El mapache invade España con cinco enfermedades transmisibles
En los últimos años se han convertido en un foco de transmisión y muy peligroso para nuestro ecosistema.
El mapache se ha convertido en un problema para el Viejo Continente debido a su expansión -en los últimos años- descontrolada. Según estima la Agencia SINC el crecimiento de la población de mapaches salvajes en Europa desde la década de 1990 es de más de un 300%.
El problema radica en en que la llegada y superpoblación fuera de control de cualquier especie no autóctona puede crear serios problemas para el ecosistema y la fauna al poder desequilibrar el entorno y ser un foco importante de enfermedades no registradas antes en el lugar.
En el caso del mapache, que fue introducido a Europa en 1930 procedente del continente americano para ser usado en la industria de la piel, llegó al medio natural desde granjas o soltados para la caza.
Enfermedades transmitidas por los mapaches
Posteriormente, también fue a introducirse como mascota, siendo este uno de los principales problemas a la hora de la expansión de enfermedades al escaparse de sus cuidadores o ser liberados.
En nuestro país se localizaron las primeras parejas en libertad se encontraron en Rivas Vaciamadrid en el año 2003 y actualmente se encuentran repartidos por Madrid y Guadalajara -se capturaron 814 ejemplares entre 2007 y 2018-, habiéndose encontrado algunos en Baleares.
Una de las claves que explican la expansión de enfermedades es su gran capacidad reproductiva, además de su alimentación -son omnívoros- y no cuentan con depredadores en nuestro ecosistema. Algunas de las enfermedades que transmiten son la Baylisascariasis, Ascariasis, Rabia, Salmonelosis y Leptospirosis.
Baylisascariasis
Producida por el Baylisascaris procyonis (un gusano cilíndrico), es una enfermedad cuyo primer caso en Europa data de 1991, y encuentra en el mapache su hospedador ideal. En este caso, la hembra genera millones de huevos e infecta a gallinas, roedores, conejos, liebres, etc, poniendo en serio riesgo la vida de miles de animales.
Su expansión se debe a la ingesta de los huevos depositados en agua o tierra contaminada y sus efectos pueden provocar lesiones oculares y neurológicas muy graves, que pueden llegar a ser mortales.
Ascariasis
En este caso, el parásito transmisor es el áscaris lumbricoides (lombriz intestinal), cuyas víctimas preferidas son los niños. Su tamaño, en el caso de las hembras es de 35 cm y en el de los machos 25 cm.
Al igual que ocurre con la Baylisascariasis, su contagio se produce al comer huevos procedentes de manos contaminadas o sucias, aunque también puede encontrarse en verduras o frutas contaminadas y los mapaches pueden transmitirla a través de sus heces.
Rabia
Otra más conocida es la rabia, que puede ser transmitida a través de las mordeduras de los mapaches, como ha ocurrido en Ucrania, Alemania o Lituania entre otros.
Salmonelosis
Otra enfermedad también común y muy contagiosa es la salmonelosis, y la que según las estimaciones, alrededor de un 5% de casos proceden de las mascotas. Esta es producida por una bacteria que se encuentra en las desechos de los mapaches y puede ser adquirida tanto por los alimentos o agua contaminada como por las manos, llegando a producir diarreas, vómitos o malestar general.
Leptospirosis
En último lugar nos encontraríamos con la leptospirosis, que se trata de una bacteria excretada por los mapaches infectados, provocando fiebres, cefaleas o dolores musculares y articulares, pudiendo derivar en daños renales, hepáticos o hemorragias.