Donald Trump gana los caucus de Iowa
El expresidente de los Estados Unidos, con las encuestas a su favor, se impone a sus rivales más directos, Ron DeSantis y Nikki Haley, con una "abultada victoria".
Primer golpe sobre la mesa de Donald Trump para intentar volver a la Casa Blanca. El expresidente de Estados Unidos, favorito en las encuestas para ganar los caucus de Iowa, se ha impuesto con una "abultada victoria" al resto de contrincantes en la primera gran cita de las primarias republicanas, con más del 50% de los votos, 51,1 para ser exactos. Más sufragios de los que han sacado sus dos inmediatos perseguidores juntos.
Con las encuestas a favor, lo que realmente se dirimía en Iowa no era el poder de Donald Trump dentro del partido sino quién ocuparía el segundo puesto de este caucus y a qué distancia. El gobernador de Florida, Ron DeSantis y la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de EEUU ante Naciones Unidas, Nikki Haley eran los dos precandidatos que tenían más posibilidades y, al final, han quedado en ese orden: DeSantis sumó 23.172 votos y un 21,2% y Haley, 20.817 votos y un 19,1 %. El empresario Vivek Ramaswamy, muy lejos, sería cuarto con 6.768 votos y un 7,6 %.
Los medios estadounidenses, minutos después de que se iniciase el proceso, ya habían proyectado una victoria arrollodora de Trump en Iowa, algo que ha disgustado al gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ha acusado a los medios de interferir en el proceso cuando la mayoría de los electores no había podido votar todavía: "Los medios de comunicación están a favor de Trump y este es el ejemplo más atroz hasta la fecha", aseguró en un comunicado el precandidato republicano a la Casa Blanca.
Hasta la fecha, la victoria más grande registrada en unos caucus republicanos en Iowa fue en 1988. En aquella cita, el candidato Bob Dole obtuvo un 37,35% de los votos y se llevó al victoria con casi 13 puntos por encima del segundo, Pat Robertson (24,57 %) y muy lejos de George H. W. Bush (18,59 %), tercero en esas primarias pero que terminaría convirtiéndose en el candidato del partido y ganador de las elecciones a la Casa Blanca.
Trump espera que su victoria una al país
La jornada en Iowa ha estado marcada por la ola de frío polar que afecta a todo el norte y centro de Estados Unidos (hasta menos 27 grados), pero Donald Trump ha calentado el ambiente antes del inicio de los caucus con su aparición, entre aplausos, en un centro designado para la votación con la idea de movilizar a su base con su discurso antimigrante.
"Hicimos un trabajo como francamente nadie lo ha hecho en mucho tiempo. Cuando yo estaba en la Casa Blanca, no teníamos terrorismo, no teníamos a gente entrando en nuestro país. No teníamos una invasión, con personas que francamente están viniendo de todo el mundo y de instituciones mentales de todo el mundo", dijo el expresidente.
Con las encuestas a su favor y consciente de que mucho se tendrían que torcer las coas para no salir elegido, apuntó que esperaba vivir una noche histórica en Iowa: "Ya hemos ganado dos veces, como saben, dos elecciones, y creo que esta noche vamos a tener una noche tremenda. La gente es fantástica y nunca he visto un ánimo como el que hay ahora en todo el país, en Iowa", ha declarado el republicano.
Luego, al conocer la contundencia de su victoria, su mensaje cambió. Afirmó que es hora de que el país "se una", un intento de ser conciliador, pero al que enseguida siguieron guiños gruesos a su gente, presumidos, insistiendo en la multitud que se agolpaba para verlo en el Centro de Eventos de Iowa en Des Moines, la capital del estado. Y comentarios contra los inmigrantes, también.
"Nuestro país debe unirse. Queremos unirnos. Ya sea republicano o demócrata, liberal o conservador, sería tan bueno si pudiéramos unirnos y solucionar el mundo, resolver los problemas y poner fin a toda la muerte y destrucción que estamos presenciando", manifestó el exmandatario, informa EFE.
Guardando las formas de inicio, recordando los discursos clásicos de otros republicanos al ganar esta meta volante, luego Trump fue el Trump de siempre: retomó su retórica antimigrante y dijo que el país sufre una "invasión" con la llegada de migrantes a la frontera sur con México. Sus palabras fueron recibidas con aplausos mientras sus simpatizantes gritaban su nombre, vestidos con gorras o agitando banderas con las letras "MAGA", en referencia al eslogan de Trump en las campañas de 2016 y 2020: "Make America Great Again" (Hacer Estados Unidos grande de nuevo).
