Fiesta con los más pequeños en la piscina... y los padres a su bowl
Para disfrutar de una 'fiesta piscinera' solo se necesitan bañadores, toallas y mucha protección solar.
Hay un antes y un después del 15 de mayo en el calendario. Especialmente este año que el verano ha llegado demasiado pronto y la necesidad de encontrar un rincón en el que refrescarnos se ha precipitado. Pero ya está, ahora sí, casi todas las piscinas, públicas o privadas, están disponibles para aliviar los calores de todos.
Inaugurar la temporada de baños y sol es un momento emocionante para muchos, pero sobre todo para los más pequeños.
Y para hacer ese momento aún más especial, ¿qué tal organizar una quedada con los mejores amigos de los niños para que vivan un completo día de agua?
Bañadores, toallas y mucha protección solar
Pocas cosas se necesitan para disfrutar de una 'fiesta piscinera', salvo bañadores y toallas. Y lo más importante, no hay que olvidar la crema solar de alta protección para que el sol no nos amargue la jornada.
De la misma manera, si el día es muy caluroso, hay que beber agua frecuentemente.
Y a la hora de comer... Nada de complicarse la vida: algo fácil de hacer, fresquito y que se adapte a todos los paladares, especialmente los de los más pequeños.
Seguro que esta elaboración de Grisson, con los vasitos de arroz redondo Brillante como protagonistas, puede servir de inspiración a muchos:
Podemos tomarla así, en ensalada, o elaborar, en pocos minutos, un rico arroz tres delicias. Tan solo tenemos que mezclar los trocitos de tortilla francesa, la zanahoria, los guisantes y el jamón de york en un wok a fuego fuerte. Dos minutos después añadimos también el arroz e incorporamos un chorrito de salsa de soja y en un minuto ¡listo!
Un largo e inolvidable día
La 'fiesta' llegará a su fin cuando la tarde comience a caer o cuando los servicios de mantenimiento de la piscina decidan que la hora del baño ha acabado. Ese es el momento en el que los padres se sienten liberados y los niños, agotados, empiezan a bajar el ritmo y a dejarse llevar por el cansancio.
Juegos, risas, amigos, abrazos, sol, buena comida... La quedada tiene todos los ingredientes para convertirse en un día inolvidable para los más pequeños.