¿Se reconciliará Hacienda con la maternidad y la paternidad?

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Hacía tiempo que no teníamos la oportunidad de ver en sede judicial el desfase que existe en nuestro país entre el Derecho Tributario que protege los intereses de las y los contribuyentes y las actuaciones de la Agencia Estatal de Administración Tributaria.

Y lo vemos nada más y nada menos que en una decisión que afecta a las políticas de natalidad, familia y, por justicia material, a las de igualdad.

En una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, se consagra el derecho de una contribuyente a la exención fiscal sobre su prestación de maternidad frente a la denegación de la misma por parte de la Agencia Tributaria.

El TSJM contradice de esta forma el criterio mantenido por la Agencia Tributaria , que consideraba esta prestación como una renta y, por tanto, susceptible de tributación por el IRPF. Se trata de una interpretación de la norma fiscal recogida en el Artículo 7.h de la Ley del IRPF.

La contribuyente solicitó la devolución de 3.135 euros que pagó en concepto de IRPF por su prestación de maternidad. La Agencia Tributaria había denegado en 2014 dicha solicitud que dos años después le reconocen los tribunales.

Aunque esta decisión se circunscribe exclusivamente al caso juzgado, abre la puerta a que el resto de afectadas desde enero de 2012 procedan a reclamar la devolución del IRPF. Según el diario Cinco Días, de prosperar una reclamación en base a dicha sentencia, Hacienda tendría que desembolsar unos 1.300 millones de euros que, según UGT, podrían beneficiar a más de 2.5 millones de afectadas.

Lo indignante del caso es que la Agencia Tributaria no parece estar dispuesta a cambiar su interpretación pese a que un Tribunal Superior ha fallado en su contra. La AEAT no sólo no ha modificado su posición con una nota informativa, sino que al no haber llegado aún al Tribunal Supremo, puede seguir manteniendo su interpretación. Igualmente es importante destacar que las contribuyentes que entendieron que la prestación estaba exenta siguen estando sujetas a las correspondientes sanciones tributarias.

Es entendible, pero no justificable, el alto coste que puede tener proceder de oficio a rectificar la situación, pero el no hacerlo perjudica notablemente a las beneficiarias de esta exención.

Por ello, además de la presión de los medios y las redes sociales exigiendo al Gobierno una respuesta inmediata, quien pueda verse afectada desde el año 2012 debería proceder a reclamar dicha exención. El proceso puede tardar años y se iniciaría presentando una rectificación de auto-liquidación del IRPF. Tras su previsible denegación, cabría presentar un recurso de reposición por vía administrativa que nos llevaría casi indudablemente al Tribunal Económico-Administrativo para, posteriormente, reclamar ante al Tribunal Superior de Justicia autónomo, que si sigue la misma linea argumental, fallará a favor de la contribuyente.

Hay que tener en cuenta que, por la aplicación del principio de igualdad, la interpretación del TSJM sobre este asunto debería extenderse a la prestación por paternidad. La equiparación de los derechos de maternidad y paternidad para hombres y mujeres sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país, defendida por la PPiiNA(Plataforma Por Permisos Intransferibles por Nacimiento y Adopción), que ahora debería incluir esta iniciativa en su agenda.

Por el momento, y mientras se presentan las oportunas preguntas en sede parlamentaria, lo que parece estar claro es que la AEAT seguirá exigiendo el IRPF por las prestaciones de maternidad pese a esta sentencia, mientras continua la indignación pública que puede seguirse a través de #MaternidadIRPF.