La regla de los 30 minutos y las dos horas para pasear al perro después de comer
Depende de la raza y del ejercicio físico al que se vaya a someter el animal.
Un tercio de los españoles tiene perro, por lo que la mayoría de ellos cuentan con una rutina para sacarlos a pasear el tiempo y las veces necesarias, algo que depende de la raza, la actividad y el estilo de vida del animal.
Sin embargo, hay unos tiempos de espera entre las comidas y los paseos y/o actividad física que todos ellos deben cumplir para evitar dañar al animal y que sufra lo que se conoce como torsión gástrica.
Los especialistas coinciden en que se debe esperar al menos 30 minutos si el animal ha comido para sacarlo a pasear para que pueda digerir la comida adecuadamente y así cuando pasee pueda hacer sus necesidades.
La torsión gástrica en los perros es, tal y como indica la web de la clínica veterinaria AniCura, "un cuadro muy agudo en el que el estómago se gira alrededor de su propio eje, normalmente una vuelta o media. Ello comprime la boca superior e inferior del estómago, impidiendo el paso de alimentos, gases y líquidos". Esto puede provocar náuseas, vómitos y, si no se trata a tiempo, incluso la muerte.
Además de esta espera, hay que tener en cuenta que los tiempos se deben dilatar si se va a realizar una actividad física mayor o si se va a jugar corriendo, llegando hasta las dos horas. Estos tiempos pueden variar en función del tamaño, la raza y la actividad del animal.
Los expertos recomiendan que se den tres paseos al día, uno de ellos de mayor duración. Si el animal es pequeño, este puede ser de 20 a 30 minutos; para un perro mediano, de entre 30 minutos y una hora; y si es grande, esta salida debería superar la hora.