La misteriosa piedra que las nutrias llevan en su zurrón y usan toda su vida
Esta curiosa práctica tiene un motivo aunque en la comunidad científica no hay consenso total en el porqué.
Consideradas por muchos como una de las especies más entrañables, las características físicas de las nutrias las convierten en un animal único y con numerosas curiosidades, en muchos casos, desconocidas para la mayoría.
De entre todas ellas hay algunas que son especialmente llamativas y que la reafirman como una especie más inteligente que muchas otras de su entorno, aunque en muchas ocasiones es muy fácil caer en los tópicos o mitos creados en torno a ellas debido a lo poco que se conoce sobre ellas.
En esta línea la especialista en Ciencias de la Vida, Susan Milius, ha querido desmitificar una de estas ideas que generalmente se tiene sobre ellas, como es la de que "hacen malabares" con las piedras, algo que no es verdad, ya que, además de no ser así, el gesto que realizan tiene una explicación.
Según apuntó la especialista en Science News, las nutrias realizan un movimiento de balanceo para lanzar objetos al aire rítmicamente, pero no se queda aquí, ya que, hasta cierto punto, la leyenda tiene algo de verdad, y es que las nutrias sí portan durante toda su vida una piedra, que eligen en base a sus gustos o preferencias.
Pero, ¿a qué se debe esta práctica?
La realidad es que esta costumbre, como ocurre con cualquier aspecto del mundo animal, tiene una explicación científica, o mejor dicho, instintiva. Según añade la autora, el hecho de llevar durante todas sus vidas una piedra responde a las necesidades naturales de estos animales, ya que, al llevar la piedra consigo, esta le sirve para entrenarse de cara a las situaciones que tendrá que vivir en su entorno: amenazas, necesidad de supervivencia, etc.
Por este motivo, las nutrias se acercan 'su' piedra al pecho, de forma que parece como si estuvieran deslizándola por encima de sus cuerpos. Además, esto les serviría -según Milius- para tener las uñas afiladas y con ello adquirir más habilidad a la hora de pelar moluscos, abrir las carcasas o extraer crustáceos para alimentarse.
Discrepancias en el motivo
Pese a esto, el motivo real no se conoce a ciencia cierta, y según la bióloga Mari-Lisa Allison, en base a otro estudio realizado con su equipo de trabajo, no se puede afirmar con rotundidad que el motivo de estas prácticas sea evolutivo o instintivo y afirma que simplemente puede deberse a un simple juego que no satisfaga ninguna necesidad inmediata.
Con todos estos puntos de vista sobre la mesa, no se puede confirmar al 100% que exista una motivación que las empuje a ello, al mismo tiempo que tampoco se puede negar, pero está claro que es una práctica común, y que se ha demostrado que llevan a cabo hasta el último día de sus vidas.