Los alimentos que es mejor evitar por su colesterol
Y cuáles sí se recomiendan para cuidar de tu salud cardiovascular.
Que los excesos navideños no son muy recomendables para la salud es algo ampliamente sabido, pero un dato lo dice todo: pueden hacer que, en algunas personas, el colesterol suba hasta un 15% tras las fiestas, según informó recientemente la Fundación Española del Corazón (FEC).
Tener el colesterol alto es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y de ahí que los expertos insistan en alimentarse de manera saludable y en realizarse analíticas para detectarlo a tiempo.
Según datos del estudio Enrica, el 50,5% de los españoles tiene hipercolesterolemia (niveles de colesterol por encima de 200 mg/dl) y el 46,4% de los que tienen colesterol elevado lo desconocen.
La FEC resalta la importancia de una alimentación saludable, basada en los principios de la dieta mediterránea. Deben primar los cereales integrales, las verduras, las legumbres y frutas y los frutos secos y, más en concreto:
- Incluir al menos cinco raciones diarias de verduras, hortalizas y frutas.
- Tres raciones semanales de legumbres.
- Elegir cereales integrales y granos enteros.
- Apostar por el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos, ricos en grasas saludables.
- Incorporar leches fermentadas con esteroles vegetales que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol alto.
- Incrementar el consumo de pescado, especialmente el azul (atún, bonito, boquerón, caballa, jurel, sardina, etc.) por sus ácidos grasos omega 3.
- Priorizar las carnes magras y las aves de corral, frente a las rojas.
- Mantener una buena hidratación.
- Practicar actividad física de forma regular y moderada: caminar entre 45 a 60 minutos al día de tres a cinco días por semana.
Por otro lado, hay ciertos alimentos que contienen abundante grasa saturada, grasa trans y colesterol.
Por ejemplo, serían el caso de los lácteos enteros (que la FEC recomienda sustituir por lácteos desnatados), la mantequilla (sustituir por aceite de oliva virgen), las carnes grasas (sustituir por carnes magras, con poca grasa, como el conejo o el pollo sin piel), los embutidos, los fritos comerciales y la bollería industrial.
No hay que olvidar que la forma de cocinado también influye y lo recomendable es optar por las que suponen menor aporte de grasa, como el horno, la plancha, la parrilla, el microondas, el asado o la cocción al vapor.
Aquí puedes encontrar una guía de compras para una alimentación saludable siguiendo las pautas de la Federación Española del Corazón.