Baleares busca depredadores para acabar con la avalancha de serpientes
La situación comienza a ser más que preocupante para los habitantes y las especies autóctonas.
Las Islas Baleares se enfrentan a un problema: la presencia de serpientes que se han instalado en varias zonas del archipiélago. El origen de esta plaga se encuentra posiblemente en la llegada de la serpiente de herradura -se cree que pudo tener lugar mientras hibernaba en un tronco-.
Desde su llegada, la población de esta especie invasora se ha multiplicado de forma alarmante, y las autoridades responsables apuntan a la falta de depredadores naturales como principal causa de su proliferación, tal y como recoge Última Hora.
Desde el Consorcio de Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (COFIB) aseguran que durante 2023 se han capturado más de 3.000 ejemplares gracias a la ayuda de centenares de voluntarios que han ido instalando jaulas trampa por el campo, aunque el problema va más allá, ya que a las serpientes de herradura se les ha unido la presencia de las culebras de escalera y la culebra bastarda. A todas ellas se las ha podido ver en las islas de Ibiza, Formentera y Mallorca incluso nadando a mar abierto, así como en zonas residenciales.
Las culebras se lanzan a mar abierto
Víctor Colomar, coordinador del COFIB en Ibiza y Formentera, apunta a que "las culebras invasoras que tenemos en Baleares no son una amenaza para los humanos pero sí para el medioambiente porque ponen en riesgo la supervivencia de especies endémicas como la lagartija y algunas aves propias de la costa".
En un principio cuando se avistaron por primera vez en Ibiza en el año 2016, los expertos pensaban que la serpiente de herradura tan solo se desplazaba por tierra, un planteamiento erróneo, ya que meses más tarde comenzaron a verse nadando a mar abierto. Por este motivo, el organismo encargado de preservar la fauna en las islas tuvo que comenzar a vigilar los islotes en los que se encontraban, y con ello evitar que las especies autóctonas pudieran correr riesgo.
Tanto la de herradura como la serpiente bastarda y la de escalera, son consideradas como especies invasoras en todas las islas menos en Menorca, donde se avistaron culebras de escalera desde hace siglos.
Gracias a las jaulas trampa, esta temporada -iniciada en primavera-, se han podido capturar entre 600 y 800 serpientes en Formentera y entre 1.500 y 2.000 en Ibiza, además de algunos centenares en Mallorca, que presenta una peculiaridad mayor al tener que luchar contra ellas para preservar a la lagartija autóctona como la Dragonera, El Toro y Cabrera.
En la Península sería mucho más fácil
Una de las principales adversidades a la hora de atajar el problema es que el comportamiento de las especies invasoras varía cuando llegan a un territorio distinto. De ahí que se hayan podido detectar comportamiento tan extraños e imprevisibles. Todo esto, unido a la falta de depredadores está haciendo muy complicado poder llevar un control y acabar con la presencia multitudinaria de estas especies, que solo está siendo posible gracias a la colaboración ciudadana.
Tal y como apuntan desde COFIB, en el resto de la península este problema sería mucho más fácil de abordar ya que la presencia de jabalíes, zorros o tejones podrían suponer una ayuda incalculable para erradicar el problema, pero en Baleares la presencia de estos depredadores es nula.
En este sentido, Colomar agradece la inestimable ayuda a asociaciones como Amics de la Terra, GOB o el GEM, que han colocado más de 3.000 trampas en Ibiza, una isla donde cada vez es más habitual encontrar estas especies en el casco urbano.