Cómpralo en la farmacia, rocíalo en la pared y se esfumará para siempre el gran problema en casa en épocas frías
Ocasiona graves problemas para la salud.
Otoño e invierno son las épocas del año en las que más apetece estar en casa. El frío del exterior hace que el mejor plan pase a a ser el de sofá y manta viendo alguna película o serie. No obstante, las gélidas temperaturas tiene también sus efectos negativos en tu vivienda: el aumento de la humedad y la posible aparición de moho en las paredes.
El moho y los hongos en las paredes acarrean graves problemas de la salud. Su formación se debe a condiciones específicas de las habitaciones, las cuales, además de una alta humedad, suele ser la mala circulación del aire. Más allá del problema estético que suponen, pueden provocar reacciones alérgicas y problemas respiratorios, incluso enfermedades crónicas como asma.
Remedios para acabar con el moho
Una de las soluciones para eliminar el moho de las paredes se encuentra en el peróxido de hidrógeno, conocida popularmente como agua oxigenada. Rocíala sobre la superficie mohosa y déjala actuar durante 15 minutos. Después, frota la pared con un paño húmedo y jabón.
Además de esta, también puedes apostar por otros remedios caseros que se ha demostrado ser efectivos para acabar con este problema en el hogar:
- Vinagre: estudios han demostrado que puede acabar con el 82% de las especies de moho.
- Amoníaco: mézclalo en un proporción 1:1, rocíalo en la superficie dañada y déjalo actuar durante una o dos horas. Pasado ese tiempo, limpia la pared con una esponja húmeda.
- Ácido cítrico: diluye una cucharada en un vaso de agua tibia y aplica la solución en la superficie con una esponja. Déjalo actuar durante 15-30 minutos y después limpia la pared con una toalla húmeda.
- Lejía: mézclala con agua en una proporción de 1:10 y esparce la solución sobre la pared infestada. Déjalo actuar unos minutos y después limpia bien la pared con un paño húmedo. Cabe recordar que la lejía es un agente agresivo, por lo que conviene realizar esta operación con guantes y, a poder ser, mascarilla e incluso gafas protectoras.
- Sulfato de cobre: diluye 10 gramos en un litro de agua y aplica la solución en la superficie mohosa con un paño o un atomizador. Pasados unos minutos, limpia la pared.
- Aceite de árbol de té: agrega 2 cucharadas de aceite a 300 ml de agua, mézclalo bien y vierte la solución en una botella con atomizar. Aplica dicha mezcla en los espacios con moho y, pasados 3 días, limpia los resto con agua y jabón.