Von der Leyen llega a Kiev junto a los comisarios de la UE para demostrar su firme apoyo a Ucrania
Kiev aspira a ingreso en UE en dos años, comprometida a combatir corrupción, y así se lo hará saber a Bruselas en la cumbre bilateral de mañana.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y 15 miembros de su Ejecutivo, entre ellos el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, llegaron este jueves a Kiev para "demostrar que la UE apoya a Ucrania tan firmemente como siempre".
"Es bueno estar de vuelta en Kiev, mi cuarta vez desde la invasión de Rusia. Esta vez, con mi equipo de comisarios. Estamos aquí juntos para demostrar que la UE apoya a Ucrania tan firmemente como siempre y profundizar aún más nuestro apoyo y cooperación", afirmó Von der Leyen en su cuenta oficial en Twitter.
"Europa se mantuvo unida a Ucrania desde el primer día. Y seguirá estando contigo para ganar y reconstruir", tuiteó, por su parte, Borrell, al llegar a Kiev y destacó que "la ayuda de la UE ha alcanzado 50.000 millones desde el comienzo de la guerra de Rusia".
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad añadió además su objetivo de transmitir con esta visita "el mensaje de apoyo más fuerte de la UE a todos los ucranianos que defienden su país".
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se sumará mañana a la delegación europea para celebrar una cumbre entre la UE y Ucrania.
La visita hoy a Kiev del Colegio de Comisarios es "un fuerte símbolo del apoyo de la Comisión a Ucrania frente a la agresión no provocada e injustificada de Rusia", destacó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
"La reunión entre la Comisión y el Gobierno ucraniano será una oportunidad para intercambiar sobre las muchas áreas de cooperación entre la UE y Ucrania, y discutir la próxima reconstrucción, así como el camino europeo del país. También es una oportunidad para profundizar aún más la cooperación con Ucrania", añadió Bruselas.
Además de Borrell, que también acompañó a Von der Leyen en su primer viaje a Kiev en la primavera pasada, tras la invasión de Ucrania, han viajado hoy a la capital ucraniana dos vicepresidentes ejecutivos Margrethe Vestager (Competencia y Digital) y Valdis Dombrovskis (Economía y Comercio).
También forman parte de la delegación los vicepresidentes Maroš Šefčovič (Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva), Věra Jourová (Valores y Transparencia) y Margaritis Schinas (Promoción del Estilo de Vida Europeo).
Los nueve comisarios que completan el grupo son Nicolas Schmit (Empleo y Derechos Sociales), Paolo Gentiloni (Economía), Janusz Wojciechowski (Agricultura), Didier Reynders (Justicia), Ylva Johansson (Interior), Janez Lenarčič (Gestión de Crisis), Olivér Várhelyi (Vecindad y Ampliación), Virginijus Sinkevičius (Medio Ambiente) y Mairead McGuinness (Servicios Financieros).
Todos ellos celebrará en Kiev la primera reunión en la historia del Ejecutivo comunitario en un país en guerra, en una jornada con un carácter más simbólico que práctico ya que no se esperan grandes avances en la relación entre la UE y Ucrania.
Teniendo en cuenta las condiciones de seguridad, la mayoría de miembros de la Comisión iniciarán hoy mismo el viaje de regreso a Bruselas, a excepción de Von der Leyen, que se reunirá el viernes con Michel y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para celebrar la vigesimocuarta cumbre entre la UE y Ucrania.
Dos años de margen
Ucrania, justo hoy, ha afirmado ve factible estar en condiciones de ingresar en la Unión Europea en dos años, afirma su primer ministro, Denys Schmyhal, al semanario Der Spiegel, donde ratifica su compromiso con la "tolerancia cero" hacia la corrupción y recuerda los pasos dados en esa dirección.
"Estoy convencido de que lo lograremos en dos años. Nuestra ambición es que a finales de 2024 estemos formalmente preparados para ser miembros (de la UE). La decisión no nos corresponde a nosotros. Pero estamos dispuestos a hacer cuanto esté en nuestra mano", afirma a dicha publicación.
Schmyhal recuerda que su país logró el estatus de aspirante el año pasado, un proceso que a otros les lleva años, y afirma que, pese a la guerra, cumplirá los llamados "siete puntos" o recomendaciones marcadas por Bruselas en unos pocos meses.
A partir del cumplimiento de esas condiciones empezaría el proceso formal de ingreso, que puede llevar "cinco, siete o diez años", pero que Ucrania, según su primer ministro, conseguirá en dos años.
Schmyhal abunda ahí en la lucha contra la corrupción emprendida por el presidente Zelenski, uno de los puntos esenciales requeridos por Bruselas para su ingreso.
Recuerda las recientes medidas adoptadas como muestra del compromiso con la "tolerancia cero", como las sucesivas dimisiones o relevos de altos cargos en ministerios, así como la investigación por presuntos sobornos en el de Defensa.
Desde la administración de Zelenski se han sucedido en los últimos días los relevos de cargos, detenciones y registros en los propiedades, como las desarrolladas ayer en las del influyente millonario Igor Kolomoisky.
"El estatus de candidato significa obligaciones. Más de un 90 % de los ucranianos quieren a Ucrania en la UE y el gobierno, como el presidente, harán lo máximo para demostrar que se han cumplido las siete recomendaciones antes de la cumbre", insiste.
El primer ministro ucraniano cita entre las medidas emprendidas el nombramiento de una Fiscalía contra la corrupción, encargada de llevar adelante los procedimiento e investigaciones correspondientes a ese ámbito.
"Vamos a establecer un sistema completo anticorrupción, insiste, para mostrarles a nuestros socios occidentales nuestra tolerancia cero", sostiene el jefe del gobierno.