Toyota Prius: de patito feo a coche más vendido del mundo
El reto sigue estando en el almacenamiento de la energía eléctrica, que estamos lejos de resolver satisfactoriamente. Las actuales baterías de ión-Litio son más eficientes que las anteriores, pero aun siguen siendo poco eficientes y caras.
Hace unos días, con ocasión de la primera victoria de un coche híbrido en las 24 Horas de Le Mans hablábamos de los coches híbridos que, a diferencia de los eléctricos puros, son ya una alternativa interesante a los coches movidos únicamente con motores térmicos. Unos días después, Yotota presentó para el mercado nacional su gama de nuevos vehículos híbridos, por lo que es una ocasión excelente para volver sobre el tema.
Comencemos por decir que Toyota era líder mundial en la fabricación de automóviles en 2010, pero que ha perdido su liderazgo en 2011 (sustituido por el grupo Volkswagen) a causa de las pérdidas de producción debidas al tsunami de 2011 en Japón y a la pérdida de competitividad del yen. Fabrica casi 6,9 millones de automóviles al año, por 8,3 millones VW. Y por situar al lector en las cifras mundiales de este sector industrial, digamos que en pasado año se fabricaron en el mundo 77,6 millones de coches, con un incremento del 25% sobre el año anterior, según Revue Automobile 2012. No hay pues crisis del automóvil, gracias sobre todo a la demanda de países de economía emergente. China es ya el primer productor mundial, con 18, 3 millones de unidades, (y 33 por ciento de incremento), pero sin apenas tecnología propia, ya que más del 90% de esta producción corresponde a marcas extranjeras... de momento!
De estos más de 77 millones de coches producidos, menos de un millón corresponden a vehículos con tecnologías híbridas y menos de 100.000 con aporte exterior de energía eléctrica (lo que denominamos como plug-in). Por lo tanto, los motores térmicos suponen a día de hoy más del 99,9 por ciento de la producción y una cifra insignificante frente a los casi 800 millones de coches que hay circulando por el mundo, como recoge la 2011 The Automobile Industry Pocket Guide.
Sin embargo, no podemos decir que los híbridos sean una simple anécdota en el panorama mundial. Y mucho menos aun, en su proyección en el medio y largo plazo. Sin el menor género de dudas, son ya una alternativa a los coches con motor tradicional, si bien no está tan claro que sea la solución al problema del transporte. Son un excelente punto de partida y la base para la búsqueda de vehículos menos contaminantes, sin sacrificar la movilidad individual.
Toyota fue la pionera en poner en el mercado un coche híbrido al alcance de todos los compradores: el Prius, en diciembre de 1997. Y, para mi humilde opinión, con un acierto rotundo en un detalle que pasó inadvertido en muchos sectores: lanzó al mercado un coche concebido única y exclusivamente como híbrido. La tentación de incorporar la tecnología híbrida en cualquiera de sus modelos más o menos recientes; o la de poner en el mercado versiones del Prius con motorizaciones térmicas, era enorme. Prueba de ello es que TODOS los fabricantes que optaron por el híbrido, lo incorporaron en modelos de gran difusión, como una alternativa de elección por parte de los clientes.
La apuesta era enormemente arriesgada. No es fácil imaginar el coste de lanzamiento de un nuevo modelo, en todos los países del Mundo, si sólo se tienen unas previsiones de ventas de 30.000 ejemplares. Aun hoy nos sigue pareciendo heroica aquella decisión, que se tomó a mediados de los años 90, cuando los primeros esquemas del Prius estaban aun en los cuadernos de notas y en los bocetos de los ordenadores. Porque no se tarda menos de tres años (normalmente 5) desde que se decide lanzar un coche, hasta que llega al mercado.
Empezamos a tomarnos en serio al Prius cuando a finales de 2001 los periodistas de automoción le concedieron el tercer puesto en el galardón de "Coche del Año de Europa"; y hubo quien pensó que no había alcanzado la primera posición porque en 2000, otro Toyota, el Yaris, había resultado ganador; y dos años seguidos dando el premio a la misma marca es algo inimaginable para los miembros del jurado.
De aquella versión del Prius, se llegaron a vender 1 millón de coches en todo el Mundo, hasta que en 2006 salió una segunda versión, más eficaz y más potente, de la que se han vendido 1,5 millones de unidades. Y ahora la tercera, lógicamente más eficiente, que le ha permitido convertirse en el coche más vendido del Mundo. Si, en efecto: el coche más vendido del Mundo es ya un coche híbrido. Es una noticia que apenas se conoce y que causa sorpresa incluso entre quienes nos movemos por estos entornos desde hace muchos años, pero que pone de manifiesto muchas cosas.
La primera es la gigantesca capacidad de innovación que es capaz de acometer la industria de automoción, que destina más del 6 por ciento de su facturación en I+D+i (la industria farmacéutica no llega al 2% y la de informática roza el 8%), según el Automotive sector top R&D investment scoreboard de la ACEA (European Automobile Manufecturers Association). Segundo, que Japón y más concretamente Toyota están claramente por delante en la popularización de las tecnologías de débiles emisiones. Todos los constructores están trabajando intensamente en la búsqueda de la mayor eficiencia en motores térmicos, pero con soluciones extraordinariamente caras y sofisticadas (Audi, Porsche, BMW o Mercedes) o con resultados menos brillantes que Toyota.
Y la tercera es que el reto sigue estando en el almacenamiento de la energía eléctrica, que estamos lejos de resolver satisfactoriamente. Las actuales baterías de ión-Litio son más eficientes que las anteriores, pero aun siguen siendo poco eficientes y caras. Baste decir que el precio del conjunto de baterías del Prius Plug-In es de 7.936 euros: más de lo que cuestan algunos coches de gama baja. Por lo tanto, los híbridos son aun caros.
En otra ocasión intentaremos explicar las razones de la eficiencia energética de los híbridos, pero por hoy baste este homenaje al valor empresarial de un proyecto como el Prius.