Por qué me levanto cada mañana a las 5:30 (y lo que ganarías si hicieras lo mismo)
Relájate y medita, escribe, lee, haz deporte, define tus objetivos... Puedes encontrar tiempo para dedicarlo a tu cuidado sólo madrugando un poquito más. Se dice que para consolidar un hábito tienes que pasar el umbral de los veintiún días. No es tanto, ¡tú puedes!
BIENESTAR -- Hace algunos meses, tomé una decisión que nunca creí que tomaría. Una decisión que, en adelante, tendría un gran impacto sobre cada uno de mis días.
La decisión de levantarme a las 5:30. Todas las mañanas.
"Por qué?"
La pregunta es legítima (de hecho, tengo que admitir que algunas mañanas yo también me la planteo).
¿Te ha pasado alguna vez que, después de levantarte, tienes la impresión de estar totalmente desubicado? Abres los ojos. Y al momento te golpea en toda la cara una especie de bofetada mental que te pone a darle vueltas a la cabeza: hay que ver qué de cosas tengo que hacer + me acabo de levantar y ya voy dándome patadas en el culo + nunca me queda tiempo para mí, todo son obligaciones.
¿El resultado? Te levantas todas las mañanas deseando volver a la cama.
No sé tú, pero yo no tengo ganas de empezar así todos los días de mi vida. No, gracias.
Además, he descubierto el libro The Miracle Morning y me he informado sobre las rutinas matinales de algunos de los empresarios más competentes (aquí hay algunos ejemplos).
Si el método de Miracle Morning tiene decenas de miles de seguidores, y si hay personas de la talla de Richard Branson (fundador de Virgin Group), Tim Cook (consejero delegado de Apple), Howard Schulz (consejero delegado de Starbucks) y Jack Dorsey (fundador y consejero delegado de Twitter & Square) que se toman la molestia de probarlo y les funciona, quizás yo también le puedo sacar algo de jugo, ¿no?
El placer no lo vas a encontrar en levantarte a las 5:30 para madrugar más que el sol (a mí me gusta mi cama tanto como a cualquiera). El madrugón te lo pegas para poder dedicar tiempo a esas actividades que sabes que influyen muy positivamente en la salud mental, el rendimiento y (como accesorio, que no viene mal) el buen humor.
Si te agrada la perspectiva de comenzar tus días lleno de entusiasmo y con la firme intención de aprovecharlos al máximo, aquí te explico la rutina que yo he estado siguiendo, en gran parte inspirada en la que propone Hal Elrod en The Miracle Morning.
(Nota importante: en realidad, no hay necesidad de que te esfuerces en levantarte a las 5:30 am. Es suficiente con que estés en pie un poco antes de lo habitual para sacar tiempo).
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Dejar la mente en blanco y concentrarse
10 minutos
Atención, que hablamos de meditación. Hay pruebas científicas de los múltiples beneficios de la meditación (para los más curiosos).
No se trata de esforzarse en permanecer sentado en posición de loto durante una hora. Con sólo cinco minutitos de meditación, si los practicas con regularidad, ya podrás notar los beneficios.
He probado dos apps (en inglés) que pueden ayudarte en los primeros pasos:
En The Miracle Morning, Hal Elrod propone una sencilla técnica:
- Siéntate en un entorno confortable con una postura firme.
- Cierra los ojos o mira fijamente un punto delante de ti.
- Concéntrate en tu respiración, inspira con el vientre, espira desde el torso (como si te vaciaras de arriba a abajo)
- Regocíjate en la calma e intenta permanecer concentrado en tu respiración sin pensar en nada más.
- Cuando notes que tu mente se despista y retoma su hilo habitual de pensamiento, no te preocupes, permanece tranquilo y concentrado en tu respiración.
Beneficios:
Te sentirás menos estresado, ganarás paz mental y, con un poco de práctica, en tan sólo diez minutos conseguirás sentirte completamente descansado y como nuevo.
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Escribir
10 minutos
Dedica tiempo a escribir cada mañana; con unos pocos minutos cosecharás beneficios considerables. Este hábito te permitirá repasar el estado actual de tu vida y centrarte en las cosas que son realmente importantes.
Por ejemplo:
- Anota tres cosas por las que estés agradecido: tus seres queridos, una novela interesante, un buen recuerdo, un triunfo personal...
- Escribe lo que se te pase por la cabeza en ese justo momento.
- Establece un objetivo que quieras conseguir ese día.
- Escribe algunas palabras que te motiven, como una cita de alguien que respetes, un poema, una canción... y que quieras recordar.
- Mantén un registro de cómo va evolucionando algo nuevo que hayas aprendido o conseguido (si estás aprendiendo nuevas recetas de cocina, si has descubierto algún grupo de música... lo que quieras.
Al principio escribía en una libreta al estilo de las Moleskine, completamente en blanco. Luego utilicé un diario (pero no esos de adolescentes con corazoncitos); ahora estoy creando mi propia estructura de diario, con unas cuestiones predefinidas que respondo todos los días.
Beneficios:
Estarás más contento, más concentrado y además podrás llevar un control de tus avances y de las cosas buenas en tu vida.
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Refuerza tus objetivos
10 minutos
Hay varias formas de hacerlo. Puedes elegir alguna de las que te explico o una mezcla de las tres, la que te convenza más.
- Afirmación. Es un tipo de frase que te repites y que describe a la persona que desearías llegar a ser.
- Visualización. Cuando visualizas, lo que haces es imaginarte consiguiendo lo que quieres, como pasar un buen día, por ejemplo. Es necesario que proyectes también lo que sentirías de estar en ese momento de verdad, no sólo la imagen.
