Los dibujos de los chicos son indicadores futuros de inteligencia en la adolescencia
Todos deben recordar cuando iban al jardín de infancia y la maestra les pedía que hicieran un dibujo. O cuando un chico va a la psicopedagoga en el colegio y a partir del análisis del dibujo se pueden sospechar algunos estados emocionales de ese mismo chico o de su familia.
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Cuando uno era chico uno de los entretenimientos era dibujar. Aunque mi abuelo pintaba muy bien y me intentaba enseñar, mis dibujos los calificaría como modestos.
Todos deben recordar cuando iban al jardín de infancia y la maestra les pedía que hicieran un dibujo. O cuando un chico va a la psicopedagoga en el colegio, en el cual a partir del análisis del dibujo se pueden sospechar algunos estados emocionales del mismo chico o su familia. Generalmente la consigna es dibujar una persona, una familia, una casa y algunas opciones más.
Un estudio recientemente publicado demostró que los dibujos de figuras humanas realizados a los 4 años de edad son predictores de la inteligencia una década después y la genética participa de este mecanismo. Se estudiaron 7.752 parejas de hermanos gemelos y mellizos, o sea, un total de 15.504 chicos.
Los gemelos son clones (tienen la misma composición genética), ya que son el resultado de la división de un mismo producto de la concepción. Los gemelos se originan en la división de un embrión producido en la unión de un óvulo y un espermatozoide. Los mellizos son el resultado de una fecundación por separado de dos óvulos con dos espermatozoides, en la cual se generan dos embriones de manera independiente. Al tener estos dos grupos de hermanos se pudo demostrar cómo la genética participa del mecanismo de la inteligencia como factor hereditario. Por supuesto, que como en el resto de los comportamientos, sentimientos, emociones y acciones también hay una gran influencia de los llamados factores externos o ambientales.
A todos estos chicos de 4 años se les pidió que dibujaran a una persona. De acuerdo con las características físicas (cara, ojos, pelo, nariz, boca, piernas, brazos, cuerpo) que incluían en su dibujo, se le adjudicaban puntos en una escala de 0 a 12. Cuanto más completo era el dibujo, mayor cantidad de puntos obtenían. Al mismo tiempo realizaban un test de inteligencia a esa edad, y se les repitió otro test de inteligencia a los 14 años de edad.
Los investigadores demostraron que cuantos más puntos tuvieran a los 4 años, o sea, cuanto más completo era el dibujo, los chicos eran más inteligentes a esa edad. Esa demostración no era tan sorprendente. Lo novedoso fue que los mayores resultados a esa temprana edad se reprodujeron en el futuro, pues siendo adolescentes de 14 años también eran más inteligentes.
Hasta el momento, no se ha descubierto el gen del dibujo, que se entiende como una asociación genética con una habilidad o talento para dibujar. También es fundamental aclarar que una persona, en este caso un niño, que no dibuje bien no quiere decir que no sea inteligente a esa edad o cuando sea más grande. Por lo tanto, la habilidad para dibujar no determina la inteligencia de una persona. El dibujo sería una herramienta muy valiosa, barata y efectiva para predecir la inteligencia de una persona.
Hay un debate muy instalado en la actualidad sobre si tenemos una inteligencia general o hay múltiples tipos de inteligencia. El consenso en la actualidad es que hay varios tipos de inteligencia, como por ejemplo:
1. Interpersonal: habilidad para entenderse a uno mismo, lo que sentimos y lo que queremos hacer. Es más frecuente en psicólogos, líderes espirituales y filósofos.
2. Intrapersonal: también conocida como inteligencia emocional. Se caracteriza por personas que tienen una mayor sensibilidad para entender y conectarse con otras personas. Es más frecuente en maestros, actores, trabajadores sociales, médicos y políticos.
3. Espacial: facilidad para la orientación, interpretación de mapas y navegación, habilidad para pensar en tres dimensiones (3D). Es más frecuente en pilotos de avión, capitanes de barco, arquitectos, escultores y pintores.
4. Lingüístico-verbal: habilidad para encontrar las palabras y la manera de trasmitir un mensaje; es tener la facilidad de comunicar. Es más frecuente en escritores, poetas, periodistas y personas que hablan en público. A su vez, a las personas que poseen mayor desarrollo de este tipo de inteligencia les gusta hacer las palabras cruzadas del diario, leer, escribir y contar historias.
5. Naturalista: son las personas que entienden y valoran el medio ambiente, la naturaleza y los animales. Es más frecuente en las personas que trabajan en el campo, ambientalistas y cocineros.
6. Musical: facilidad para diferenciar los sonidos, tonos y ritmos musicales. Es más frecuente en cantantes, músicos y compositores.
7. Corporal cinestésica: habilidad para coordinar la mente o cerebro con nuestro cuerpo. Es más frecuente en deportistas, cirujanos y bailarinas, y en tantas otras actividades donde la coordinación es necesaria.
8. Lógica-matemática: sería como antiguamente se categorizaba la inteligencia; es la relacionada al índice de coeficiente intelectual, y se caracteriza por saber hacer buenos cálculos matemáticos e interpretar problemas con números. Es más frecuente en matemáticos, científicos, contables, administradores y detectives.
9. Existencial: habilidad para entender preguntas existenciales de los seres humanos como el sentido de la vida, por qué vivimos y por qué morimos.
Es evidente que las personas, aunque seamos 99% iguales en nuestra composición genética, somos muy diferentes, ya que los factores ambientales y la parte espiritual forman gran parte de la composición de nuestra identidad, personalidad, sentimientos, emociones y comportamientos. Claramente, este nuevo estudio es una gran noticia, ya que nos permite seguir identificando la participación de los genes en la inteligencia, y la posibilidad de implementar una técnica valiosa, efectiva y de muy bajo costo.
Podríamos decir que cada persona tiene una combinación estos tipos de inteligencia. Y, algunos realmente tienen algún tipo inteligencia o más de un tipo de inteligencia más desarrollada. En realidad, lo importante es descubrirla y aplicarla de una manera positiva y productiva a favor del bien común.
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