sonidos gallegos se metan como folclore, cuando realmente solo son música popular, igual que todas. Y la música de Baiuca o Rodrigo Cuevas a mí me parecen alucinantes. Me parece alucinante cómo una gente joven es capaz de estar en paz con sus raíces y a la vez tratar de evolucionarlas y conseguir hacer con un ordenador una música moderna que está basada en una música tradicional, pero que es música moderna.

Me decías que la puesta de Blanca Paloma es un poquito menos arriesgada que la de Tanxugueiras, ¿no?

Menos arriesgada, no. Me parece que es más fácil hoy en día desarrollar cosas del flamenco, tener una canción medio normal con flamenco, que es más fácil para el público porque el público ya está acostumbrado. Lo que sí me molesta es que se decida que el flamenco es la música española y que la música catalana, la gallega o la vasca, pues resulta que no, que es música folclórica.

Mira, si estáis poniendo Lola Flores todo el puto día en la tele sabe y es folclórica. Que yo no tengo nada contra el flamenco. Insisto, creo que voy a dejar eso claro. Ni contra Blanca Paloma ni nada. Pero me refiero cuando yo digo Blanca Paloma oigo algo que he escuchado antes y cuando escucho Tanxugueiras escucho algo que es nuevo.

"Me molesta que se decida que el flamenco es la música española y que la música catalana, la gallega o la vasca, pues resulta que no, que es música folclórica"

Y, además, enriquece mucho tener música de la periferia.

Sí, sí, yo lo digo más que nada por las críticas que se hacen a ciertas cosas y eso. Y hay gente diciendo bueno, no nos puede representar la música tradicional gallega que no nos representa. ¿Y a los del norte nos representa el flamenco, colega? Pues a mí si me representa el flamenco, entonces me gustaría que se hiciera ese ejercicio para que también represente la música gallega.

Solo tenéis que meterla en vuestra casa. No tiene que ver con las tiene que ver con las referencias y con eso. Que digan que no los representa porque no lo habéis escuchado, porque no existe y porque realmente, joder, en general hay un apoyo a una serie de músicas: a la copla, al flamenco no sé qué, que no hay para las demás músicas, ¿sabes? Y que en el fondo viene directamente de mucha parte de la cosa franquista y de definir España con el torero, cosa que me parece que está bien. Pero bueno, que somos un país plurinacional y tenemos otras sensibilidades.

A nivel del flamenco, tampoco tiene mucho que ver lo que hace Rosalía con lo que hace Califato 3/4. 

Efectivamente, y me parece que Rosalía ha hecho mucho por el flamenco que de alguna manera lo está llevando a un sitio mucho más interesante que otras cosas. Hay otros grupos de flamenco que simplemente hacen la canción de amor de siempre con esos ritmos flamencos y con esa esos sonidos. Y hay, como en todo, cosas interesantes y cosas que no son tan interesantes.

Comentabas el otro día en una entrevista en Cadena SER que en La humanidad y la Tierra no lo habías llamado El hombre y la Tierra, aunque toméis tanto las palabras de Félix Rodríguez de la Fuente y la sintonía, porque "humanidad" es una palabra más inclusiva.

Y que realmente el problema no es la relación del hombre con la Tierra, es la relación de la humanidad con la Tierra de lo que estamos hablando. Y cuando me refiero a la humanidad, me refiero al conjunto entero de todos los seres humanos que existen en la Tierra, y eso es lo que hay que analizar. 

No es tanto por ser inclusivo, que sí, sino porque creo que el término habla mejor de la canción que hemos escrito nosotros. Es una canción donde realmente también existe una parte machista en todo el principio y aparece un feminismo, que son las Tanxugueiras, que cuando yo canto "somos cuerpo y mente insuficientes" significa una cosa y cuando lo cantan ellas pasa a tener otro significado. Y a mí me interesa los múltiples significados de las frases.

¿Sigue habiendo una masculinidad tóxica en la industria musical, en los géneros, como el indie o el rock?

