Los españoles casi duplican el consumo de sal recomendado: cómo evitar la hipertensión arterial
El consumo de sal es necesario, pero el exceso puede derivar en problemas de salud como la hipertensión arterial, relacionada con la mortalidad cardiovascular.
La sal es esencial en nuestra alimentación, un condimento que alegra nuestro paladar y del que en pocas ocasiones prescindimos. Pero su ingesta excesiva puede ser perjudicial para la salud, por lo que es muy importante controlar la dieta y no excedernos con alimentos que contengan mucha sal.
En el informe Sal, solo en su justa medida, publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en los últimos años ha crecido la tendencia de "apostar por platos más sosos que sabrosos". El consumo de sal sí es recomendable siempre que se equilibre.
¿Cuánta sal se debe consumir a diario?
Prescindir de la sal no sería bueno porque es una fuente de sodio (un 40% por cada gramo de sal), un nutriente esencial para nuestro cuerpo y así mantener un equilibrio iónico y un buen nivel de hidratación, según la OCU, así como ayuda al correcto funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos.
Los españoles tomamos casi diez gramos al día, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), casi duplicando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): cinco gramos de sal diarios.
Exceso de sal, riesgo de hipertensión
La OCU advierte que el excesivo consumo de sal, siempre que se vuelva habitual, se relaciona con el aumento de algunas enfermedades:
1. Hipertensión arterial. Es la mayor causa de muertes evitables, relacionada con la mortalidad cardiovascular. Además, puede provocar ictus, síndrome coronario agudo y posibles problemas renales.
2. Se ha asociado con el cáncer gástrico.
3. Agravamiento de osteoporosis: tomar cloruro sódico aumenta la excreción de calcio por la orina especialmente en las mujeres posmenopáusicas.
¿Cómo reducir el consumo de sal?
Disminuir el consumo de sal y mantenerlo en equilibrio supondrá grandes beneficios. La OCU recomienda una serie de medidas para conseguirlo:
- Consumir productos hechos en casa desde ingredientes frescos, sin pasarse de sal.
- Limitar embutidos curados, quesos, sopas deshidratadas, aceitunas, salsas... Alimentos de elaboración industrial ricos en sal.
- Evitar poner el salero en la mesa.
- Sazonar las comidas con otras especias, limón o vinagre.
- Y sobre todo ten en cuenta que reducir la sal al cocinar es clave pero es más fácil que darte cuenta de la sal “escondida” en los alimentos procesados que son los que al final desequilibran la balanza. Pon especial cuidado en este caso o, mucho mejor, evita que formen parte de tu dieta.
