Cómo me siento cuando un hombre me dice que sonría
Pedir a una mujer que sonría no es sexy, ni adorable, ni ingenioso, ni agradable ni cualquiera de los adjetivos que un hombre se piensa que es. Es sexista, es acoso, y no ayuda a conquistar a una mujer. ¿Por qué? Porque a las mujeres no les gusta que les digan lo que tienen que hacer, igual que a los hombres.
¡Sonríe! No puede ser para tanto. Creo que se te ha caído la sonrisa por el camino... Alguien como tú no puede ir por ahí sin sonreír, ¿qué puedo hacer para cambiarlo?
¿Te suena? Si eres mujer, lo normal es que un hombre te haya dedicado algún comentario de este estilo alguna vez en tu vida. Y, si eres un hombre, puede que los hayas hecho. Yo he escuchado todos los comentarios que aparecen más arriba. Pero la vez en la que pasé más miedo fue en una fiesta en la universidad: un hombre cruzó toda la habitación para acercarse a mí y gritarme hasta tal punto que pensé que me iba a pegar. Me dijo que me fuera si no quería pasármelo bien.
Hace unos meses, otra mujer que no sonreía lo suficiente salió en las noticias. Un periodista le preguntó a la tenista Serena Williams por qué no sonreía si había ganado el partido. Ella respondió que estaba cansada y que la verdad es que no disfrutaba con las ruedas de prensa. Y, aunque disfrutara con las ruedas de prensa, ¿tendría que demostrarlo con gestos? Ella solamente estaba cumpliendo una obligación, al igual que otros jugadores de tenis, como Roger Federer. Lo más probable es que al periodista no se le ocurriera hacerle la misma pregunta a un deportista porque no se espera que un hombre sonría, pero sí se espera que una mujer lo haga. Y lo que tiene que cambiar son este tipo de concepciones.
No todos los hombres les dicen a las mujeres que tienen que sonreír. O piensan que es apropiado hacerlo. Tengo amigos que nunca hacen este tipo de cosas porque son conscientes de que está mal decirle a cualquier persona lo que tiene que hacer o comentar algo sobre su aspecto. Como dice mi amigo Justin, él nunca le ha pedido a nadie (hombre o mujer) que se anime. Pero a mí sí me lo han hecho los suficientes hombres como para que merezca la pena tratar este tema.
La excusa más común tras la que se escudan los hombres que piden sonreír a las mujeres es que "es una manera de ligar". Este razonamiento es algo inquietante. Al vivir en una sociedad en la que se afirma que una mujer es más guapa si sonríe, algunos hombres esperan ver estas sonrisas o se sienten con el derecho a hacerlas aparecer si no están presentes. Este razonamiento explica el comportamiento, pero no lo excusa. Por eso, quiero que los hombres entiendan cómo me siento cada vez que me piden que sonría.
Cuando un hombre me dice que sonría, me siento como si hubiera firmado un contrato para proporcionarle entretenimiento estético (y no he firmado tal contrato). Para él, me he convertido en un objeto, lo que le da la capacidad de modelarme para conseguir lo que quiere ver. Puede sonar radical, pero me recuerda a cuando el dueño de un perro le pide que haga un truco. En resumen, me siento como un objeto. Cuando un hombre me pide sonreír, siempre se lo cuento a mis amigas y siempre negamos con la cabeza porque haya pasado una vez más. Y, si un hombre recurre al truco de la sonrisa para ligar, no conseguirá más que obtener un problema de comunicación. Él se ve expresando un interés romántico y yo le veo intentando controlarme a mí y a mis acciones. Los hombres que piden a las mujeres que sonrían tienen que entender que, al igual que sucede con el resto de partes del cuerpo de la mujer, no tienen el control de su sonrisa.
"Si sonrieras más, ningún hombre necesitaría decírtelo". ¿Por qué existe una necesidad? ¿Es que la imagen de una mujer sin sonreír es tan insoportable que algunos hombres sienten la necesidad de persuadirnos para que lo hagamos? Este argumento culpa a las mujeres. Es parecido a decirle a una mujer que, si hubiera llevado la vestimenta adecuada, no habría sufrido una agresión. Otro razonamiento se basa en que sonreír pone de buen humor a la gente. Entonces, es posible que sólo busquen animarme y que deje de pensar tanto en mí. Pero, ¿por qué sólo me lo dicen los hombres? Las mujeres nunca me piden que sonría. Y nadie le exige a los hombres que sonrían (y menos aún otros hombres).
No digo que no se hable de la sonrisa cuando se está flirteando. Decir que tengo una sonrisa bonita es algo muy diferente a decir que estaría más guapa si sonriera o que debería sonreír. El primer ejemplo es un piropo, pero los dos últimos sugieren que sonreír es lo normal en las mujeres y que estoy haciendo las cosas mal si no sonrío.
Hay veces en las que sonreír es importante. Las entrevistas de trabajo suelen ir mejor si uno se muestra entusiasta. Si te gusta la persona con la que estás teniendo una cita, sonreír ayuda a expresar que estás interesado en esa persona. Pero algunas personas son muy introvertidas o sufren ansiedad. Para ellos, es difícil demostrar las cosas de esta manera incluso cuando se lo están pasando genial.
En una de mis películas favoritas, Yo, tú y mamá, el protagonista tiene una cita con una chica muy tímida. Durante toda la noche, él intenta que ella hable, pero no menciona su ausente sonrisa. Solamente se centra en intentar conocerla; por esa razón, ella afirma que se lo ha pasado genial y que le gustaría volver a salir con él. En esa fiesta de la universidad, yo no sonreía por culpa de la timidez y de un trastorno de ansiedad social severo. Ese chico tan cabreado que me gritó lo habría sabido si me hubiera preguntado y me hubiese tratado como una persona.
Hay muchas cosas que me animan, pero que los hombres me pidan sonreír no es una de ellas. Propongo a los hombres que les piden sonreír a las mujeres que se pregunten por qué lo hacen. Que no se sientan con el derecho de hacerlo, al igual que no tienen el derecho de lanzar piropos por la calle o abusar sexualmente de ellas. Pedir a una mujer que sonría no es sexy, ni adorable, ni ingenioso, ni agradable ni cualquiera de los adjetivos que un hombre se piensa que es. Es sexista, es acoso, y no ayuda a conquistar a una mujer. ¿Por qué? Porque a las mujeres no les gusta que les digan lo que tienen que hacer, justo igual que a los hombres.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros