Cuidar neumáticos, adelandar con DRS y, eventualmente, correr
A lucha por el mundial se va a decidir entre Raikkonen, Alonso y Vettel, con Hamilton de espectador privilegiado. De los tres candidatos, dos son regulares, y el otro es mucho más variable. Claro que el variable es el que más fácil lo tiene, si todo se le pone de cara, para encadenar victorias.
Alonso se ha llevado el Gran Premio de China. Y sí, parece despuntar algo que teníamos en mente desde que Felipe Massa nos demostró su velocidad a principio de esta misma temporada: el Ferrari es un coche ganador. No sólo ganador, sino bueno y complaciente con los neumáticos. Ese es el gran titular para los fans de Fernando, que este año no tendrán que ver al asturiano luchando por encima de las posibilidades de su coche. Este año tiene una herramienta para ganar el mundial. Veremos si hila fino, le sonríe la suerte y lo puede conseguir.
Pero mi peculiar lectura de la carrera va por otros derroteros, antes de entrar en el propio tema de la propia competición. Y es que el Gran Premio de China ha sido otra demostración de una campaña publicitaria muy negativa para Pirelli, unas decisiones demasiado comprometidas por la FIA, y un formato de competición completamente adulterado.
Lo más importante del piloto de F1 moderna ha pasado a ser saber administrar neumáticos
Ya lo hemos comentado en más ocasiones en esta sección de opinión, donde mis lamentos parecen no conocer límites, pero es que esta carrera ha sido otra demostración de que la idea de la FIA, con la inestimable colaboración de Pirelli, de calzar a los coches con "gomas de borrar" en lugar de neumáticos sigue adulterando lo que vemos.
La Fórmula 1 debería permitir vernos a los mejores yendo lo más rápido que saben para cubrir los 300 kilómetros y pico de cada carrera, a bordo de las mejores máquinas posibles con los mejores componentes disponibles.
Pero para controlar el espectáculo y la velocidad de paso por curva se cambió el formato de neumáticos, para que un único proveedor suministrara gomas bajo un estándar elegido por la propia FIA y la FOM de cara a mejorar el espectáculo televisivo. Las carreras de coches sobre raíles con largas distancias entre ellos no "venden en televisión", y por eso se decidió por montar gomas que se autodestruyen en muy pocas vueltas.
El resultado es, simplemente, patético. Hoy hemos visto cómo los pilotos tenían que parar constantemente a cambiar de gomas. La obligación de usar los dos compuestos en cada Gran Premio es otra tontería moderna de Bernie Ecclestone y sus secuaces. Dicen que para dar espectáculo en la estrategia, pero hace 15, 30 ó 35 años no se hacían estas cosas, y las carreras eran tanto o más espectaculares.
Así las cosas, hay enormes damnificados y enormes beneficiados. Los beneficiados son aquellos pilotos que mejor saben tratar las gomas, o aquellos que son más adaptables. El primer grupo de pilotos está bien ejemplificado con Button, que sabe administrar las ruedas, sabe gestionar cuánta goma le queda, y tratarlas bien, mecerlas, estirarlas...
El segundo grupo son los Fernando Alonso, los Kimi Raikkonen... Los pilotos que saben modificar su estilo de pilotaje para adaptarse a las constantemente variables normativas, jugando a tope cuando toca, y tratando ruedas y coche cuando toca.
Pero entre los damnificados encontramos a los Hamilton y compañía. Los pilotos que conducen de manera tan crítica que las gomas no les llegan para merendar. Estos pilotos serían todos campeones del mundo en potencia con libertad reglamentaria y de proveedores en las gomas.
Porque existe la tecnología para hacer ruedas de carreras que duren un Gran Premio con mayor agarre que el que vemos ahora mismo en estas Pirelli de broma.
Habrá quien defienda que un buen campeón del mundo de Fórmula 1 debe saber dominar y administrar los neumáticos. Vale, estoy de acuerdo en eso, pero no puede ser que todo el campeonato tenga que ver con eso. Ya no valoramos al mejor piloto del mundo, al más rápido o al más completo. Valoramos al más completo que sabe dosificar ruedas. Esto en carreras de resistencia está bien, pero aquí, en la Fórmula 1, empieza a haber una clara falta de competencia directa.
Un buen ejemplo es que cada día dominan más las estrategias. Tiempo atrás también era así, cuando los coches repostaban combustible, porque se jugaba con cargas distintas de gasolina, pero ahora que no hay repostajes, no hacemos más que encontrarnos con situaciones de carrera donde un piloto se deja pasar porque tiene que cuidar ruedas, o porque las va a tener que cambiar más tarde.
