En función de cómo evolucionen las temperaturas, abril es un buen mes para empezar a plantar cebollas ya que la tierra está más caliente y ya no hay riesgo de heladas, por lo que la planta estará protegida. 

Habitualmente, se recomienda utilizar fertilizantes, aunque muchas personas prefieren optar por alternativas naturales. Desde la web lituana Akseleratorius, recomiendan utilizar ceniza de manera de fresno como fertilizante natural a la hora de cuidar al máximo la cosecha de cebollas. 

Entre los beneficios de utilizar este tipo de fertilizante están la reducción de la acidez del suelo y del riesgo de enfermedades causadas por hongos. Además, contiene elevadas cantidades de fósforo, magnesio, calcio y potasio, por lo que contribuye a que las verduras, en este caso las cebollas, crezcan de manera adecuada. 

Según los expertos del portal lituano, es suficiente con añadir cinco gramos de esta ceniza de madera al agujero en el que se plantan las cebollas para que la cosecha sea fructífera. 

Además, también recomiendan utilizar superfosfato en el caso de que se prefiera utilizar un fertilizante químico y señalan que tampoco es mala idea utilizar compost.