Estas son las consecuencias del aire acondicionado en el aparato respiratorio de un perro
Los más vulenrables son los cachorros y los ancianos.
Según los expertos, se espera que 2024 sea el año más caluroso jamás registrado. El investigador y científico Zeke Hausfather señala que "hay aproximadamente un 95% de posibilidades de que 2024 supere a 2023 como el año más cálido desde que comenzaron los registros de la temperatura global de la superficie a mediados del siglo XIX". Por lo que hay que estar preparados.
En los meses de verano, el aire acondicionado es para muchos un esencial para combatir las altas temperaturas. Con la subida en los precios de la energía un 70% de los hogares ha reducido las horas de funcionamiento de sus aparatos, para así controlar los gastos. Estos datos han sido recogidos por el segundo estudio sobre los hábitos de consumo de calefacción y climatización realizado por Bosch Home Comfort.
Hay que ser precavidos con los precios pero también con la salud de todos los miembros de la casa, incluido la de las mascotas. En ocasiones, tras un uso continuado y prolongado del aire acondicionado, se puede sufrir dolores de cabeza, de garganta o resfriados y los perros no son ajenos a estos efectos.
Para hacer un uso responsable y adecuado de los sistemas de climatización, sin que tengan efectos negativos para las mascotas hay que tener en cuenta varias cosas. Al igual que en los humanos, los efectos del aire acondicionado en los perros depende sobre todo de la edad. Los cachorros y los perros ancianos son más vulnerables al aire acondicionado. También hay que tener especial cuidado si tu can sufre de alguna patología o afección en el sistema respiratorio.
Medidas que hay que tomar
Para los cachorros que tienen menos de un años lo mejor es directamente evitar el uso de estos aparatos. Sin embargo, si abrir las ventanas no combate el calor se recomienda alejar al perro del flujo del aire y evitar que la temperatura que no descienda de los 24º.
Para el resto de edades la mejor manera de cuidarles es regular la temperatura entre 22º y 23º, y con moderación ya que la nariz de los perros está húmeda todo el tiempo, pudiendo favorecer a los resfriados causados por el uso del ventilador o del aire acondicionado.
Además, los cambios bruscos de temperatura a los que pueden verse sometidos requieren de un periodo de aclimatación puede desembocar en irritabilidad y cambios de conducta en el animal, pues sus niveles de estrés y ansiedad se disparan, afectando así a su bienestar tanto físico como emocional.