Los peligros de la conducción autónoma
Un segundo accidente sucedido en Alemania con un automóvil Tesla que chocó contra un camión ha vuelto a poner en solfa el sistema de conducción automática. Al menos el que utilizan los Tesla. Meses atrás, otro vehículo de esta marca conoció un accidente en USA con resultado de muerte para el "conductor".
Tesla Model S, con sistema de conducción automática. Foto: AP Photo/Marcio Jose Sanchez.
Un segundo accidente sucedido en Alemania con un automóvil Tesla que chocó contra un camión ha vuelto a poner en solfa el sistema de conducción automática. Al menos el que utilizan los Tesla.
Recordemos que hace pocos meses otro vehículo de esta marca conoció un accidente en USA; en aquella ocasión con resultado de muerte para el "conductor".
Y entrecomillamos la palabra conductor porque quien falleció fue el pasajero sentado detrás del volante... precisamente porque no conducía el coche, que no frenó ante un camión que cruzaba. A raíz de estos incidentes, ha sido el propio Ministerio de Transportes germano el que ha definido como "un sistema peligroso para el tráfico" al Autopilot del Tesla, sin que haya sido más explícito sobre los sistemas de ayuda a la conducción que van proliferando en los automóviles de nuestros días.
Precisamente sobre estos sistemas de guiado automático conviene hacer algunas precisiones. La primera de ellas es que su utilización es contraria a las actuales normas que hoy regulan el tráfico en nuestro país. Con la ley en la mano y al menos en España, un conductor no puede desatender el manejo de su vehículo. Ni siquiera puede dejar de prestar atención al tráfico y sus circunstancias.
Parece obvio que, de proliferar los sistemas de autoguiado, la norma cambie y se adapte a las nuevas circunstancias, pero a día de hoy, esta conducción automatizada es ilegal.
Y a raíz de esta situación normativa, surgen preguntas de muy compleja respuesta. ¿Podrá situarse detrás del volante un individuo sin carné? ¿Quién es el responsable penal en caso de una infracción? Porque habrá situaciones en las que el sistema de guiado no podrá actuar dentro de la legalidad. En el caso del accidente de Alemania que comentábamos al inicio es evidente que el Tesla no guardaba la distancia de seguridad. ¿A quién hay que sancionar?¿Al fabricante del sistema o el no-conductor?
Más cuestiones. Estamos viendo que los soportes informáticos que permiten el guiado automático cambian cada poco tiempo y se actualizan con nuevas versiones que deberían ser más seguras y eficientes. En el caso concreto de Tesla, la versión más moderna es la 8.0, que se ha puesto en funcionamiento este mismo mes de Octubre. ¿Los usuarios tendrán la obligación de actualizar el sistema a las últimas versiones? Desde luego, el periodo de 4 años que exige la norma para una primera inspección ITV en coche nuevo nos parece una eternidad cuando hablamos de versiones informáticas. ¿Qué compañía de seguros cubrirá estos riesgos sin unas primas estremecedoras?
En el pasado Salón de París todos o casi todos los fabricantes mostraban aproximaciones a sistemas de ayuda a la conducción y quien más quien menos adelantaba que en el plazo de tres años podrían ofrecer coches totalmente autónomos. Pero también todos o casi todos los responsables y técnicos reconocían que esta oferta obedece más a una exigencia de marketing que a una situación real de demanda de los usuarios.
"Ni siquiera en USA, donde casi la totalidad de los automóviles disponen de sistemas de mantenimiento de la velocidad, lo utilizan más del 10 ó 15 por ciento de los conductores", nos comentaba un alto responsable de General Motors Europa. En efecto, no hay más que preguntar en nuestro entorno cuantos automovilistas lo utilizan y podemos comprobar que la inmensa mayoría ni siquiera sabe que su coche lo tiene de serie. Y eso para un dispositivo muy elemental, extraordinariamente útil, cómodo y seguro; qué no será para un complejísimo sistema que aleja por completo al no-conductor de la realidad del tráfico.
Los sistemas de autoguiado son un magnífico escaparate para las marcas. Un aldabonazo sobre el nivel de perfeccionamiento técnico que han sido capaces de alcanzar, pero que difícilmente resuelven los problemas de seguridad y movilidad que actúan sobre el tráfico y el automóvil en nuestro día a día.
El ferrocarril y sobre todo la aviación utilizan parcialmente sistemas de autoguiado. Los utilizan en momentos en los que no hay otros vehículos próximos interactuando; por profesionales de la conducción con centenares de horas de formación; y con sistemas externos de ayuda a la conducción que son inimaginables en el tráfico por carretera.
Es mucho más eficiente la mente humana que el mejor de los sistemas informáticos y su conexión mecánica. Es el hombre a quien hay que enseñar a escribir bien, no a su lápiz.