Creo que va a estar esa masculinidad tóxica durante mucho tiempo, aunque vayamos diluyéndola. Yo mismo soy un poco menos tóxico, pero no significa que no siga siendo machista, que por lo menos soy un machista que se abre a comprender. Pero bueno, hace falta mucho recorrido. Estamos mejor que hace 15 años, pero espero que estemos peor que dentro de 15.

Tras el lanzamiento del disco, imagino que te subirás de nuevo a los escenarios a presentar Trinchera Pop, siempre dices que quieres hacer un concierto distinto cada vez, ¿qué quieres transmitir con este?

Bueno, no es que quiera transmitir ningún mensaje. Creo que esta vez lo que quiero es que se emocione la gente y disfrutar de la música. Creo que es más importante que alguien sienta un abrazo a mandarle ningún mensaje. Entonces mi idea era divertirme mientras hacía el disco, divertirme con la grabación, divertirme con el proceso. Y mi idea ahora es divertirme en directo y realmente, aún no he empezado los ensayos, los empezaremos la semana que viene y ahí nos encontraremos con lo que pasa. 

Al interactuar todos en la banda a ver qué pasa, que es qué es lo que más me interesa ver qué coño pasa, ponernos a tocar todos a una y ver qué pasa, cómo reacciona el de abajo y cómo la gente se toma el disco.

Estoy nervioso porque esta noche pues la gente empezará a escuchar el disco en Spotify y es excitante y nuevo.

Y hablando de nuevo de comunidades autónomas, zonas periféricas fuera de Madrid, Barcelona, Bilbao... Últimamente hay mucha polémica con los conciertos, el precio de los conciertos, toda esta entrada VIP y demás. ¿Se está centralizando un poco los conciertos en "hacer" o llenar un WiZink Center?

Para algunos sí. Es decir, yo creo que hay muchas formas de llevar las carreras y yo entiendo que hacer un WiZink es maravilloso, se gana mucho dinero, tienes un montón de gente y te crea un status, ¿no? Yo personalmente prefiero tocar más y más conciertos y si realmente pudiera ganar todo el dinero que gano tocando durante el año en un solo concierto, no querría hacerlo.

Hago discos para tocarlos y prefiero tocar y, de hecho, yo prefiero bajar mi caché o no subirlo. No soy una persona que haya ido subiendo mi caché porque prefiero tocar mucho y ganar mucho que ganar mucho dinero tocando poco. 

De todas formas también hay esa pequeña cortina, de lo que dices del Wizink Center, como poner los solds out, pues yo generalmente no anuncio si se vendieron las entradas porque me parece como una sacada de polla. Igual de desagradable que sacar una polla es decir "no, lo he vendido todo". Si lo vendiste todo, cierra la puta boca y disfruta de tu concierto. Y luego ya me molesta mucho más cuando la gente dice que hay sold out cuando realmente no ha vendido todas las entradas y publicitarse a base de decir que lo llenas me parece absurdo.

Quiero decir todo esto con todo el respeto hacia los demás. Yo tampoco soy muy de mirar atrás. Hay gente que celebra cada vez que cumple 10 años su disco y se hace un homenaje a sí mismo, que me parece que está muy bien. Yo no lo he hecho nunca y cuando han sacado un recopilatorio mío ha sido una decisión de la compañía que lo sacan porque yo ese año no voy a girar, no voy a hacer nada y dejo que ellos hagan el trabajo.

Para mí son distintas estrategias y yo entiendo que joder, que hay grupos que han estado pateándose la Península y que, de repente, tienen un WiZink y, joder, y eso es una alegría. y está muy bien. Eso sí, luego ya centrarlo todo en tu WiZink, pues me parece una pena, porque ya te digo, yo prefiero hacer cinco bolos a hacer uno.

"Igual de igual de desagradable que sacar una polla es decir 'no, lo he vendido todo"

¿Y prefieres a todos los fans juntos en pista en lugar de en zona VIP, Golden y tal?

