Este es el precio de las trufas de las rebeldes monjas clarisas y los restaurantes con estrella Michelin que las sirven
Para pegarse un capricho.
Las monjas clarisas del monasterio de Belorado (Burgos) están siendo las grandes protagonistas de la semana tras anunciar el pasado 13 de mayo que han decidido abandonar la Iglesia debido a la "persecución" que, a su juicio, están sufriendo, y por los "palos en la rueda" que se ponen a su comunidad.
En un escrito, firmado por la madre abadesa, sor Isabel de la Trinidad, en nombre de todas las religiosas de clausura del convento, acusaban a Roma de no querer concederles "licencia de venta del convento de Derio" y de no permitirles "cumplir con los pagos" del monasterio de Orduña y rescindir el contrato de compraventa "sin previo aviso" tras tres años.
Lo cierto es que las hermanas clarisas de Belorado afirman que necesitan vender el monasterio de Derio para hacer frente a la compra del convento de Orduña y compensar la inversión realizada en arreglar ese tejado.
La principal fuente de ingresos de estas monjas son sus dulces, pero con eso no pueden asumir todos los gastos que implicaron las obras de acondicionamiento del de Orduña.
Los dulces de las monjas
La principal fuente de ingresos de esta monjas de Belorado son sus afamados dulces que se han convertido en referencia de la alta repostería de nuestro país a partir de su participación en Madrid Fusión 2016 y compartir foro con los mejores confiteros y pasteleros, entre ellos Paco Torreblanca, Jordi Roca, Albert Adrià y Oriol Balaguer.
Bombones, rocas, perlas y tabletas de chocolate forman parte de su catálogo, aunque las grandes estrellas de su obrador son las trufas, que se pueden degustar en restaurantes con estrellas Michelin como Akelarre, de Pedro Subijana.
Esas cajas de trufas son consideradas un dulce gourmet y como tal su precio es elevado. La caja de medio kilo se puede comprar a partir de 50 euros.
Fue la hermana Sor Sion la que en una entrevista en el programa TardeAR aclaró que la elaboración de esas trufas se ha encarecido como lo ha hecho el precio del cacao. "Un kilo de chocolate cuesta 18,70 euros", explicaba la hermana encargada del obrador que añadía que, además, había que sumar gastos de luz y de gas, las cajas en las que se colocan y lo que cuesta "la formación, en saber cómo hacer las cosas". Y es que las hermanas rebeldes cuentan con el asesoramiento de Paco Torreblanca, el repostero alicantino considerado uno de los mejores pasteleros del mundo.