Entre el público se encontraban algunas figuras del ala ultraderechista del partido, como la congresista por Georgia Marjorie Taylor Greene, el legislador por Florida Matt Gaetz y la excandidata a gobernadora de Arizona Kari Lake, quien ha rechazado reconocer su derrota en 2022 por la gobernación.
Las reivindicaciones de sus oponentes
Por su parte, Haley se proclamó como la gran rival del expresidente, pese a que ha quedado tercera y las encuestas la daban como segunda, mientras que DeSantis denunció una supuesta "injerencia" de los medios después de que proyectaran al ganador antes de que muchos ciudadanos votaran. Pero es que las encuestas eran aplastantes.
Haley aprovechó su discurso para transmitir la idea de que ella es la única que puede vencer a Trump y, sin llegar a mencionar a DeSantis, menospreció las oportunidades que este tiene de hacerse con la nominación. "Cuando ves cómo nos va en Nuevo Hampshire, en Carolina del Sur y más allá, puedo decir con seguridad que haré de estas primarias republicanas una carrera de dos personas", dijo Haley.
Las encuestas dan a Haley un resultado mejor en el siguiente estado de las primarias, Nuevo Hampshire, aunque también por debajo de Trump. Su estrategia es aguantar entonces, el 23 de enero, para superar todas las expectativas en el siguiente estado, Carolina del Sur, donde fue gobernadora entre 2011 y 2017.
Por su parte, DeSantis compareció sonriente y visiblemente feliz de haber quedado en segundo lugar, ya que había centrado su campaña en Iowa, viajando a cada uno de los 99 condados del estado con el objetivo de recabar apoyos. "Estaban escribiendo nuestro obituario hace meses. Incluso declararon la elección antes de que la gente tuviera la oportunidad de votar", se quejó DeSantis, quien a continuación agradeció el apoyo a sus simpatizantes. "Gracias a su apoyo, a pesar de todo lo que nos echaron encima, todos en contra de nosotros, conseguimos nuestro billete de salida de Iowa", añadió.
Anteriormente, en un comunicado, DeSantis ya había acusado a los medios de comunicación de haber "interferido" en los resultados al haber declarado la victoria de Trump solo media hora después de que empezaran a celebrarse los caucus.
Primera baja
Los caucus sirven para proclamar ganadores y dejar a los que menos fuerza tienen por el camino. Ya anoche hubo una primra baja, la del joven empresario Vivek Ramaswamy, quiem abandonó la carrera por la nominación republicana después de lograr unos pobres resultados. Ahora su apoyo será para Trump.
"Trabajaremos para asegurarnos de que Trump sea el próximo presidente", afirmó en una rueda de prensa en Des Moines. Ramaswamy afirmó hoy que esta noche "no es el fin de una campaña sino el inicio de un nuevo camino junto a Donald Trump", como parte del objetivo de "salvar al país".
Ramaswamy, que financió gran parte de su campaña con su fortuna personal obtenida en empresas de biotecnología y finanzas, causó sensación durante las primeras semanas de su campaña, pero la burbuja duró poco. A lo largo de su campaña ha defendido a Trump como "el mejor presidente del siglo XXI", pese a los ataques del exmandatario, que este fin de semana llegó a decir que votar a Ramaswamy "es un voto para el otro bando" y lo acusó de ser un fraude.
Cómo funcionan los caucus
Un caucus es una de las vías por las que los partidos norteamericanos eligen a sus candidatos para las presidenciales. No sólo es cosa de los republicanos, sino de los demócratas, que este año han retrasado su proceso en Iowa y se espera para marzo.
En un caucus, los participantes muestran físicamente su preferencia por un determinado candidato al reunirse con otros votantes de ideas afines en un lugar designado de una sala. Los ciudadanos van al centro de votación del distrito que les corresponde para discutir en voz alta y votar en un papel quién quieren que sea el candidato de un partido. Frente a la cabina cerrada y secreta, aquí todo se ve. En Iowa se han designado 1.657 distritos electorales, cuyos ciudadanos votarán en unos 700 centros, que generalmente están ubicados en edificios públicos como escuelas o bibliotecas.
Puede votar cualquier persona mayor de 18 años el día mismo de la elección, que esté registrada en un distrito como votante del Partido Republicano o que se registre esa misma noche en mesas especiales ubicadas en los centros de votación.
En cualquier caso, la elección no es directa, ya que lo que están decidiendo los ciudadanos de Iowa es la composición de la delegación de dicho estado en las convenciones nacionales, donde se realizará formalmente la proclamación del candidato a las elecciones presidenciales en Estados Unidos. El Partido Republicano celebrará su convención del 15 al 18 de julio en Milwaukee (Wisconsin), mientras que el Demócrata lo hará del 19 al 22 de agosto en Chicago (Illinois).