No soy nada fan de lo VIP ni de lo Golden. De hecho, recuerdo cuando empezamos que la primera decisión que tomamos cuando tocamos en La Riviera es que la zona VIP para los periodistas se acababa. O sea, esa es mi idea, que si quieren venir los periodistas que hagan cola, porque al fin y al cabo nosotros vivimos del fan y al final hay que cuidarlo. Prefiero tener a mis fans cerca.

De la misma manera que prefiero tocar en un sitio para 600 fans que tocar en una plaza gratuita para 6.000 curiosos. Es más divertido el concierto si los 600 que vienen a verme están juntos y no desperdigados por ahí.

Comentabas que no has sacado disco en siete años porque no te permitías repetir, ¿sientes la presión de tener que crear constantemente discos o singles?

Ya ves que yo no tengo esa presión. Tengo mucha suerte, es decir, yo pienso en mi carrera y pienso en todos los privilegios que tengo y todo lo que lo que me dan porque lo que uno tiene, se lo dan los demás. Entonces el hecho de poder estar disfrutando de hacer mi disco hasta que lo tenga listo es un lujo.

Prefiero esos lujos a a tener un coche con chófer. Y bueno, también me alegro de tener ya una edad en la que no tengo que estar en el mercado tratando de buscarme la vida todo el rato. Es decir, ahora mi máxima presión es tratar de hacer el mejor disco posible y que me deje muy satisfecho.

Porque, por otro lado, yo prefiero arriesgarme a defraudar a mis fans porque hago algo y porque estoy en movimiento que a aburrirlos porque hago exactamente lo mismo. Prefiero meterme un batacazo intentándolo que seguir igual, porque me parecería superaburrido. Y luego creo que que bueno que hay un hay un momento en la carrera en la que uno tiene que ir sacando discos y tiene que posicionarse y ahí hay momentos en donde tienes más ganas de hacer cosas, tienes muchas ideas, que acabas una cosa y te apetece empezar otra, y muchas veces has hecho una canción con alguien y vas conociendo gente y tal. Pero yo esa época ya la he pasado.

Ahora tengo la suerte de poder trabajar con Jairo de DePedro un par de días, dejar la pista y que se aburra un rato, volver un mes más tarde para escuchar a ver qué he hecho, ¿sabes? Y la reflexión me divierte más. Sí he tenido ese nervio y hubo momentos en que sacábamos discos sin parar. Pero ahora me está apeteciendo esto.

Comentaste en otra entrevista en 2018 que estabas cansado de tocar Turnedo, ¿te da miedo que la gente te recuerde por tus grandes éxitos?

No, no, y yo me divierto con Turnedo. Sí es cierto que hay veces que te vas aburriendo de algunas canciones, pero como tengo muchas, pues puedes sustituyéndolas y lo cierto es que cada vez lo pasamos mejor y lo disfrutamos más. Pero, en el fondo, hay como ese mito que estás condenado a esa canción. Y yo digo hostia, "qué bien que tengo la canción a la que estar condenado". Hay grupos que ni siquiera tienen esa canción. Entonces yo por lo menos las tengo. Pues tengo unos Años 80 que todo el mundo quiere oír, tengo Turnedo. Todas esas canciones me han permitido en estos siete años hacer dos giras sin sacar disco, es decir, solo con la excusa de querer salir a tocar y me han contratado. 

La gente ha venido y también está muy bien saber que tienes un repertorio que te permite no tener que estar a la última todo el rato y que tener ese repertorio significa que el repertorio funciona, porque hay otras canciones que he tenido que en un año funcionaban muy bien y que luego no eran tan importantes.

Entonces que aparezcan canciones importantes es pues es una suerte. Y, en el fondo, ahora que me hago mayor y ya no tengo la chulería de la juventud, pienso que está guay tener un repertorio que la gente quiera oír en cualquier momento.

