Ni Jijona ni Estepa: este es el pueblo español que más turrón hace del país
Un municipio que se ha ganado el título de ‘cuna del turrón’.
En el mes de diciembre, los turrones se convierten en los protagonistas indiscutibles de las mesas navideñas, endulzando celebraciones y reuniendo a familias en torno a este tradicional manjar. Son pocos los que pueden resistirse al encanto de su rica combinación de ingredientes, ya sea el clásico turrón duro o las modernas variedades gourmet, este dulce icónico forma parte del imaginario colectivo de las fiestas en España.
En el epicentro de esta tradición está Castuera, un pequeño municipio de Badajoz que, con su impresionante capacidad de producción, se ha ganado el título de ser la cuna del turrón. Este pueblo extremeño no solo satisface los antojos navideños de millones de personas, sino que también preserva una rica herencia gastronómica que trasciende fronteras. El turrón se ha convertido en su producto estrella, con una calidad única y una receta que se transmite de generación en generación.
Cada año, sus fábricas y talleres artesanales producen unas 500 toneladas de este emblemático dulce navideño, un volumen que lo posiciona como uno de los epicentros de la producción de turrón en España. Su elaboración artesanal, que combina almendras de calidad superior, azúcar, miel y huevos, garantiza un sabor auténtico y una textura inigualable que evocan las raíces más profundas de la gastronomía española.
Sobre su tradición turronera
El turrón pacense no solo es popular en Navidad, sino también en las Ferias y Fiestas ya que, a diferencia de otras localidades como Jijona (Alicante), en Extremadura este postre está muy enraizado a las ferias de los pueblos y ciudades. Desde la tableta de medio kilo hasta las porciones individuales de 25 gramos, el turrón más típico de Castuera sigue conquistando incluso a los paladares más exigentes y sofisticados.
La primera empresa encargada de producir este manjar navideño fue Turrones Rey, creada en 1965. Hoy en día, la producción está en manos de Felipe Rey, quien pertenece a la cuarta generación de una empresa familiar que se ha pasado toda la vida endulzando las comidas de muchas personas. Además del mercado nacional, su turrón artesanal se destina a más de 20 países de Centroeuropa, América del Sur, Centroamérica y Norteamérica.
El turrón más típico de Castuera lleva la almendra entera en su interior pero, con el paso de los años, se ha expandido su producción y ahora también se elaboran otros 25 tipos de turrones distintos, como el garrapiñado, de almendras rellenas o de chocolate. Una diversidad que no solo refleja la creatividad y la innovación de los maestros turroneros locales, sino también su capacidad para adaptarse a los gustos modernos sin renunciar a la esencia de una tradición centenaria.
Gracias a esta combinación de historia y vanguardia, Castuera ha conseguido situarse como un referente nacional en la elaboración de este dulce navideño, reafirmando su lugar en el corazón de las celebraciones festivas y en el mapa gastronómico de España. Con sus 500 toneladas de turrón al año, este municipio pacense supera a otros grandes referentes navideños como Jijona y Estepa, un hito que ha pasado a ser un símbolo de identidad y orgullo colectivo.