Cuando un beso tiene poco de hermoso: lo que el pico de Rubiales evidencia sobre machismo y consentimiento
Expertos analizan el beso a Jenni Hermoso del presidente de la Federación, que ha pedido disculpas por su polémico gesto.
La selección española de fútbol femenino logró este domingo su primera estrella al imponerse a Inglaterra con un gol de Olga Carmona. Todo un hito histórico cuya celebración quedó empañada por el beso que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), estampó en la boca a la jugadora Jenni Hermoso.
A ese momento, que ha despertado una fuerte polémica tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, le siguió un directo de Instagram en el que se podía escuchar a la futbolista reaccionar con un "No me ha gustado. (…) ¿Pero qué hago yo?", y a Rubiales en el vestuario bromeando acerca de que se casarán en Ibiza, isla a la que las jugadoras han sido invitadas para celebrar su victoria.
"Es un pico de dos amigos, no hagamos caso a los tontos y a los idiotas", fueron las primeras palabras del presidente de la RFEF. Por su parte, la futbolista afirmó en declaraciones facilitadas por la Federación que fue "un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial". "El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento", agregó.
Hasta la familia de la deportista se ha visto envuelta en la polémica y este lunes su madre, Marisol Fuentes, insistía en La Hora de la 1, en que son campeonas del mundo "y lo demás no tiene importancia". "No hay que centrarse en esas cosas", subrayó.
Finalmente, este lunes a la hora de comer llegaban las disculpas de Rubiales a través de un vídeo difundido por la Federación: "Seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer. En un momento de máxima efusividad, sin mala intención y sin ningún tipo de mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de forma espontánea".
"No me queda otra que pedir perdón si hay gente que se ha sentido dañada", ha añadido, resaltando que le servirá "para aprender" y que "tendrá más cuidado" en ceremonias y situaciones como ésta.
Carmen León, jurista especialista en Violencia de Género, cree que tras la "alarma", sobre todo en los medios internacionales, "se ha visto en la obligación de pedir disculpas": "Justo las estaba escuchando ahora, un poco 'creo que me he equivocado', como que las circunstancias le han obligado a hacerlo. No creo que él realmente esté convencido de que ha hecho algo que no se pueda hacer".
"Ayer estaba viéndolo en directo y me quedé supersorprendida porque parecía que para él personalmente era como algo natural, 'algo que nace entre dos amigos', decía, cuando claramente con el Código Penal en la mano es un abuso sexual”, sentencia León. Como puntualiza, "todo acto que atenta contra la libertad sexual se trata actualmente de un abuso sexual". "Cuando un chico toca el culo a una chica también estamos hablando de una agresión sexual y en este escenario es lo mismo, fue lo primero que se pasó por mi cabeza cuando vi las imágenes", recuerda.
Para la jurista, que resalta la "posición claramente de poder" de Rubiales sobre ella, "este tipo de actitudes que están como legitimadas, que pasan desapercibidas, que enseguida se justifican diciendo que entre los dos hay una buena relación y, sin embargo, sí que vemos en las declaraciones que hace ella que fue algo que no le gustó".
De "violencia sexual" a "abuso de poder"
Más allá de las palabras de los protagonistas del gesto, el beso ha despertado un gran debate en torno al machismo, el consentimiento, el deseo, el abuso de poder, la imagen de España en el exterior y, por ende, si Rubiales debería dimitir.
La ministra en funciones de Igualdad, Irene Montero, así como la de Derechos Sociales y Agenda 2023, Ione Belarra, coincideron este domingo en calificarlo como “violencia sexual”. “No demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo ‘que pasa", escribió la primera en su cuenta de Twitter, donde recordó que "sólo sí es sí". Este lunes, Montero ha publicado otro hilo en el que ha incidido en esta última idea: "Es muy sencillo: dos personas se besan si ambas quieren, si hay consentimiento". "Si hacen eso con toda España mirando, qué no harán en privado", comentó por su parte Belarra.