"Creo que equiparar la depresión con la gripe es muy positivo"

Fuiste uno de los primeros artistas en hablar de la salud mental. ¿Crees que sin pasaras por ese episodio a día de hoy la situación sería muy distinta?

Bueno, pues supongo que ahora ya estamos todos más concienciados. Realmente yo cuando pasé por la depresión ni siquiera sabía que tenía depresión porque ni siquiera tenía en mi cabeza la sabiduría para tener la herramienta de saber que tengo una depresión. Entonces creo que cuando yo hablo del tema, realmente el tema ya estaba sobre la mesa. Solo fui una especie de síntoma de que había que hablar de esto, porque ya todo el mundo empezaba a hablar de la cosa y le estaba pasando a futbolistas, a actores, a músicos, a empresarios, a abogados, a periodistas... Entonces yo creo que ahora estamos en un momento mejor para para tener un problema mental.

Por lo menos ya hay una visión más abierta de la gente. Yo recuerdo, después de haber pasado la depresión, hablar con gente en una comida y explicarles que había tenido depresión y que tomaba pastillas y mirarme mal. Mal en el sentido de mirarme como si fuera un ser débil y decirme: "Pues no entiendo para que necesitas las pastillas, no sé qué". Entonces eso me dejaba, que me daba igual, y lo que hacía era mirarles con hostilidad. Básicamente, no bajaba mi cabecita, pero hoy en día ya puedes hablar de estas cosas con tranquilidad y decir "oye, voy a tomarme un mes porque no estoy bien". Entonces creo que equiparar la depresión con la gripe es muy positivo.

Lo malo es que ahora también creo que se banaliza también y eso me da un poco de rabia. Pero bueno, de la misma manera que cada vez que avanzamos con las cosas, hay momentos de retroceso. Hablábamos del 8-M y de feminismo y hemos tenido el retroceso de tener dos manifestaciones en lugar de una. Eso no significa que el feminismo haya ido hacia atrás, significa que se encuentra con baches y también los vamos a tener con la salud mental. 

Pero bueno, que hoy en día si te echan porque estás deprimido vas a un juzgado y ganas, que es lo justo. Y hoy en día alguien que está mal es capaz de pedirse una baja porque tiene un problema y lo entiende y sus jefes y su empresa lo entenderán como que es mejor tener a esa persona contenta y curada que obligarla a trabajar de bajona. Son derechos que vamos ganando.

Y hablando del título del disco Trinchera pop, ¿contra quién? 

No, la guerra contra mí mismo. Al final, para mí, la trinchera tiene que ver conmigo y con joder, con el compromiso conmigo mismo de tratar de no ofrecer algo que considero que no es bueno. Supongo que yo si sacara un par de canciones tipo el Pensamiento circular en el disco, a lo mejor zafaba y tenía un año más o menos bueno a nivel económico, pero no.

Creo que yo milito en mí, en mi oficio, es decir, tengo un oficio con el que tengo un compromiso y así es como soy capaz de decir lo que no me gusta de otros, lo puedo decir porque sé lo que yo espero y y espero ser coherente en mis opiniones y con la música que saco.

Por lo menos, no sé si le va a gustar o no, pero por lo menos yo sé que saco lo mejor que he sabido hacer y no lo que creo que les puedo colar, ¿sabes? Y hay mucho de eso, a veces que me da la sensación de que hay veces que hay canciones que nos las están intentando colar y que nos están vendiendo una cosa que no es.

Y me refiero sobre todo a gente de mi generación, cuidado, no me refiero a los jóvenes, que los jóvenes tienen una frescura... Y me hace gracia la gente de mi generación criticando el discurso de un chaval de 20 años. Y digo "hostia, pero ¿de qué hablabas tú los 20 años?" Y realmente eso del pop y la trinchera que es el pop, permite que cuando llega un chaval joven no tenga que saber nada especialmente. Solo tiene que tener frescura y ganas de contar cosas. Y esa es la honestidad: vender menos motos y hacer mejores canciones. Que luego gustan o no gustan, bueno, por lo menos yo sé que no intenté colártela.

