Un Giro irlandés por favor
Como si de un café se tratase, el director de la ronda italiana, Paolo Bellini, preguntó que si se podía llevar el inicio de la carrera a tierras irlandesas y así lo hizo. Otra de las novedades es el recorrido. Al Giro le gusta mucho empezar con una crono por equipos como hacemos en La Vuelta.
Como si de un café se tratase, el director de la ronda italiana, Paolo Bellini, preguntó que si se podía llevar el inicio de la carrera a tierras irlandesas y así lo hizo. Claro que no fue por capricho, ni mucho menos por copiar a las otras dos grandes vueltas, que antes se llevaron sus salidas al reino del adoquín. No se lo hemos preguntado, pero seguramente Irlanda ponga su granito de arena para financiar esta vuelta de mejor forma.
Otra de las novedades de esta carrera es el nuevo recorrido. Al Giro le gusta mucho empezar con una crono por equipos como hacemos aquí en La Vuelta (por ejemplo, la contrarreloj nocturna en Sevilla de 2010), le da más espectáculo y atrae audiencia, algo de lo que precisamente no presume tener el ciclismo. Así pues, 21,7 km de crono por equipos por las calles de Belfast serán el punto de partida de este Giro de Italia 2014.
Después de este prólogo, a los corredores les esperan otras dos etapas en la zona. Primero una etapa llana de unos más de 200 km, con salida y meta en Belfast, donde nuestro Fran Ventoso intentará repetir hazaña en esta nueva edición. El domingo 11, el pelotón internacional se dejará ver por la capital irlandesa. Aquí el Giro sí que ha apostado por el postureo que necesita para enganchar. Esperemos sirva de algo y veamos nuestras cuentas de Twitter repletas de tuits de ciclismo en inglés durante este mes de mayo.
Los italianos siempre fueron a lo suyo, y con esto me refiero a que es la única carrera que no acaba su gran vuelta en la capital del país. Ellos al árbol que mejor cobije, y este año este ha sido Trieste, una bonita ciudad del norte de Italia. Esta última etapa tendrá salida en Gemona y tras 172 km harán meta final en Trieste. Sí, aquí en Italia no reducen el kilometraje de las etapas ni en el día pactado, el día en el que el vencedor de la penúltima etapa, este año es el mítico puerto del Zoncolán, celebra su victoria durante toda la etapa con champagne y bromas. No, en Il Giro la maglia rosa se pelea hasta el final y con muchos más kilómetros que en las otras dos grandes rondas. De aquí esa gran épica que caracteriza a esta carrera y de la que siempre hace motivo el aficionado al ciclismo para decir que es la que más le gusta de las tres (ni Tour, ni Vuelta, ni nada). A mí lo que me gusta es el Giro. Etapas de montaña de 200 km, con puertos con nieve y la cara de hipotermia de los corredores.
Hablemos de contrarreloj. Si últimamente la tendencia es de reducir los kilómetros contra el crono en las vueltas por etapas, los italianos apuestan por un mix de todas las modalidades de cronos. Contrarreloj por equipos para empezar, individual a mitad de carrera (etapa 12) y cronoescalada en el día de antes al Zoncolan. Para llegar bien calientes y algunos más quemados que la moto de un hippie.
Los sprinters, como Fran Ventoso, se la jugarán en ocho etapas llanas. De favoritos podemos hablar sí, pero el favorito de todos no está. Mark Cavendish no acude a la cita italiana y le deja el peso al del equipo Giant-Shimano, Marcel Kittel, que se las tendrá que ver con Farrar o Ben Swift, el descubierto en la Vuelta al País Vasco. Pero estos son solo niños, y es que cuando decimos la palabra Petacchi en un sprint, una sombra puede pasarte como una exhalación levantado los brazos y arrebatándote la etapa que sentías como tuya. Con 40 años, este incansable sprinter se atreve con todo, no sabemos si mojará pero seguro que espectáculo da seguro, como lo hizo en la edición de 2004 ganando 9 etapas.
De los favoritos para llevarse la 97º edición del Giro de Italia se habla muy a la ligera. Unos dicen Nairo Quintana -después del Tour que hizo el año pasado seguro que la gana-, otros apuestan por Rigoberto Urán; al corredor del equipo Omega Pharma-Quick Step le acompaña un potente equipo, algo muy decisivo en la última semana.
En casa apostamos por nuestro Joaquín Rodríguez, por nuestro Purito, que en más o menos forma por la lesión del último mes seguro que se exprime al máximo y dinamita cada etapa que llegue en alto o media montaña. Cadel Evans, el eterno segundón que rompió el maleficio consiguiendo el Tour. Creo que este hombre ya está mayor y los jóvenes vienen empujando más que fuerte, aunque le acompaña Samu Sánchez, quien fichó por BMC casi cerrando el mercado de fichajes y está contentísimo en la escuadra americana. No sé, a lo mejor nos sorprenden estos muchachos. En esto del ciclismo todo puede ser, como decía Julio César Alea iacta est.