Para Miquel Iceta, ministro en funciones de Cultura y Deporte, el beso fue "inaceptable". "Ayer vivimos un momento de igualdad, de derechos y de respeto hacia las mujeres. Todos hemos de ser especialmente cuidadosos en nuestras actitudes y en nuestras acciones. Es inaceptable besar en los labios a una jugadora para felicitarla", ha declarado este lunes en Radio Nacional.
Desde la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) tienen claro que su comportamiento debería tener consecuencias. "Rubiales debería dimitir por la vergüenza que nos ha hecho pasar, tanto él como su jefe o jefa de protocolo, su jefe de formación, que no lo tiene porque carece de ello”, señala Mar Mas, presidenta de la AMDP.
Para ella, lo que más molesta es que no se centre el foco en el campeonato que han logrado las jugadoras. "Las represalias son que después de la vergüenza ajena que nos ha hecho pasar a todos, que no se hable de que las jugadoras han ganado un Mundial sino de que se habla de que tenemos un presidente troglodita que sigue en la caverna y que no es capaz de representar con orgullo el cargo que tiene", apunta.
Mas enfatiza en la repercusión internacional que tienen este comportamiento, que ha sido duramente señalado en medios como The New York Times, la BBC o L’Equipe. "Nos hemos dado cuenta de que tenemos a un presidente de la Federación de Fútbol que es un paleto, que no sabe ni dónde está, que para el cargo que representa y el dinero que cobra —más que el presidente del Gobierno— no sabe representar a una Federación", enfatiza. "Las compañeras en Australia nos decían que les estaba costando celebrar la victoria con este momento que estamos teniendo. Que tenían a todos los medios internacionales encima diciendo '¿Pero quién es este señor?", añade.
Otra reacción del mundo del deporte ha sido la de Ainhoa Tirapu, exfutbolista y mundialista en Canadá 2015. "¿Alguien se imagina al CEO de una empresa celebrando un éxito laboral, agarrando de la cara a una empleada y plantándole un beso no deseado?", ha preguntado en un hilo de Twitter, en el que lamenta que "ni siquiera cuando ganan un mundial se les deje ser las protagonistas". Además, señala que Hermoso "sin quererlo", está "metida prácticamente en un callejón sin salida", puesto que si se queja, puede perjudicar su carrera y "si lo deja pasar, algunos se lo reprocharán".
En ese dilema repara también Gregorio Gómez Mata, secretario de la asociación contra la violencia de género Alma: "Ese beso lo entendería si hubiera una amistad en la que fuera algo natural entre ellos, pero sinceramente me parece más bien un abuso de poder". Como recalca, para ella Rubiales es "el jefe máximo" y entiende que quizá ha intentado "quitarle hierro por no tener consecuencias".
Preguntado acerca de si esa situación se trasladara a cualquier otro trabajo u oficina de España, responde rotundo: "Automáticamente eso sería una denuncia y entiendo que es lo que debería pasar. Ahí tendría que entrar automáticamente la Fiscalía de por sí".
"No sé si son pareja o dejan de serlo o si tienen tal amistad para hacer eso. Creo que no, porque si no la chica no habría dicho que no le ha gustado. Si no le gusta es que se habrá visto violentada, ¿no?", reflexiona. A esto, suma otra pregunta: "¿Por qué no dice más? Por la posición de poder que tiene él".
Para Carmen León, "no podemos comparar el ámbito del deporte porque creo que se rige por sus propios reglamentos, pero por supuesto si un jefe, que en este caso podemos considerarle el jefe porque es el presidente la institución, agrede sexualmente a una empleada, que podría ser la jugadora, por supuesto se aplicaría el Código Penal puesto que se trata de una situación de violencia sexual".
La jurista incide en que no se le puede exigir a Hermoso que hubiera actuado de otra forma: "Entre los nervios de haber ganado, esa situación que ocurre en segundos... ella no tenía demasiado margen de maniobra". Como recuerda, estaba en una situación desequilibrio de poder: "Dudo que ella tome algún tipo de medida".
