Papá primerizo motorizado: el cinturón de seguridad y las embarazadas

Papá primerizo motorizado: el cinturón de seguridad y las embarazadas

Según la fundación Cidaut, el 2% de las mujeres embarazadas se ve involucrada en algún tipo de accidente de tráfico durante su gestación, y los abortos derivados de accidentes de tráfico son la primera causa de aborto traumático en España. Sea con cojín, o con chaleco, estos accesorios merecen la pena.

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Hasta ahora, en nuestros especiales de papá primerizo motorizado hemos estado hablando de selección de coches, nuevos, usados, etcétera. Pero antes de elaborar la lista de preseleccionados y ponernos a probarlos uno a uno, queremos prestar atención a algunos aspectos que también influyen, y mucho, en el uso y disfrute del coche durante y después del embarazo.

Y es que llevar un pequeño en la barriga, o llevarlo fuera de ella, claro, es algo que requiere de nuevos sistemas de retención para el coche. Hoy vamos a hablarte del antes, de cómo emplear correctamente los cinturones de seguridad para las embarazadas, un tema del que hay poca información contrastada con test de impactos, y de lo que hemos logrado condensar bastantes datos.

Siempre con cinturón

A nada que la barriga de la embarazada empieza a asomar a finales del primer trimestre de embarazo, las dudas sobre el uso del cinturón de seguridad se disparan. Los problemas que surgen vienen derivados de la dificultad para colocar las bandas del cinturón donde deben ir.

Como bien sabes, la banda diagonal debería pasar por encima de tu clavícula, entre los senos, y sobre la cadera, mientras la banda horizontal debería pasar apoyándose en las caderas, pero salvando la tripa de la embarazada por debajo.

No utilizar el cinturón de seguridad, o hacerlo de manera incorrecta, sin seguir estas directrices deriva en hasta 700 embarazos interrumpidos cada año, según datos de la Fundación Mutual de Conductores. Y no sólo estamos hablando de embarazos interrumpidos, sino también de un riesgo manifiesto de heridas graves o muerte para la embarazada.

Accesorios para llevar las bandas donde toca

El problema es que, por el diseño de los sistemas de retención, resulta muy complicado que las mujeres embarazadas puedan adaptar exactamente las bandas al lugar donde deben ir, puesto que esto exige al cinturón tomar un camino diferente al natural. Y, además, como bien sabes, el cinturón siempre hay que llevarlo lo más tensado posible, para evitar que, en caso de colisión, haya un hueco entre nuestro cuerpo y él que reste su eficiencia.

Para ajustar mejor el cinturón a la morfología de una embarazada hay actualmente dos soluciones en el mercado: Los cojines que bajan la banda pélvica, y los chalecos integrales para embarazadas. Ambos sistemas tienen que pasar la normativa ECE R16, que es la norma europea que se encarga de homologar estos dispositivos.

ECE R16 (la podéis leer aquí si os aburrís) regula todo lo que tiene que ver con sistemas de retención en vehículos a motor. Dentro de sus párrafos se encuentra contemplado este tipo de dispositivos para embarazadas, pero no vela por su seguridad directa, sino que sólo exige que deben permitir a los sistemas de retención del vehículo "funcionar de manera adecuada".

Esto quiere decir que, si estás buscando un dispositivo de este tipo, debes vigilar que en el aparato aparezca inscrito ECE R16, así como en su envase, para cerciorarte de que está homologado. Pero esto no es garantía de que el dispositivo sea más o menos seguro.

¿Chaleco o cojín?

Los cojines son la solución más extendida y conocida, que no tendréis problema alguno en encontrar. El problema de los mismos en cuanto a seguridad pasa por varios puntos principales.

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El primero es que estos cojines, al llevar un sistema rudimentario de anclaje al asiento, tienden a aflojarse, con lo que se incrementa el riesgo de efecto submarino. Más lógico sería poder anclarlos a un dispositivo similar al IsoFix, pero no es el caso.

El segundo problema pasa por que no controlan la posición de la banda diagonal del cinturón de seguridad, lo que hace que ciertos riesgos de posicionamiento de esta banda sigan presentes pese a su uso.

Y el tercer problema es que ningún fabricante se ha dignado a realizar test de impactos que avalen el comportamiento de estos dispositivos. Esto sí que es un punto que, personalmente, he encontrado realmente perturbador. Y es que en la sociedad en la que vivimos, en la que se hacen test de impacto hasta para animales de compañía (¿recuerdas?) que ninguna marca se haya dignado a demostrar el funcionamiento de sus dispositivos es, como poco, curioso.

Además de todo esto, este tipo de cojines no se pueden usar en las plazas traseras, puesto que la banda de sujeción del dispositivo no se puede atar a los asientos traseros convenientemente.

La otra alternativa al cojín pasa por ser el chaleco integral. Curiosamente, sólo existe una alternativa en el mercado para este producto, fabricada por Emobikids.

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La compañía que lo produce es una firma española, spin-off de una fundación dedicada a estudios de la automoción, que vio la misma problemática que te acabo de comentar: no había pruebas de impacto para los cojines para embarazada, y estos no están diseñados para proteger como nos gustaría a las embarazadas.

Emobikids nos facilitó rápidamente un montón de material sobre su chaleco, y entre ese material, efectivamente, está el resultado de test de impacto con un dummy de embarazada, que te dejamos en el vídeo a continuación:

De acuerdo con los datos de Emobikids, el uso de este tipo de dispositivos presenta claras mejoras respecto al uso pelado del cinturón de seguridad (53% menos de riesgo de daños en el feto respecto a un uso convencional).

No hay datos comparativos con los cojines, por lo que no podemos tirarnos a sacar conclusiones completas, pero a simple vista ya se puede observar que la diferencia en el tipo de sujección que ofrecen tiene que tener un efecto notable a la hora de proteger el cuerpo.

Obviamente, andar a ponerse y quitarse el chaleco de marras será algo más aparatoso que hacer lo propio con un cinturón de seguridad, pero la seguridad de la embarazada y su bebé te lo agradecerán.

No son caros, no son obligatorios, pero sí muy recomendables

Este tipo de dispositivos accesorios de retención no son especialmente caros (desde 45€ para los cojines, desde unos 60€ para el chaleco), y aunque no son obligatorios (y bajo mi punto de vista, deberían serlo como lo son los cinturones de seguridad, a partir de ciertos meses de embarazo), sí son muy recomendables.

Según la fundación Cidaut, el 2% de las mujeres embarazadas se ve involucrada en algún tipo de accidente de tráfico durante su gestación, y los abortos derivados de accidentes de tráfico son la primera causa de aborto traumático en España. Así que sí, si quieres nuestro consejo, sea con cojín, o con chaleco, este es de esos accesorios que merecen la pena.