Cuatro pescados que debes comer sin piel
Mientras en algunos puede resultar delicioso, en otros es mejor no aprovecharlas.
Normalmente, al comer un pescado el comensal retira las espinas y también la piel, pero en muchas ocasiones surge la duda de si ésta es comestible.
Como aclaran en la web gastronómica Directo al paladar, sí lo es y "repudiarla no es solo una manera más de contribuir al desperdicio de alimentos", sino también perder posibilidades culinarias y nutritivas.
En caso de querer retirarla, aconsejan hacerlo en el último momento, justo antes de comer, para que pueda cumplir su función de proteger el pescado tanto durante la conservación como en el cocinado.
La manera de que quede crujiente, una forma que puede resultar deliciosa para comerla, es cocinar a la plancha empezando por el lado de la piel. También puede hacerse al horno.
Según la mencionada web, las pieles de pescado más utilizadas son las del salmón, el bacalao, el salmonete o la sardina. Incluso en la alta cocina se llegan a emplear escamas fritas de besugo.
Sin embargo, hay algunas que son desaconsejables. Como citan, el atún y el bonito tienen una piel demasiado "gruesa y dura" y tampoco son agradables "la del emperador o la raya".