Donald Trump: un cambio contra el cambio
Trump ha construido un movimiento masivo de votantes culturalmente tradicionales, la gran mayoría blancos. Y el día de las elecciones, ellos han gritado "¡NO!" a unos Estados Unidos cada vez más multiculturales, multiétnicos e internacionales. Ese fue el amplio mensaje y los motivos de su victoria. Pero no son los únicos.
NUEVA YORK ― Echando la vista atrás, es fácil saber exactamente dónde y cómo empezó la campaña de la victoria de Donald Trump.
Fue en Washington, en 2011. En una reunión de votantes conservadores que sirve a los líderes republicanos para tomar contacto y conciencia de la situación, Trump afirmó -sin ninguna prueba, pero con un toque de burla racista apenas oculto- que Barack Obama no era ciudadano estadounidense y que no debería ser presidente.
Desde esa semilla cínica de miedo y resentimiento, Trump construyó un "movimiento" masivo de votantes culturalmente tradicionales, la gran mayoría blancos. Y el día de las elecciones, ellos han gritado "¡NO!" a unos Estados Unidos cada vez más multiculturales, multiétnicos e internacionales.
El país seguirá desarrollándose; la demografía y la tecnología lo hacen inevitables. Pero mientras tanto, Trump ha ganado prometiendo a sus simpatizantes que él pararía el cambio... y que lo revertiría.
Trump ha ganado como un agente de cambio que prometió restaurar el pasado. Ha ganado siendo un populista reaccionario radical: un tipo bien conocido en América, pero también un tipo que nunca antes había llegado a la presidencia.
Ese fue el amplio mensaje y los motivos de su victoria. Pero hay otros más que giran en torno a ese. Y entre ellos se incluyen:
La debilidad de Hillary Clinton
Llevaba mucho tiempo en el poder y, como todo el mundo sabe, personificaba ese establishment político que la mayoría de votantes -y no sólo los seguidores de Trump- llevan años despreciando.
Es difícil conseguir un tercer mandato
Así lo afirmó el experto en ciencias políticas Alan Lichtman, de la Universidad Americana. Si hubiese ganado Hillary Clinton, sería la tercera legislatura consecutiva del Partido Demócrata. Esto sólo ha ocurrido dos veces en la historia del país. Clinton no pudo superarlo.
La campaña transgresora de Trump
Con la astucia de un empresario y su falta de escrúpulos, Trump tocó y avivó los prejuicios más calientes de América y el mundo: la raza, la etnia, la religión, la santidad de la OTAN, un pacto informal con el presidente ruso, Vladimir Putin. No sólo se basó en hacer comentarios increíblemente peyorativos, sino que además convenció a sus votantes de que iba en serio. Y ahora nos tocará ver a nosotros hasta qué punto iba en serio.
Miedo entre la gente blanca del campo
Estados Unidos es cada vez más dos países diferentes, separados por la cultura y la política, pero también por la región. Las costas, que se benefician más directamente del comercio global y las ideas, y albergan las grandes universidades de la nación, son en general de tendencia demócrata. El resto del país, sobre todo en el interior, tiende a votar al Partido Republicano.
Dudas legítimas sobre el papel de Estados Unidos en el mundo
Los tratados de comercio no han sido de lo mejor; la inmigración en Estados Unidos está a su nivel más alto en el último siglo, lo cual obliga a la cultura y al Gobierno estadounidenses a trabajar mejor. Trump era el candidato opuesto a "guerras estúpidas", y es cierto que han sido estúpidas.
El troll Putin
Las autoridades americanas piensan que los aliados del líder ruso hackearon la campaña de Clinton. La noticia sobre los correos internos de Clinton publicada en las últimas semanas fue devastadora, además de una invasión sin precedentes a la soberanía.
James Comey
La decisión del FBI de anunciar que estaba investigando el ordenador personal de Huma Abedin no sólo la puso en primer plano, sino también a su marido, el desagradable adicto al sexo Anthony Weiner. En el último momento, se convirtió en símbolo del mundo Clinton.
Los principales medios
Al tratar a Trump como una máquina chabacana al principio, los medios le dieron tiempo y legitimidad. Luego, la mayoría de los medios se puso en su contra, lo que le permitió a él arremeter contra el poder "elitista" de la prensa.
El mundo insular del 'Big Data'
Los demócratas siguieron consolándose con un circuito cerrado de datos e investigación. Lo que las jóvenes celebridades de la campaña de Clinton no conocían era el país.
El Tribunal Supremo
Los conservadores y seguidores de Trump se preocuparon más de esta cuestión que los demócratas, y están pagando por ello. Los votantes republicanos quieren invalidar la decisión de 1973 del Tribunal de legalizar el aborto. Y es mucha la gente que opina así.
'Autenticidad'
El hábito de Trump de mentir y exagerar es claro e indiscutible. Aun así, su osadía hizo que pareciera el candidato más "genuino". Quizás esto sólo podría ser cierto con Clinton como oponente. Los e-mails filtrados de la campaña de Clinton la mostraron como una candidata que escondía algo oscuro.
Clinton se centró en Trump, no en la política
La arriesgada campaña de Clinton de la aversión se centró más en derribar a Trump personalmente que en proponer cambios en la economía u otras ideas políticas. La intención era convencer de que Trump era completamente inaceptable -e ilegítimo- como posible presidente. Pero no puedes decir a los americanos que ni siquiera pueden plantearse votar por alguien. Si los estadounidenses ven una señal sobre un muro que advierte: "¡RECIÉN PINTADO!", es muy probable que mucha gente lo toque.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano