La esperada bajada del precio del aceite entra en pánico por las previsiones de abril

Las últimas lluvias de las pasadas borrascas han supuesto un alivio en algunas partes del territorio español, donde se acusa una situación agravada por una sequía que se arrastra varios años. La misma que inciden en el sector agroalimentario español con un impacto directo en la producción del aceite de oliva, ya rebautizado a 'oro líquido'.

En este sentido, y según recoge el medio Directo al Paladar, aunque se ha aliviado en parte la situación en zonas como el Guadalquivir -se requieren varias campañas de lluvias sostenidas para revertir el estrés hídrico al que se ha visto sometido el suelo-, todavía queda una fase crítica en el marco de una etapa clave de la campaña.

Lo que ocurra en el futuro con el precio del aceite de oliva dependerá, entre otras cuestiones, mucho de lo que ocurra en estos meses. Y el clima volverá a ser la gran clave que determine dicho devenir de la producción nacional de este artículo.

Una etapa crítica, pero determinante

Todos los ojos están puestos en las temperaturas y escenarios meteorológicos de los próximos meses ante un temor común. La llegada de abrasadoras olas de calor que pongan la puntilla al desastre volviendo a quemar la flor de los olivos -lo que se convierte después en el fruto-. 

No es el único factor determinante, puesto que, en paralelo, los productores también esperan que los castigados olivares tengan un tiempo de regeneración sin grandes vaivenes climatológicos. Esta es una cuestión fundamental para que la cosecha vuelva a sus indicadores habituales, puesto que se mejora la producción.