Día Mundial de las Abejas 2023: ¿Cuál es su importancia en el ecosistema?
Es una de las especies de insectos más importantes del planeta.
Durante el día de hoy, 20 de mayo, tiene lugar el Día Mundial de las Abejas. Un día muy importante para reivindicar cuál es el valor que estos insectos a nivel global respecto a su función, imprescindible para el correcto desarrollo del ciclo vital.
Si hablamos de importancia en la biodiversidad y el ecosistema, las abejas componen uno de los primeros y más importantes eslabones para el desarrollo, correcto funcionamiento y equilibrio de la vida en el planeta.
Su función es tremendamente importante y se puede afirmar que sin su presencia, el mundo sería muy distinto, hasta el punto de calificarlas como imprescindibles para la supervivencia humana.
¿Cuál es su función?
Las abejas cumplen una función indispensable como es polinizar. Pero no solo eso, ya que también aportan alimentos de enorme calidad como la miel, la jalea real y el polen, además de otros productos como el propóleo, la cera de abeja o el veneno de abeja.
Según indica el informa del año 2019 de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), la importancia de las abejas para el ser humano se puede comprobar en la cantidad de referencias sagradas que hacen alusión a ellas en los escritos de las principales religiones.
Pero no queda ahí, ya que en palabras de los expertos en abejas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), están directamente relacionadas en un tercio de la producción global de alimentos.
Algo que se traduce también en el plano económico en una enorme posibilidad económica con la apicultura. Esta actividad reporta enormes beneficios a muchas personas y familias que viven del medio rural. Según el IPBES, la abeja occidental es le insecto que más poliniza en el mundo, además de producir más de 80 millones de colmenas, que se traducen en 1,6 millones de toneladas de miel anuales.
Se encuentran en peligro
Por desgracia y como ocurre en numerosos casos con cientos de especies, el efecto dominó que implica la actividad humana -uso de químicos como pesticidas, cambios climáticos muy acentuados...- en el planeta, está provocando que las abejas cada vez cuenten con un hábitat menos favorable para su supervivencia, algo que se traduce en una menor polinización y con ello, menor capacidad para producir alimentos,
Otro aspecto que se está investigando es la calidad del aire, un factor que puede influir de manera decisiva en el olor que liberan las plantas y que permite que las abejas puedan localizar su alimento.
Por último, la masificación a la hora de la crianza, junto al transporte de las especies polinizadoras a gran escala, pueden suponer un aumento de transmisión de parásitos y patógenos. La IPBES aconseja que regular su comercio para evitar el riesgo de este tipo de daños involuntarios.