Un experto en guerra avisa del trágico final para los supercazas occidentales enviados contra Rusia
"Si alguno llega al final de la guerra, probablemente no fue utilizado lo suficientemente duro".
Los aliados occidentales de Ucrania le han enviado varios paquetes de ayuda en los que se incluían aviones de caza, como F-16, o tanques Abrams. Una intención que, aunque es buena, podría resultar perjudicial para Occidente, ya que es probable que se quede sin ellos porque todos sean destruidos.
"Si alguno de los F-16 llega al final de la guerra, probablemente no fue utilizado lo suficientemente duro", afirma en Buisness Insider Michael Bohnert, experto en guerra aérea de RAND Corporation. "Odio decirlo, pero nosotros como Occidente tenemos que darnos cuenta de que cada tanque Abrams que nos fue entregado, cada F-16, si alguno de ellos sobrevive a la guerra, probablemente no fueron utilizados al máximo", añade.
Desde que comenzó la guerra, las fuerzas de Ucrania ya han perdido algunos de sus tanques Abrams, numerosos vehículos de combate Bradley, varios tanques Leopard y, al menos, uno de sus nuevos aviones de combate F-16.
¿Merece la pena el riesgo?
La cantidad de armamento enviado a Ucrania es limitado, con lo que sus tropas deben tratar de maximizar su potencial, lo que conlleva aumentar los riesgos. "La maximización del potencial significa que muchas de ellas, si no todas, pueden ser destruidas", reflexiona William Alberque, experto en guerra del Centro Stimson.
No obstante, el experto considera que merece la pena correr el riesgo: "Si las armas son destruidas haciendo cosas que Ucrania no podría haber hecho de otra manera y causando pérdidas masivas a Rusia, entonces vale la pena. Las entregamos con el entendimiento de que no las recuperaremos".
Alberque insiste en que "todo lo que le damos a Ucrania lo tenemos que asumir que puede y será destruido en combate, pero como mínimo hay que utilizarlo al máximo de sus posibilidades, y eso conlleva riesgos". "Quien no entienda eso no entiende el concepto de generosidad", añade.
En este sentido, señala que es preferible que los soldados vuelvan a casa o salvar a la población civil, ya que los cazas son reemplazables. "Si usted es ucraniano, ¿preferiría haber perdido un F-16 o un orfanato? Así es como debemos empezar a pensar. Así es como Occidente debe empezar a pensar en la ayuda: que sea para ganar, no para aparentar", plantea Bohnert.