Los 'turistas' ahogados en un lago italiano eran espías italianos e israelíes y una ciudadana rusa
Lo que parecía una fiesta de cumpleaños en un bote en el lago Mayor se va complicando al conocerse las identidades de los fallecidos. Todo un misterio.
Te lo contábamos el lunes: cuatro turistas morían en un barco turístico naufragado en el Lago Mayor de Italia, en el norte del país, un lugar idílico. Formaban parte de un grupo de una veintena hombres y mujeres -muchos de ellos de nacionalidad británica- que estaban de fiesta, se creía que de cumpleaños. Todas las personas que iban en la nave terminaron en el agua y esas cuatro no lo lograron salvarse. Ahora se sabe que aquellos turistas quizá lo eran, pero también eran espías, italianos, israelíes y rusos. Una combinación que ha disparado todas las especulaciones y que tiene a los italianos enganchados al misterio.
Según informa la Agencia EFE, el grupo estaba formado por agentes de los servicios secretos israelíes e italianos que se habían reunido para una celebración. La autoridad delegada a los Servicios de Seguridad de la Información de Italia, Alfredo Mantovano, lo confirmó al expresar su pesar por la muerte de Claudio Alonzi, de 62 años y Tiziana Barboni, de 53 años, ambos miembros de los servicios secretos italianos, que estaban en el barco "para celebrar el cumpleaños de uno del grupo", según una nota.
También falleció el israelí Shimoni Erez, de 50 años y agente jubilado del Mosad, como confirmó el Ministerio de Exteriores de su país, que explicó que su cuerpo llegó ayer a Jerusalén.
La cuarta victima es Anya Bozhkova, de nacionalidad rusa y esposa del propietario del barco, que lo alquilaba a los turistas.
El resto de los pasajeros a bordo del barco eran también italianos e israelíes y "con total seguridad" había otros miembros de los servicios secretos, según los medios locales.
Los hechos
La embarcación, en la que había un grupo de 22 personas más los dos miembros de la tripulación, naufragó en la zona de Lisanza y Dormelletto, en la región de Lombardia, debido a un fuerte temporal que la hizo volcar hacia las 19.30 horas locales (la misma hora en Madrid) del pasado domingo y después se hundió.
Todas las personas terminaron en el agua: la mayoría logró llegar a la orilla nadando entre las localidades de Lisanza y Piccaluga, mientras que otras fueron rescatadas por embarcaciones que se encontraban en la zona. Cinco de ellas fueron trasladadas al hospital.
Según los medios italianos que han reconstruido el suceso, tras el accidente se empezó a sospechar que en el barco hubiera más agentes de los servicios secretos, ya que ninguno de ellos dejó constancia de su paso por las localidades cercanas al lago.
El diario La Repubblica revela que los supervivientes fueron escuchados por los magistrados durante la noche del domingo y después "desaparecieron rápidamente", mientras que los israelíes ya estaban de vuelta a su país el lunes por la mañana, en un vuelo militar hacia Tel Aviv , tanto que una de las dos furgonetas alquiladas para el viaje quedó aparcada en el muelle. ¿Si hubo un vuelo militar es que son aún agentes en ejercicio?
"Los italianos fueron evacuados a toda prisa de las salas de urgencias y hoteles entre Sesto Calende y Malpensa, donde no hay rastro de haber pernoctado", añade el diario, que indica además que el barco afectado era una especie de casa flotante registrada en Eslovenia.
Ahora los investigadores se concentran en los motivos del accidente, ya que el barco sólo tenía capacidad para 15 personas y había más de 20 y también en la causa por la que no volvieron a la orilla al avecinarse el temporal. Se levantó una gran tormenta sobre el lago, que luego se convirtió en un "pequeño huracán", pero pese a los malos signos, no regresaron.
Intereses de todos los colores
En el Corriere della Sera han tratado de reconstruir también lo ocurrido y aportan muchos detalles que dejan aún más en sombras el caso. Los afectados por el suceso tenían ropa informal: zapatillas, vaqueros, polos o camisetas. El diario se pregunta si es lo normal entre los turistas que venían de comer de un restaurante próximo o "tal vez ropa usada para simular ser turistas comunes y, por lo tanto, una táctica que es parte integral de la misión misma". Especula con que Anna Bozhkova, de 50 años, la mujer rusa muerta, podría estar en el barco para hacer "hipotéticos servicios de traducción".
Recuerda que en una de las orillas del Lago Mayor se ha producido en los últimos años un gran desembarco de oligarcas rusos, que han invertido en el sector turístico. "Hoteles de extralujo", escribe. Sus movimientos se han visto limitados por la sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, pero es común ver sobre todo a "amantes y esposas" de estos empresarios. Pero es que también la costa de Verbania próxima "es por excelencia la de los judíos ortodoxos , que cuentan con villas históricas donde organizan fiestas elitistas con invitados estadounidenses".
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