En este sentido, Mas también apunta a que la responsabilidad no está en la jugadora por las posibles represalias que pueden caer sobre ella, como ya sucedió con las jugadoras que enviaron un email el pasado mes de septiembre pidiendo mejoras en la selección y contra el seleccionador Jorge Vilda. "Mira las que se posicionaron en contra del entrenador y la mitad de ellas no han podido ir convocadas a este Mundial", recuerda. Según ella, el resto de las polémicas anteriores que han empantanado la labor del presidente de la RFEF hacen que se haya vuelto "intocable".
Consentimiento, deseo y machismo
Gregorio Gómez Mata puntualiza que lo que faltó, a su juicio, fue deseo de recibir el beso por parte de la jugadora: "Consentir ha consentido. Es que la palabra consentimiento es equivocada. Se consiente muchas veces pero no se desea, porque se consiente para evitar las consecuencias".
Pone como ejemplo que "la mayoría de las mujeres que llegan a la Asociación han consentido mantener relaciones sexuales, pero eran violaciones, porque las consentían para evitar posibles consecuencias, como son que [el hombre] se volviera agresivo, que la dejara de hablar...".
Para el secretario de Alma, lo que hay es "machismo", porque "lo está haciendo por poder": "Si yo tengo una amiga —o un amigo, me da igual— y le planto un beso en la boca es porque es algo habitual, que los dos hacemos de vez en cuando y que las dos personas desean, pero ahí no se ve que sea natural".
En cambio, no ve comparable este beso con el de Iker Casillas y Sara Carbonero en el Mundial de Sudáfrica. En aquél no ve machismo "porque ya eran pareja" y "aunque lo tuvieran en silencio, fue demostrarlo en público, que es distinto".
En este sentido, Mas tampoco ve la relación entre lo sucedido en Sudáfrica en 2010 y lo que ocurrió en Sídney. De hecho, recuerda que también hay imágenes en las que se acerca a otras jugadoras como a Olga Carmona: "Rubiales está manoseando y besuqueando a todas las jugadoras, no se puede consentir".
¿El deporte sigue siendo un espacio machista?
La presidenta de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) lamenta que la formación que han estado impartiendo en estos años en el ámbito deportivo y de las federaciones no se vea reflejada con comportamientos como este.
"Estamos todas las asociaciones y las federaciones apostando por la igualdad, por hacer cursos de formación, cómo hay que tratar a las mujeres, pero llega el troglodita de Rubiales y forma la que forma. Entiendo que puedas estar encantado, como estaba todo el mundo, pero si no sabes comportarte hay que pedir la dimisión porque si no el resto de presidentes de federaciones y de clubes van a tratar a sus mujeres igual y a las jugadoras igual", se queja y reivindica que buena parte de las federaciones "siguen teniendo una estructura machista".
De hecho, ella misma vio en la victoria histórica de este domingo una oportunidad de acabar con muchas de estas barreras o espacios masculinizados en el deporte: "Estaba viendo el partido en un bar y le dije a una amiga 'este es un buen momento para acabar con el patriarcado', llenar los bares de mujeres bebiendo cerveza y viendo el fútbol. Es el único territorio que les quedaba para decir que era suyo".
A esto, Mas suma las condiciones mejorables a que siguen teniendo buena parte de las futbolistas. "Llevamos tres años detrás de él para que podamos tener un nuevo convenio, porque las jugadoras están con un convenio de 16.000 euros en Primera División", añade.
Además, se queja de que en muchas ocasiones los protocolos de abusos sexuales en el deporte no se llevan a cabo. "En este país tú presentas cualquier queja y ¿crees que alguien hace algo? Todo se diluye, el Consejo Superior de Deportes no hace nada. 'Bueno con las niñas esto siempre pasa', '¿qué el entrenador le ha tocado el culo? Bueno, no pasa nada", señala y anima a cambiar la "estructura patriarcal" que impera.
"Es ahí donde hay que empezar a exigir, que cuando les dices a las federaciones que hay que tener unos protocolos de prevención de delitos sexuales no sea tener una fotocopia que han impreso del Consejo Superior de Deportes, que sea una formación de toda esa gente que está ahí dentro", defiende.