"Probablemente el reguetón, para alguien que es de Sudamérica tiene mucho más sentido que que nosotros toquemos música anglosajona"

Eso teniendo en cuenta que muchas veces se califica al pop como un género muy fácil, muy comercial...

Es como como si fuera de la clase baja de la música, como diciendo existe la música clásica que es de los listos, el jazz que es de los enteradillos, el pop no sé cuánto...

Igual ahora con el reguetón lo ubican más abajo aún.

No, pero bueno, el reguetón tiene una base cultural, a lo mejor más potente que muchas otras músicas. Probablemente el reguetón, para alguien que es de Sudamérica tiene mucho más sentido que que nosotros toquemos música anglosajona. Es decir, al fin y al cabo, nosotros estamos metiéndonos en la cultura de los ingleses y de los americanos.  Tenemos un montón de grupos de rock y es una cultura americana puramente americana o puramente británica. Y es más auténtico el reguetón, en el sentido de la cultura que les corresponde, ¿no? Y bueno, el reguetón ha demostrado que es un ritmo universal, que está llegando a todo el planeta. 

Yo lo que creo es que deberíamos dejar de de situar o de posicionar las cosas en un orden de valor intelectual. La música no tiene por qué ser intelectual, todo lo contrario. No creo que la música haya nacido como algo intelectual, ha nacido como como algo colectivo, que probablemente antes de que tuviéramos palabras, o un lenguaje hablado, probablemente los montes de hace 40.000 años cuando estaban tristes, cantaban algo triste, y cuando estaban contentos, tocaban ritmos alegres. Es una forma de comunión básica a muerte.

¿Hay muchas trincheras en la sociedad actual con la política tan polarizada que tenemos?

Sí, sí, absolutamente. Creo que la palabra atrincherarse la decimos todo el rato: "¿Qué haces este finde? Me voy a mi casa a encerrarme". Cuántas veces nos dice la gente que ya no ponen los telediarios o que ya no puede soportar a alguien o que dice todo el rato estas cosas. Me refiero a que vivimos en un mundo muy hostil.

En mi caso, con la Trinchera pop. Si te fijas, he tratado de no atacar a nadie, trato de dar mi opinión de algunas cosas, pero yo ya no creo en el ataque. Creo que la mejor defensa es el abrazar al otro. Es decir, en un mundo donde donde se ve cada cosita, cada cosa que decimos, cada detalle, que estamos todo el rato tratando de de ver qué dice el otro para ver si en una frase descubrimos que se demuestra que es el demonio. 

Queremos demostrar que el otro es el demonio todo el rato y es un problema y a mí no me no me gusta, prefiero llevarme bien y me da la sensación de que además, mientras que en otras épocas de mi vida si quería sacar a debate ciertas cosas que me indignaban o lo que fuera, ahora me parece absolutamente inútil. No me aporta nada tener razón. Estamos en un momento tan jodido que hasta tener razón es aburrido.

Llevas más de 17 años tocando y componiendo con tu hermano Amaro, ¿cómo os aguantáis durante tanto tiempo?

Bueno, él tiene más paciencia que yo y la verdad es que nunca hemos tenido problemas. Somos dos hermanos que nos llevamos bien, que nos entendemos bien. Cuando no nos entendemos, lo hablamos y vamos aprendiendo el uno del otro y vamos creciendo. Y la verdad, que cuando hay amor y respeto, todo lo demás se soluciona.

No hemos tenido nunca grandes bullas ni grandes problemas. Y en mi caso a mi me viene guay que esté a mano porque me cuida mucho, me protege mucho y, aunque yo estoy ahí poniendo la cara muchas veces, cuando yo no estoy bien, el primero que se da cuenta es él y es el primero que va acomodándome las cosas para que sean lo menos traumáticas posibles es él. Yo intento hacer lo mismo. También hay que cuidarse, que es lo que hay que hacer los hermanos, cuidarnos unos a otros.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es