Un trozo de papel de aluminio resuelve uno de los mayores problemas de los hogares
Sirve para ahuyentar a varios visitantes no deseados.
El papel de aluminio está presente en todos los hogares españoles. Si bien la mayoría lo usa para envolver bocadillos o sándwiches si se va a comer fuera o para tapar algún alimento o comida que ha sobrado en la nevera, tiene otros usos que puede ayudarnos a que no haya visitantes indeseados en casa.
Tal y como recoge el medio croata Jutarnji, se puede utilizar para que los gatos no entren en nuestro jardín colocando un trozo de papel aluminio en un palo, similar a una bandera. Los felinos se sienten repelidos por este material, se ven cegados por el reflejo de la luz y el sonido del material con el viento.
También sirve para evitar la entrada de los ratones, basta con poner una lámina en la zona donde haya más presencia de estos roedores y también en grietas o agujeros por donde puedan colocarse. A estos animales les repele el olor, indistinguible para los humanos, pero también se resbalan por la superficie y, según el citado medio, "tienen tímpanos muy sensibles y caminar sobre papel de aluminio les resulta muy incómodo".
Lo mismo sucede con las palomas, tan comunes en ciudades donde acostumbran a pasarse por los balcones y ventanas dejando todo lleno de excrementos. Para conseguir que no lo hagan, hay que envolver la valla del balcón con papel de aluminio, lo que consigue también mayor higiene y evita que se ensucien.
El resplandor de los rayos de sol molesta a todas las aves, provocando que se desorienten y vayan en otra dirección. Lo ideal es que este sea limpio y sin restos de alimentos que puedan atraer a insectos.