Esta es la cara que puse la primera vez que escuché hablar de afirmación y visualización.
(Al principio tenía algunos problemas con la afirmación y la visualización. Cuando me metía en una de esas imágenes mentales, a veces tenía la impresión de andar perdida entre la muchedumbre de una de esas charlas de motivación, en las que el orador señala a cada uno de los presentes y les dice lo fabulosos que son y cómo van a comerse el mundo.... Luego orienté mejor las imágenes y fue funcionando poco a poco).
- Refuerza tus objetivos. Es hora de sacar la agenda: reparte tus objetivos mensuales y céntrate en un objetivo por semana. Así evitarás agobiarte con intentar abarcarlos todos cada día y verte a final de mes sin haber avanzado en nada en realidad. ¡Divide y vencerás! También puedes dedicar algo de tiempo para recordar los motivos por los que decidiste establecer esos objetivos. Por ejemplo: "Pasar un día magnífico con mi familia, porque esa es mi prioridad número uno".
Beneficios:
¡Es mi chute de motivación diaria! Me ayuda a recordar qué es lo que quiero hacer, por qué quiero hacerlo y cómo quiero hacerlo.
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¡Mueve el culo!
De 10 a 90 minutos
Hay una razón para que las personas de éxito hagan deporte regularmente. Es porque han comprendido que necesitan estar en su mejor forma física para poder cumplir sus objetivos y vivir cada día de forma plena.
No es de extrañar que Tim Cook vaya al gimnasio todas las mañanas a las cinco, o que Jack Dorsey comience su jornada de trabajo corriendo diez kilómetros.
Si quieres hacerlo sin usar materiales, sin tener que hacerte socio de ningún sitio y sin comprometerte con nadie, podrías hacer algo de lo siguiente:
- Sal a correr, incluso si sólo son diez o quince minutos al principio.
- Sigue uno de esos programas de entrenamiento en siete minutos (este de aquí por ejemplo)
Lo ideal sería hacer un poco todas las mañanas. Lo que más va con mi ritmo es ir alternando. Cada dos días paso una buena hora y media en el gimnasio por la mañana. Entre medias no hago nada de deporte. Mi objetivo ahora es hacer diez minutos de yoga esas mañanas intermedias.
Beneficios:
Hacer un poco de deporte por la mañana, aunque sólo sean diez minutos, te ayudan a despertarte del todo, a aliviar el estrés y a recargarte las baterías al máximo. Por supuesto, también sirve para mantener un buen estado de salud. No está mal, ¿no?
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Leer
20 minutos
Tienes a tu disposición una fuente ilimitada de saber: los libros. Sea cual sea tu objetivo (correr una maratón, ser rico, dar la vuelta al mundo...), seguro que hay libros que hablan de eso y te pueden ayudar muy mucho a lograrlo.
Leer veinte minutos (o diez minutos, si quieres) cada mañana significa absorber conocimientos que puedes poner en práctica ese mismo día. Así irás encaminándote mejor en dirección a tu objetivo.
-> Por mi parte, habitualmente escribo resúmenes de los libros que me han resultado más útiles.
Algunos ejemplos de libros que han tenido una gran influencia en mí:
- La semana laboral de 4 horas, de Tim Ferriss (para aumentar tu productividad considerablemente)
- Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, de Dale Carnegie (sin duda el mejor libro que hay sobre la comunicación interpersonal y la inteligencia emocional)
- 100€ STARTUP, de Chris Guillebeau (cómo vivir de tu pasión con un mínimo de inversión)
- El poder de lo simple, Leo Babauta (enseña a hacer menos para conseguir más)
Beneficios:
¿Por qué no aprovecharse de la experiencia de personas que ya han hecho lo que tú quieres conseguir? Ganarás un tiempo precioso. Te enriquecerá personalmente. Podrás ayudar a las personas de tu alrededor a que participen de tus éxitos.
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Balance personal
Hace ya algunos meses que practico el ritual que te acabo de explicar y aquí tienes algunos de los resultados:
- ¡Nunca antes había leído ni aprendido tanto! (también leo más fuera del horario del ritual matinal)
- He conseguido (por fin) hacer deporte de manera regular (en mi caso, es casi un milagro).
- Sé en qué dirección quiero ir y por qué (aunque el cómo a veces varía)
(De hecho, escribo estas líneas a las 6:10 de la mañana. Acabo de terminar mi ritual matinal y he comenzado a trabajar en mi objetivo principal de la jornada: ¡terminar de redactar este artículo!)
Así que no puedo menos que ofreceros el lujo de comenzar cada uno de vuestros días, no con prisas y estrés, sino con cuidado, atención y motivación, dispuesto a aprovechar cada minuto.
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Qué hacer, si aceptas el cambio
- Si estás entre los más exigentes y motivados, pon mañana mismo el despertador una hora antes y dedica diez minutos a cada una de estas actividades.
- Si eres de los que prefieren ir tranquilamente, selecciona los dos o tres hábitos que mejor te parezcan y hazlos mañana y los próximos días.
-> Se dice que para conseguir que un hábito se vuelva estable en tu vida y que tu cuerpo se acostumbre a hacerlo sin mucho esfuerzo, tienes que superar el "umbral de los primeros 21 días". ¡Ánimo, que no es para tanto! ;)
¡Muchas gracias por leer este artículo!
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Este post fue publicado originalmente en Medium France y ha sido traducido del
'Huffington Post Francia' por Diego Jurado Moruno