El trucazo preventivo para dormir bien fresquetes durante las noches infernales de la ola de calor
España se encuentra en la primera ola de calor de verano y en algunas zonas ya se auguran noches tropicales.
Continuamos experimentando noches tropicales, con temperaturas que no descienden de los 20ºC, e incluso tórridas, sin bajar de los 25ºC en ciertas áreas del país. En Cartagena, Murcia, la temperatura mínima registrada la pasada madrugada fue de 25.1ºC.
El calor nocturno continuará en aumento durante esta ola de calor, y las noches tropicales y ecuatoriales se expandirán por todo el territorio peninsular, además de las islas.
Sobrellevar el día obliga a ir buscando la sombra por la calle, a encontrar refugios de aire acondicionado, a tirar de abanico, a beber mucha agua y a disfrutar de largos baños en la playa o la piscina. Pero... ¿y la noche? ¿Cómo hacemos frente a las tórridas noches de ola de calor?
Antes de anticipar el momento, de imaginar una noche más entre el sudor y la deseperación, que lo único que puede hacer es complicarnos el momento de conciliar el sueño, podemos tomar algunas medidas que nos ayuden a sobrellevarlo y a no dejarle ganar la batalla al insomnio y las ojeras.
Aislar la habitación durante el día
No todos tenemos el mismo termostato interno pero, en general, la temperatura ideal de la habitación para disfrutar de un sueño reparador ha de estar entre 18º y 21º. A partir de ese momento, pueden aparecer los problemas para conciliar el sueño —por descontado que con 30 casi es imposible—.
El principal objetivo entonces es bajar la temperatura de la habitación o de la estancia en la que vayamos a dormir. La opción rápida: poner el aire acondicionado, pero ni todo el mundo dispone de él ni lo contempla por el desembolso económico que puede suponer a fin de mes.
Entonces, lo mejor es ser previsor y mantener aislada del calor la casa, lo que significa cerrar las ventanas y dejar las persianas bajadas durante las horas centrales del día. Con esto logramos crear un ‘efecto penumbra’, que produce que la luz no entre y el calor no se concentre. Cuando el sol comience a desaparecer, es el momento de airear la casa.
Usar el ventilador... con truco
Es el gran aliado del verano: el ventilador, que estos meses se está haciendo imprescindible muchas noches. Eso sí, cuanto más silencioso, mejor.
Para sacarle el máximo partido, ahí va un truco: no colocarlo apuntando a nosotros para que nos dé directamente el aire fresco y dirigirlo hacia la ventana abierta, para evitar la entrada de aire caliente. Como tip extra, se puede colocar un bol con agua fría o con hielo frente a las aspas, para al mismo tiempo conseguir frescor en la habitación.
Si puedes, duerme a la intemperie
Si tienes jardín o terraza, prueba a pasar la noche durmiendo fuera y no olvides una sábana por si durante la madrugada refresca.
Además, si estás en el campo, los sonidos de la naturaleza, los aromas de las plantas por la noche y las estrellas como 'techo' te ayudarán a conciliar el sueño y a dormir mejor. Aunque cabe recordar que amanece pronto y quien no tenga que madrugar se verá desvelado por el sol.
Agua, mucha agua
Si a lo largo de la noche el bochorno te desvela, no olvides recurrir al agua para refrescarte y evitar la deshidratación.
Esta es la principal recomendación de los médicos y especialistas durante todo el día cuando las temperaturas son elevadas. Por la noche, también.
Cuidado con lo que comes y con lo que bebes
Cuidar la alimentación también hará que la madrugada mejore. En jornadas así, olvídate, al menos cuatro horas antes de irte a la cama, del picante, del café, del azúcar y del alcohol, que pueden alterar el sueño.
Por contra, apuesta por alimentos que contengan melatonina, como los frutos secos o la avena, o triptófano, como los frutos rojos y el aguacate. Además, una infusión de manzanilla o un vaso de leche caliente siempre ayudan a dormir mejor.
Algunos 'gadgets' que también pueden colaborar en tu descanso
Además de darte una ducha de agua tibia antes ir a la cama —no fría pues el cuerpo puede reaccionar subiendo la temperatura para contrarrestar— hay algunos artilugios que pueden convertirse en grandes aliados.
Por ejemplo, un antifaz de gel frío de los que se aconsejan para aliviar los dolores de cabeza. Solo tienes que meterlo en el congelador un par de horas, ¡y listo! De la misma manera, también se venden almohadas de gel que dispersan y absorben el calor de la cabeza y el cuello.
Más barato y asequible: un pulverizador de bruma que calmará durante un rato el bochorno.
Y por último y muy importante: utiliza sábanas de algodón, que son más fresquitas, y acuéstate sólo con la ropa interior.