Para mí, por todo esto, queda más que claro que la competición está adulterada. No veríamos los mismos resultados entre pilotos si las gomas fueran "dignas".
El tema del DRS es otra batalla perdida. En circuitos de nueva generación by Tilke, como el de China, todos los adelantamientos se efectúan bajo el DRS.
Es cierto, la FOM ha logrado con ello que haya muchos más adelantamientos que antes en las carreras. Pero ya no son adelantamientos de calidad o de riesgo. Ya no se trata la cosa de tirar el coche al vértice de la curva y frenar más tarde, jugándote el pellejo. Ahora los pilotos, de manera sensata, esperan a las grandes rectas para adelantar apoyados por la ventaja aerodinámica, evitando de esa manera el cuerpo a cuerpo de manera sistemática.
De esta manera, dentro del paquete de valoración del mejor piloto del mundo, también eliminamos esa capacidad a lo Montoya o a lo Kobayashi de intentar adelantar donde todos los demás creen que es imposible, causando salidas de pista y errores.
¿Moraleja? Sí, las carreras son entretenidas, pero no son todo lo competitivas que nos gustaría ver. Tengo varios amigos de profesión en Estados Unidos (Leo Parente, por ejemplo) que se lamentan por cosas como estas, y eso todavía da más que pensar, cuando los estadounidenses acostumbrados a la NASCAR y a la Indy, ven que la F1 no va de correr con todo, sino de administrar y gestionar. Algo de gestión y cabeza está bien, pero no puede ser el factor determinante...
La carrera le ha salido redonda a Alonso, que además ha visto cómo fallaban sus rivales. Pero aún con fallos, Raikkonen ha hecho segundo...
Y sí, volvamos a la carrera, para dejar de lamentarme siempre de lo mismo (claro que si no me quejo, difícilmente podré influir, aunque sea de una mínima forma, para que las cosas cambien).
Hoy hemos visto cómo Alonso dominaba y se llevaba una carrera que ha sido hasta fácil para él. Pero también ha sido una carrera marcada por los errores de los demás.
Raikkonen, que ha terminado segundo, podía haber sido mucho más rival por la victoria, pero ha perdido tiempo en la salida y se ha dado un buen topetazo pocas vueltas después. Ha terminado segundo, es un crack de la regularidad, y va a estar luchando por el mundial a final de año gracias a ello. Pero hoy no ha luchado por ganar por dos pequeños fallos. Si cuando falla hace segundo... es que el tío es bueno, ¿no?
Hamilton ha sido presa de sus propias deficiencias. Ha salido bien, y ha corrido bien, demostrando que el Mercedes es competitivo, y que él sigue siendo un buen piloto. Pero no tiene buena gestión de neumáticos. Y eso en un mundial como este le saca de las posibilidades de ser campeón, pues siempre sufre en las carreras de una o dos fases de "conducción en las lonas".
Lo de Red Bull ha sido un esperpento todo el fin de semana. Vettel puede irse feliz a casa con un cuarto puesto, tras una carrera que ha comenzado desde media parrilla, y en la que se le ha visto sufrir para abrirse paso hasta el cuarto lugar. Los cambios de ruedas no han sido perfectos y la estrategia tampoco ha sido bien gestionada. Un lío que aún así le ha permitido sumar muchos puntos.
Tiene, probablemente, el mejor coche todavía a una vuelta. Pero no llevan todo tan pulido como otros años. Y claro, andan perdiendo fuelle en estas primeras carreras de año. Recuperar en la recta final de temporada no es imposible, pero es les ve más descolocados y nerviosos de lo habitual. Tiempo de recuperación tienen, pero falta serenidad en Milton Keynes para no ser presas de sus propias tensiones internas.
Parece, con todo, que la lucha por el mundial se va a decidir entre Raikkonen, Alonso y Vettel, con Hamilton de espectador privilegiado. De los tres candidatos, dos son regulares, y el otro es mucho más variable. Claro que el variable es el que más fácil lo tiene, si todo se le pone de cara, para encadenar victorias. Pero para que eso pase, Red Bull tiene que recuperar estabilidad y no cometer fallos como el de la clasificación de ayer, o el de la estrategia de hoy.
¿Quién se llevará el gato al agua? Hagan sus apuestas.
Clasificación del mundial de pilotos:
1. Vettel 52 puntos
2. Raikkonen 49 p.
3. Alonso 43 p.
4. Hamilton 40 p.
5. Massa 30 p.
6. Webber 26 p.
7. Button 12 p.
8. Rosberg 12 p.
9. Grosjean 11 p.
10. Di Resta 8 p.
11. Ricciardo 6 p.
12. Sutil 6 p.
13. Hulkenberg 5 p.
14. Perez 2 p.
15. Vergne 1 p.