Este es el punto más difícil de controlar con la nueva ley animal
Desde el pasado uno de octubre, la normativa entró en vigor.
La entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal, que ha generado todo tipo de cuestiones y dudas entre los dueños de las mascotas: ¿Cuáles se pueden tener y cuáles no?¿Qué se puede hacer y qué no a partir de ahora?¿Qué hábitos, permisos y seguros hay que cambiar y actualizar...?
En este sentido, hay un aspecto que genera especial confusión, como es el de los seguros de los perros. Según la nueva normativa, estos seguros deben correar a cargo del seguro de la casa en muchas ocasiones, a excepción de aquellos casos en los que sea obligatorio, como ocurre ahora, algo que puede suponer un problema.
Para combatir estas dudas, desde las principales administraciones abogan por realizar una labor pedagógica para todos los propietarios de los canes, para que todo quede bien claro y reflejado, tratando de que se respete la legalidad vigente pero siempre teniendo en cuenta que nos encontramos en un período de adaptación y de aprendizaje.
Todas las partes deberán implicarse para adaptarse a la nueva ley
Con tal objetivo, desde las instituciones como ayuntamientos y parlamentos regionales, se busca hacer este cambio -el de los seguros- de la forma más eficaz posible e intentando, en la medida de lo posible, no tener que recurrir a sanciones y evitar situaciones desagradables con los propietarios.
También hay que tener en cuenta que, dentro de la legalidad, cada caso puede ser diferente y habrá que abordarlo dentro de la singularidad y circunstancias de cada uno siempre que se encuadre en lo exigido por ley.
Por todo esto, durante los próximos meses, estaremos ante un escenario inexplorado y para el que se antoja fundamental y una labor de pedagogía y aprendizaje por parte de todos los protagonistas, tanto instituciones, como particulares, en el que cada uno tendrá que jugar un papel fundamental en la colaboración, mejora e interpretación de la ley.