El pez monstruoso del Ebro enamora a centroeuropeos y arrastra un negocio millonario
Aunque también atrae a la pesca ilegal.
Los siluros son uno de los peces más reconocidos del río Ebro. Y una de sus características es que es uno de los más grandes de esta especie. De hecho, algunos pescadores presumen de ejemplares que superan los 100 kilos.
Los silurus glanis son enormes, rondan los 2 metros de largo y son uno de los peces más demandados por los aficionados. No obstante, como informa Xataka, figuran en el catálogo de especies exóticas invasoras debido a los daños que causa a otros animales autóctonos.
Pero su tamaño XXL hace de ellos un trofeo codiciado para los cazadores, lo que también genera un negocio millonario. Los siluros son una gran fuente de ingresos para los municipios cercanos a los lugares en los que viven estos peces. Un claro ejemplo es el que explica el medio citado anteriormente: en 2018 se desplazaron unas 100.000 personas al Pantano de Mequinenza de Aragón con motivo del siluro.
"Lo que les gusta es capturar un buen ejemplar, hacerse una foto para que se vea su proeza, ponerle mercromina y soltarlo", comentó en 2017 Jesús Senante, alcalde de Caspe a El Periódico de Aragón. Aunque actualmente el folleto informativo de pesca de 2023 de Aragón indica en qué lugares de la cuenca del Ebro se permite la pesca de especies exóticas invasoras en régimen de captura y suelta voluntaria.
Pesca ilegal
El siluro también genera pesca ilegal. De hecho, hace cuatro años se abrió una investigación a 23 personas por capturar ejemplares para enviarlos a Rumanía. La operación policial se saldó con la detención de todos ellos y la intervención de casi 9 toneladas de pescad no apto para el consumo humano.
Pero no fue la única intervención en la zona, sino que un tiempo después se incautaron otras cuatro toneladas de siluros y carpas. Estos pescados iban a ser enviados también al mismo país europeo.