Estos son los países donde es de mala educación no dejar comida en el plato

Estos son los países donde es de mala educación no dejar comida en el plato

Es una falta de respeto hacia el anfitrión.

Platos, cuchillos y tenedores sucios después de comer.Getty Images

Viajar es una experiencia enriquecedora que nos permite conocer nuevas culturas, costumbres y formas de vida. Uno de los aspectos más fascinantes, y a veces complicados, de visitar un país extranjero es adaptarse a sus normas sociales. 

Cada país tiene sus propias normas, lo que está bien visto en uno puede ser una falta de respeto en otro. Esto puede ocurrir en cualquier ámbito, desde un saludo hasta la conducta en la mesa. Algo tan cotidiano como terminar un plato de comida puede tener significados muy diferentes.

En algunos países dejar comida en el plato es una señal de buena educación y respeto hacia el anfitrión. Sin embargo, es una curiosidad cultural que puede sorprender a muchos viajeros pues no conocen bien los protocolos que hay que seguir en la mesa. 

China

En China, terminar todo lo que hay en el plato puede interpretarse como un indicio de que no te han servido lo suficiente y que aún tienes hambre. Por ello, es una práctica común dejar un poco de comida para demostrar que ha quedado satisfecho y que el anfitrión ha sido generoso.

Rusia

Al igual que en China, en Rusia dejar algo de comida en el plato se considera un gesto de respeto hacia el anfitrión, ya que indica que la cantidad servida fue suficiente y que no te has quedado con hambre.

Filipinas

En Filipinas, terminar completamente tu plato puede ser visto como un acto de glotonería. Deja un poco de comida indica que estás satisfecho y que no necesitas más, lo cual es una forma de mostrar que te sientes agradecido.

Cuando viajamos, es fundamental respetar las tradiciones locales para evitar malentendidos y mostrar cortesía hacia nuestros anfitriones. Conocer las diferencias culturales en la etiqueta en la mesa puede marcar una gran diferencia en la forma en que somos percibidos y en la experiencia que vivimos.