Una dura amenaza de Rusia deja perplejos a los expertos: "Se trata de una situación nueva"
La propaganda rusa se sitúa ahora en una fase nunca vista.

La propaganda rusa se sitúa ahora en una nueva fase después de lo escuchado en las últimas horas en un programa de la televisión nacional, conducido por el conocido comunicador Vladimir Solovyov. Un espacio repleto de declaraciones exageradas, que celebró las declaraciones del fin de semana de la Administración Trump como una señal de la erosión del Artículo 5 de la OTAN. Esto es: se mofan del poder de protección común de los aliados atlánticos cuando el republicano se pone a negociar directamente con Vladimir Putin y ataca a Kiev.
"Deberíamos dejar clara esta idea a los europeos. Ahora realmente podemos llegar a Bruselas, Londres y París. Podemos olvidarnos del artículo 5 y olvidarnos de los estadounidenses que vienen a ayudar (a Europa)", afirmó el politólogo Sergei Mikheyev en dicho espacio televisivo, según el periódico británico Mirror.
Según el citado artículo del texto fundacional de la OTAN, un ataque a un país miembro de la Alianza se considera un ataque a todos los países miembros. Es el mayor paraguas que existe entre los 32 socios.
Propuestas similares para bombardear países occidentales se han visto anteriormente en el programa de Solovyov, siempre con las mismas dianas: la capital europea y belga, o las de Reino Unido, Francia y Alemania. Hasta se ha planteado construir réplicas de edificios de estas ciudades para ensayar el disparo.
Según Jussi Lassila, investigador principal del Instituto Finlandés de Política Exterior citado por el diario local Iltalehti, vale la pena separar la propaganda rusa del pensamiento real de los líderes políticos, pero considera que los giros del fin de semana ponen las declaraciones bajo una nueva luz.
"Se trata de una situación nueva, porque ahora hay una auténtica concreción política detrás de la propaganda, cuando observamos las acciones de Trump y sus claras desviaciones de la cooperación transatlántica para garantizar la seguridad europea", estima Lassila.
Lassila reflexiona que si el Kremlin se preparara para acciones militares concretas para poner a prueba los límites del Artículo 5 de la OTAN, tanto la propaganda interna de Rusia como su influencia dirigida a Europa probablemente, al menos en las etapas iniciales, buscarían utilizar medios conciliadores en lugar de la amenaza actual y familiar.
"Ahora la propaganda se sitúa en un nuevo contexto, pero no sacaría de ello ninguna conclusión de largo alcance, como si los dirigentes rusos interpretaran sistemáticamente que pueden comprobar con mayor audacia la validez del artículo 5", afina.
Según este analista, en algunos círculos las declaraciones de la Administración estadounidense fueron una sorpresa positiva, aunque todavía existe un fuerte sentimiento de desconfianza hacia Estados Unidos. En cualquier caso, el inicio de negociaciones bilaterales en Arabia Saudita y el temor de Europa al compromiso estadounidense han sido bien recibidos.
"En los círculos más ideológicos ya hay una fuerte euforia de Yalta por la posibilidad de que Estados Unidos reconozca a Rusia como una superpotencia igual a ella y podamos dividir Europa según el espíritu de 1945", dice Lassila. "Está claro que se están haciendo esfuerzos para aprovechar al máximo esta victoria diplomática", defiende.
Qué hace la propaganda rusa
El régimen ruso hace un uso extensivo de la propaganda para promover sus objetivos. La propaganda estatal impregna toda la sociedad rusa. Criticar la línea oficial es punible.
Los métodos de propaganda incluyen informes negativos, selección y encuadre de hechos, afirmaciones infundadas y "troleo", dice el diario. En su forma más oscura, la propaganda es una amenaza directa, por ejemplo, mediante el uso de armas nucleares.
Las operaciones de los medios de comunicación en Rusia están altamente controladas. Los grandes medios de comunicación que difunden propaganda están prácticamente bajo el mando del Kremlin. El uso de los medios de comunicación occidentales y el movimiento de los rusos en Occidente se han visto severamente restringidos.
La propagación de desinformación se acelera durante tiempos de guerra. Durante la guerra de agresión en Ucrania, el objetivo de Rusia es justificar su invasión y socavar el apoyo occidental a Ucrania creando división. Ucrania es, en la narrativa rusa, un estado “corrupto” y “de extrema derecha”.