Paso definitivo para el desplome del precio del aceite de oliva
Los indicadores comienzan a emerger con claridad. Y eso tendrá una traducción en el coste.
Ante una situación que se prolonga más de dos años, fruto de las agravadas sequías y campañas marcadas por los récords de temperatura a nivel mundial, no falta quien busca con ansia un cambio sustancial en unas etiquetas muy concretas. Las del precio del aceite de oliva en los estantes de los supermercados.
Con todo, hay motivos para esperar una optimista bajada, si se atiende a algunos análisis sobre los indicadores de producción y los cálculos que ya comienzan a echar algunos especialistas.
Es el caso de Dimitra Aliefs, doctora en Economía y experta en comercio internacional de aceite de oliva, cuyas estimaciones recoge el medio especializado Olimerca en un análisis. La también integrante de la Sociedad Científica de Enciclopedistas del Olivo (4E) prevé que la producción global del aceite de oliva pueda volver a encauzarse regresando a su media histórica.
¿Hasta qué precio podría caer el precio?
En este sentido, y según la citada información, Aliefs calcula que esa producción puede situarse en torno a los 3,2 millones de toneladas de aceite de oliva, en unos volúmenes similares a los anteriores a la crisis actual. Precisamente, el aumento de la oferta de aceite se traducirá en la esperada bajada de precios, si bien en esta dinámica inciden más factores que la producción disponible.
Así, las primeras tendencias que asoman en los mercados de futuros, recoge el mencionado medio, ya apuntan a una bajada del precio. Concretamente de unos 5 euros por kilo e incluso más bajos, en el horizonte temporal de enero de 2025. Ese coste abriría la puerta a precios más habituales a los del pasado en lo que se refiere al aceite de oliva embotellado y también un trabajo mejor pagado a los productores de olivas y, por ende, al sector agroalimentario.